Capítulo Veintiuno: El orden no es nada sin el caos

150 16 55
                                    


 – No voy a entrar en detalles acerca de la creación del cosmos y la magia, así que dejemos eso de lado. Ya te lo explicarán en la Academia. Cuando se creó la magia, se crearon los libros guía, como los llaman. Estos eran considerados el orden y el caos. El orden se movía por motivos nobles, era un héroe y todos lo amaban. En cambio, el caos hacía todo por sus propios motivos, era narcisista, engreído y desagradable, un villano odiado por todos. Ese odio solo incrementaba su envidia por el orden (aunque el orden tuviera envidia de que el caos pudiese hacer lo que quisiese también), teniendo luego como meta acabar con el orden para que el caos venciera. Es por eso que empezó a buscar personas fuertes y malévolas para caer bajo sus fauces y crear el caos con él. Ante esa amenaza, el otro libro decidió que quería proteger al mundo; así que empezó a elegir a gente poderosa y noble para salvar a la humanidad y al cosmos. Los objetos del poder son la mayor fuente de poder de la existencia, y si estas caen en malas manos, sería, literalmente, el fin del cosmos. El libro bueno le encargaba a los Elegidos encontrar todos los objetos, defender al mundo, y encontrar portadores confiables para los objetos cuando terminaran su labor. A cambio de los servicios prestados al cosmos, este les confiaba un deseo poderoso, pero no lo suficiente como destruir el mundo o deshacerse del mal. Resumiendo, el libro con malas intenciones es mi hermano, Rednax, y el libro noble soy yo, Xander –contó mi libro.

– ¿Notaste que tu nombre es el revés del de Rednax y viceversa? –preguntó Carter.

– Cinco mil años de vida hacen algo, claro que lo noté. Eso tiene un motivo. Es más, creo que Nick lo recuerda –dijo Xander. ¿Por qué Nick...?

Historia Mágica. En noveno año hay una clase dedicada a eso. Y los hermanos guía fueron el tema del último trimestre. El hecho de que Xander y Rednax se llamen igual solo que al revés demuestra que sin orden no hay caos y sin caos no hay orden. Es por eso que no se puede deshacerse del caos ni del orden. El caos y el orden son uno, son un mismo nombre. Y el que estén al revés demuestra que son completos opuestos. Pero que se complementan. En Xander está Rednax, y en Rednax está Xander. –Gemma lo miró bastante sorprendida y le golpeó el hombro.

– No sabía que prestaras atención en clase –dijo ella.

– Ahora lo sabes. ¿Ya encontraste la guarida de este tipo, libro? –preguntó Nick.

– Díganme Xander. Estoy en eso, chicos. Necesito tiempo. Creo que para mañana por la tarde la voy a tener. Es un proceso complicado. Aunque podemos acelerar un poco el proceso con esas golosinas que tiene mi portadora... –dijo Xander. Bufé y le lancé mi bolsa de Snickers.

– ¿Feliz? –le pregunté. Él asintió y sonrió.

– Alette –me llamó Tara. 

Me giré hacia ella y me agarró del brazo. Metí a Xander en mi mochila y salimos de allí, yo siendo arrastrada por mi antecesora mágica.

Nos llevó por todo el shopping hasta llegar a una enorme tienda con todo lo que te podrías imaginar. Caramelos, chupetines, chicles, azúcar, chocolates, gomitas, galletas...

– Bienvenidos a otra cosa mágica de Nueva York. Bienvenidos a SweetMagic, la tienda de dulces mágicos más grande del mundo –dijo Tara. 

Nuestros ojos soltaban chispas al ver tanta azúcar donde fuera que miráramos. Trufas, magdalenas, tortas, merenguitos, rompe muelas, x-tremes... Oh, Adrien moriría por ellos. Decidí comprarle dos cajas, tenía esperanza de tenerlos de nuevo pronto. Compré también gomitas de menta para mamá y un enorme tarro de Nutella para Lottie. Para mí, compré tres bolsas de Snickers (en mi defensa, ¿cuándo saldría del Reino Mágico después de empezar las clases?) y unas extrañas cosas llamadas "Magomitas", que supuestamente dan un poder cuando los comés. O eso decía el paquete según Carter. Los chicos se llenaron de golosinas también (y Tara, claro) y fuimos a la caja. Lo extraño fue que no nos pidió dinero normal, sino...

– ¿Tienen ladies? –preguntó. Miré a la cajera con confusión y después me acerqué a Gemma.

– ¿Qué son ladies? –Gemma abrió los ojos como platos y me miró impresionada.

– ¿Cómo no sabés lo que son ladies, Alette? Es la moneda del Reino Mágico. Así como la libra para Inglaterra o el peso argentino para Aitana, el reino tiene ladies. Una lady son cinco dólares –explicó Gem. Asentí y saqué mi billetera.

– ¡Yo pago! –les dije a mis compañeros, y saqué de la billetera un billete dorado que ponía mil. Se lo di a la cajera y ella me devolvió otros billetes dorados, que guardé en la billetera. Agarramos las bolsas con caramelos y nos fuimos del local.

– Bien, vamos a mi casa. Duerman ahí y mañana se van a la guarida del misterioso Jake –nos ofreció la antigua Elegida.

– Tara, me recordás mucho a la Señorita Gold, mi profesora de Literatura Mágica de mi primer año mágico –dijo Gemma.

– Es que fui tu profesora de Literatura Mágica en primer año –afirmó Tara. 

Gemma agrandó los ojos y elevó las cejas de la impresión.

– ¿Tu apellido no es Cooper? –preguntó ella al recordar que así le había dicho Carter.

– Digamos que Carter me conoce por mi apellido personal. Como profesora soy Tara Gold –explicó.

– ¡Así que no eras profesora de literatura en Nueva York! –exclamé yo.

– Nunca te dije que trabajaba en Nueva York –aseguró Tara. La miré mal y decidí que era buen momento de...

– ¡Una foto para el álbum! –pedí. Los cuatro soltaron una risa y sonrieron.

– Me lo veía venir –dijo Carter. Le saqué la lengua y me descolgué la cámara del cuello.

– ¡Digan SweetMagic! –grité antes de apretar el botón y tomar la foto.


Adrien, mamá, Charlotte... ya voy por ustedes, espérenme. 






................................................................................................................................................................

¡Capítulo Veintiuno listo! ¿Qué les pareció? ¡Dejen sus opiniones en los comentarios!

¿Alguien se identifica con algún personaje? Yo, personalmente, un poco con todos. Pero especialmente con Tara, Gemma y Nicholas.

¡Amé este capítulo! Tanto que ya me voy a escribir el próximo. 

El 28 de Julio a partir de ahora será día festivo. Jajajaja no, miento. Alette sigue la filosofía de La esperanza es lo último que se pierde al pie de la letra :P

Se acerca el final :'(. ¡Cuatro capítulos! Empezamos la cuenta regresiva. 

¡Tengo un reto! Descifren este código: 377314

¡Vamos, está fácil! Inténtenlo. ¡Hasta el capítulo veintidós! 


-Mechitas


Actualización [18/11/2016]: Edición

PODEROSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora