Capítulo Nueve: Xander tiene un poderoso plan

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Hoy la nota de autor va arriba, pero tiene un motivo. Seguro cuando lean el capítulo estarán pensando que me equivoqué de historia o algo porque no aparece Ainhoa. Bien, le he cambiado el nombre. Ainhoa ahora es Alette, y su apellido es el de su madre, Courtois. Ya lo iré editando en los otros capítulos. El capítulo 11 está casi terminado, lo que significa que el 10 estará pronto. Lamento haberme desaparecido... pero ya se viene el especial por todas las lecturas *emoji enamorado*

Los dejo disfrutar del Capítulo.

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Si alguien me hubiera dicho hace una semana y media que un libro crearía un plan que solucionaría mi vida, les aseguro que me hubiera reído en su cara. Pero Xander me hizo cambiar de opinión en aquel momento.

— Bien, el plan es el siguiente. Lo que sucederá es que la Latina fingirá ser La Elegida para guardar en secreto la verdadera identidad de Alette. ¿Qué les parece? —explicó Xander. Miré a Gem y ella me guiñó un ojo. Aunque hay algo que no comprendo...

— ¿Por qué llamás Latina a Gemma? —le pregunté a mi libro. Gemma mordía su labio, se la veía nerviosa.

— ¿Le explico yo o quieres hacerlo tú? —le preguntó Xander a mi amiga. Ella suspiró y asintió.

— De hecho, no creo que sea tan complicado de comprender. Resulta que, tal como vos, yo también soy maga. Así como vos invocás y encantás en la lengua del amor, el francés, yo lo hago en la lengua primordial, el latín. Xander me llama Latina debido al idioma que utilizo para mis encantamientos —explicó mi amiga. 

Alto. ¿¡Qué ella es qué!? Okay, mi mejor amiga es maga, ¿Dónde quedó la normalidad en mi vida? De seguro y se fue de paseo. Un segundo...

— ¿Cómo sabés todo eso sobre mí? —cuestioné.

— Resulta que cada mago tiene dos poderes especiales que descubre durante su entrenamiento o práctica de la magia. Uno de mis poderes especiales es la percepción del poder, y, tal como dice el nombre, percibo los poderes de los demás, con sus auras y todo —explicó. ¿Así que no es solo hacer hechizos? Es demasiado para digerir pero, aunque quisiera, no tengo tiempo como para parar y hacer aquello. Asentí con la cabeza y miré a Xander.

— Bien, me encanta tu plan, libro. ¿Qué debo hacer? —pregunté.

— Solo debes fingir que Gemma es La Elegida, Ale.

— Comprendido, Gemma es La Elegida. ¿Qué era eso que querías darme? –le pregunté a la Latina.

— Ah, sí, cierto. El cinturón, eso quería darte –recordó mi amiga. Reí por su desconcentración y ella se sacó el cinturón y me lo extendió. Confundida, me quité el mío y se lo intercambié. Me puse el que me dio y, cuando lo abroché, sentí un cosquilleo en mis dedos.

— Gemma, como ya has finalizado tu entrenamiento con Realus, debes ayudarme a entrenar a Alette en un tiempo récord –le pidió Xander. Ella asintió.

— Entrenamiento base para magos principiantes, entendido –afirmó Gemma.

— Y yo... yo le enseñaré todo lo que La Elegida debe saber –nos informó Xander. Lo miré extrañada y podría asegurar que le hubiera lanzado una sonrisa cómplice a Gem de no ser porque no tiene boca.

— Bien, algún lugar en el que no haya cámaras ni gente, hora de ir a los cuarteles de A.D.E.M.P. –se emocionó mi amiga. Después de esto, voy a necesitar unas vacaciones urgentes.

— ¿Qué esperan, Europeas? Vámonos de una vez –nos apresuró Xander. Comimos rápido y nos fuimos de allí hasta los baños del Mall, donde Gemm me miró como si esperara algo de mí.

— Vamos, las cámaras –me susurró. El hechizo era... Uhm... ¿Éteindre les rubans de securité? Se escuchó un pitido y, al parecer, las cámaras se apagaron.

— ¡Esa es mi chica! Ni siquiera necesitaste pronunciarlo, con solo pensarlo ejecutaste la orden. Y eso que, con suerte, hace tres días practicas magia –me felicitó Xander. Reí y sonreí a modo de agradecimiento.

— Bien, ahora viene lo complicado: tenés que crear un portal a la A.D.E.M.P., Alette –me explicó Gem.

— Solo piensa en abrir un portal a tu destino, Elegida –me animó Xander. 

Cerré los ojos y me concentré. Los movimientos salieron por si solos. Abrí los ojos, moví las manos para que mis palmas quedaran mirando hacia arriba y después las giré hacia adelante, como si empujara una caja. Una niebla dorada con brillos y polvo salió de mis manos, y una especie de puerta se formó con esto.

— Elegida, contesta a la adivinanza para poder cruzar la puerta. Estoy en medio de Mar y a orillas de Agua, pero no me encuentro en Río. ¿Qué soy? –preguntó la puerta con una voz misteriosa, potente y segura.

Me puse a pensar en la respuesta. Medio de Mar. Orillas de Agua. No en Río. ¿Qué tiene las palabras Mar y Agua que no tenga río? ¡Eso es! Creí que sería más complejo...

— Me la deja servida, señora puerta. Es la letra A. Está en medio de las letras M y R y a orillas de A, ya que es la primera y última letra en la palabra, pero no se encuentra en la palabra Río –finalicé. La puerta se abrió y una luz dorada nos tragó. 




Actualización [15/10/2016]: Cambios leves en palabras sin sentido, corrección de rayas (antes eran guiones, lo siento) y arreglos de redacción.

Actualización [17/11/2016]: Edición.

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