A mi pequeño hermano

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Por Mónica Gómez Vesga

Maracaibo, 28 de febrero de 2015

Tiago:

Si estás leyendo esto es porque fuiste elegido entre muchos para formar parte de la próxima camada de superhéroes. Te preguntarás por qué te rodea tanta gente vestida de azul de pies a cabeza, o por qué a diario te clavan agujas en el cuerpo para sacarte y meterte químicos, pero es todo parte de un plan más grande.

Verás, estás recluido en un centro de formación de humanos especiales, que no es otra cosa que aquellos que nos protegen de todos los males que nos rodean una vez salimos de este edificio. No te dicen nada porque hay un protocolo estricto de seguridad que consiste en dejarte a ti descubrir que eres especial, pero yo lo rompo si eso ayuda a calmarte el ansia de respuestas para tanta farola alumbrándote en la cara, para este frío falso que no concuerda con el prado verde que se ve por la ventana.

¿Recuerdas cómo a Iron Man sufre de un dolor en el pecho constante porque su fuente de poder se está agotando? ¿O cómo a Hulk le duele el cuerpo cuando se está transformando en esa mole humana que salva ciudades y regresa a casa a tiempo para la cena? Son los mismos dolores que estás sintiendo tú ahora. En la siguiente etapa el pelo te va a ser removido como el de los demás niños de este piso, por una simple regla de aerodinámica que te va a permitir moverte más rápido, sin que haya nada allá arriba que le corte el camino al viento. Como los futbolistas calvos o los nadadores.

Pero todo eso es temporal. Pasa ahora porque el método de súper fuerza acaba de empezar y ellos, con sus tubos de ensayo y su ciencia, están trabajando a diario para que te vuelvas inmune al dolor al que todos aquí afuera estamos expuestos. O sea, te estás volviendo superior a mí Tiago, y no podría estar más orgullosa de verte aceptarlo con entereza. Te juro que cuando esta fase de entrenamiento pase, nos olvidamos de las agujas y las inyecciones que arden bajo la piel; en su lugar vas a tener tu comida favorita en la mesa y yo me voy a sacar todos los besos que tengo debajo de este tapabocas que me ponen para entrar a verte. Y nos vamos a reír y me vas a regañar de vez en cuando, y quizá la vida no sea como hasta ahora había sido, pero vamos a estar juntos, que es todo lo que importa cuando se tiene como hermano menor a un superhéroe como tú. Por ahora mantente latente. Te quiero. Mónica.


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