14. Cena 2/2

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Sábado. 9:00 AM

Él apenas abría sus ojos, lentamente, mientras se sentaba en la cama. Trataba de procesar la información de que ya estaba despierto, pero su aún dormido cerebro le hizo volver a acostarse.

Al otro lado del riachuelo que dividía entre dos aquella parte de la ciudad se encontraba todavía entre sábanas blancas la joven, durmiendo aún, pues la noche anterior se había acostado realmente tarde y estaba muy cansada.
  
En ambas casas reinaba la paz hasta que algún integrante de ambas familias se despertaran. Pero, al parecer, no era el momento. 

Budo sí se despertó, siendo lo primero en hacer mirar la pantalla del móvil y darse cuenta del mensaje que tenía de su pareja desde hace ya varias horas. Exactamente, de las 3:00 AM. 

«Oye, en serio vendrás a la cena hoy

«Sí, eso espero. Descansa, Ayano-chan.»

Eso fue lo último que hizo, para luego volver a dormir.

Más tarde…

Budo por lo menos ya se había despertado y se encontraba en la ducha, con el agua recorriendo los músculos de su varonil espalda.

Mientras, una familia luchaba por lograr despertar a aquella muchacha que aún dormía.

—Hey, levántate necesitamos ir a comprar lo de la cena de esta noche. —Intentaba el padre de Ayano.

—Hmm, no jodas… Aún tengo sueño… 

—¡Ya me hartaste! ¡Despierta, niña floja! 

Ahora sí se despertó. Odiaba que le dijeran "niña", pues ya no lo era. 

—¡Ya! ¡Ya voy!

El día transcurrió normalmente, si eso implica pequeños accidentes en el supermercado y algunas cuantas peleas con dueños de locales comerciales. 

Y llegó la tan esperada noche. La cena. 

[•••]

Silencio. Eso abundaba en el comedor de la Familia Aishi. Se encontraban dos parejas,  padre y madre, Ayano y Budo; frente a frente. El padre miraba seriamente al joven, mientras ambas féminas se retiraban a la cocina.

—Así que... Tú eres el pretendiente de mi hija, ¿eh?

—S-sí señor...

—¿Realmente quieres a mi hija?

—Yo... E-eso creo.

—¡No debes creerlo! ¿Cómo daré a mi hija a alguien que cree quererla?

—¡... L-lo siento señor...!

—Uhm, más te vale.

Se callaron en el instante en el que ambas mujeres entraron al comedor con la comida caliente, la cual desprendía un muy agradable olor.

Después de la cena, el joven agradeció la comida y pensó en retirarse, despidiéndose amablemente. Ayano se ofreció acompañarle hasta afuera.     

—Oye... ¿yo te gusto?—le preguntó ya afuera de la casa.

—P-pues... Claro, Ayano-chan.

—¿En verdad?

—¡Totalmente!

—Pues yo no me siento segura de mis sentimientos hacia ti. ¿Recuerdas... nuestra  primera vez?—le dijo, sonrojándose hasta las orejas— Yo recuerdo las veces que te dije que te quería o que incluso te amaba. Pero, hoy me puse a pensar y me pregunté: ¿Lo que siento es amor? Pero aún así, no le encontré respuesta alguna. No sé qué significa el cosquilleo en mi estomago cuando te tengo cerca o que inesperadamente me ponga muy nerviosa cuando se trata de ti. Dime, ¿eso significa que me gustas?

Él se quedó en silencio unos segundos, pensando en qué responderle a la pelinegra.

—Bueno, Ayano-chan, cierra los ojos y depende de lo que yo haga, me dirás cómo te sientes.

—Bien.

Lentamente, se le acercó a la joven que acababa de cerrar los ojos. La abrazó por detrás, aferrándose de la cintura contraria.

—Ahora, ¿qué sientes?— le susurró en el oído.

La joven se erizó por la acción de él, pues la tomó desprevenida.

—Nervios... M-me siento muy nerviosa.

Nuevamente, acercó sus labios al cuello de la joven, sintiendo como el cuerpo ajeno se tensaba. Ahora, empezó a succionar la piel ajena, dejando así una marca rojiza.

—¡H-hey! ¡No hagas eso! Mis padres lo verán cuando entre a la casa.

Al hablar, ella se giró, quedando al frente de él. Lo cual, no desaprovechó, pues la tomó de los hombros acercándola a su cara. Empezaron con un suave roce de labios, para luego separarse.

A él le dolió un poco tener que separarse de ella, pues vio una pizca de desilusión en los ojos contrarios, tan oscuros como la noche, y tan fríos como la misma.

—Por favor, besame.

Él se sorprendió, pues le pareció muy rápida la forma en la que Ayano encontró su respuesta.

"Claro que me gustas, Budo-kun".     

¡¿Por qué Tú?! (Budo x Ayano) 1era TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora