PODEROSA

Capítulo Veintidós: Familiares y Charlas

  – ¡Bienvenidos a mi departamento! El Reino Mágico tiene buenos salarios para profesores –dijo Tara cuando entramos.

Solo hay tres palabras con las que podría definir el lugar: enorme, increíble y mágico. Las paredes eran blancas y tenían un montón de cuadros extraños colgados. ¿Por qué eran extraños? Se movían. También había colgado un violín a un lado. Todo era color blanco, negro o dorado, con algunas cosas de color violeta. Me acerqué a uno de los cuadros y miré la imagen. Eran Tara y un chico de cabello azabache y ojos verdes. La imagen era bastante reciente, y parecían estar pasándola bien. En un momento, el chico la besó y ella siguió el beso bastante feliz.

– ¿Es tu novio? –le pregunté a Tara señalándolo. Ahora hacían muecas a la cámara.

– ¿Qué? –preguntó con voz aguda. Xander salió de mi mochila y levitó frente a ella.

– ¿Ése es Marcus? Se ve más guapo que antes. ¿En cuánto llegará? –preguntó Xander. ¿Acaso dijo Marcus?

El ascensor se abrió dejando ver al hombre de la foto llegando. Traía puesto un traje y sonreía bastante feliz de vernos. Me vio y abrió los ojos como platos... eso sí, no más que yo.

– ¿Alette? –preguntó bastante sorprendido.

– ¡Marc! –grité antes de saltar a abrazarlo. Los chicos nos miraban bastante confundidos, y la cara de Tara era de película.

– ¿Cómo está mi sobrina favorita? –preguntó él. Sonreí y él me despeinó el cabello.

– Bien, intentando salvar al mundo. Lo usual, tío –respondí. Marc me miró bastante preocupado y miró a Xander.

– ¿Tenías que elegir a mi sobrina, Xander? –preguntó. Alto, ¿Marc sabe el nombre de Xander? ¿Por qué?

– Gracias por obligarme a dar explicaciones, Marc. Sí, Alette es una increíble portadora. Para serte sincero, es más poderosa que vos y Tara juntos... y que Jules y Darcy agregados al combo. En diez días ya hace encantamientos nivel once –comentó.

– Sabía que era poderosa, ¿pero encantamientos nivel once? Esa es mi sobri –dijo él guiñándome un ojo. Se acercó a Tara y depositó un beso en sus labios.

– ¿Marc también fue un Elegido? –pregunté.

– Digamos que Tara y Marc juntos eran la dupla perfecta. Oh, Marc, eso me recuerda. Te presento a Nick y Gemma, los hijos de Jules, y a Carter, el hijo de Darcy –los presentó Xander.

– Ya los conozco, ¡pero están irreconocibles! Desde mi verano en Aitana crecieron unos ocho años... tal vez nueve. Se ven bien, chicos. Supongo que mi sobrinita y su equipo se van a quedar por la noche, ¿cierto? Las chicas en un cuarto y los chicos en otro. Por precaución, ya saben. Ahora, yo me ocupo de la cena. ¿Quieren cenar algo en especial? Sé que Alette y Carter van a decir comida, así que díganme ustedes, Charpentiers. –Marc se sacó el saco y Tara rió mientras le sacaba la corbata.

– Nunca me dijiste que tu sobrina era Alette –comentó Tara.

– No sabía que conocías a mi sobrina –contestó él.

– Touché –dijo Tara cuando terminó de sacarle la corbata.

– Lo que quiera cocinar, nos da lo mismo –dijeron Gem y Nick a la vez.

– Bien, entonces vamos a comer brócoli con espinaca –dijo él. Lo miré con una cara de asco y rió.

– ¿Qué les parecen unas buenas pastas? –preguntó Tara.