13. Cena 1/2

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Viernes. 7:00 AM

Por fin estaba de regreso, pues ya se había recuperado por completo después  del grave resfriado que había pescado días antes.

¿Que a quién me refiero?

Pues simple. A Budo Masuta.

Ya estaba de vuelta en el instituto aunque fuese viernes,  lo importante era asistir. 

—Uhmm, todavía no llegas, Ayano-chan. 

Le hacía falta en sobremanera aquella azabache, la que le quitaba el aliento.
Pero, para su desgracia, llegó él.
Taro Yamada.

—Buenos días, Taro-kun. 

—Sí,  buenos días.

—¿Y esos ánimos?

—No me apetece hablar contigo ahora.  Lo siento.

—Descuida,  guardaré silencio.

<<Parece que alguien se despertó de mal humor esta mañana…>>

Pensó Budo.

No le dio más vueltas al asunto, y se determinó a esperar a su amada. 

¡Ring!

Sonó el timbre, advirtiendo a los estudiantes el inicio de la primera hora de clase.

Él se preocupó por Ayano, pues sabía que ella tendría su sanción por llegar tan tarde. 

—Uff, tuve que correr muy rápido.

—¡¿Ayano-chan?! ¿Desde cuándo estás aquí?

—Realmente,  llegué justo cuando la campana sonó y preferí llegar antes al aula de clases. 

Efectivamente, Ayano llegó justo a tiempo,  para entrar directamente a la clase de ese día.

Como todos los días, esa clase compartida transcurrió con normalidad,  a excepción de unas miradas de disgusto hacia Ayano por parte de Taro. 
Todavía se guardaban rencor mutuo,  por lo sucedido el día anterior.

La menor se despidió de su... ¿pareja?, para luego dirigirse a su siguiente clase.

En su receso, Budo buscó a su amada, pues necesitaba preguntarle algo.

—Hey, Ayano, espera. —le dijo, pues se la encontró en las escaleras, dirigiéndose a la azotea. 

Ya arriba, sin que la azabache pronunciara palabra alguna, el joven le hizo la tan esperada pregunta.

—Dime, Ayano-chan, ¿qué tipo de relación tenemos?

Hubo un silencio incómodo por unos segundos, para luego ser interrumpido por la muchacha. 

—Pues… la verdad,  no sé. 

—Um… Entonces, seamos novios para así tener algún tipo de relación que nos até, a ambos. 

La pelinegra se sonrojó instantáneamente, por la impresión que le causó esa pregunta. ¿Qué decirle, sí o no? 
Poco tiempo le tardó decidir. 

—Bien,  se-seamos novios, ¿por qué no? Después de todo, hasta sexo ya tuvimos.

Ésta respuesta avergonzó al joven.  Recordarle que ya se habían conocido en la intimidad, le provocaba pena.

La reacción de su pareja le causó una pequeña risa. De esta forma,  captó toda la atención de él.

—Sabes cariño, no he conocido a tus padres, pero tú sí a mi madre.  Me parece algo injusto. 

—Cierto. Pero, mis padres no están en el país. De hecho,  no sé nada sobre ellos desde hace 2 meses.

—Ya veo.  Por favor, trata de contactarte con ellos,  me gustaría conocerles.

Ella sólo le sonrió. Él acarició delicadamente su mejilla, acercando su rostro al de la chica, acortando más la distancia entre sus labios. 

—Me gustas mucho, Ayano-chan. —le dijo sobre sus labios,  para finalmente acabar la distancia entre ambos. 

Empezaron con suave y tierno beso,  para luego pasar a uno más cargado de pasión y sentimientos. 
Tuvieron que separarse pues sus pulmones exigían aire.  Lastimosamente, no todo lo bueno dura tanto. Taro Yamada yacía en la banca del frente, observando en silencio la escena.

—Aww,  qué lindos. Lo siento, pero era necesario interrumpir el arduo trabajo que sus lenguas estaban realizando.

—¿Qué necesitas, joderme más la vida, Taro? —contestó enfadada la joven.

—No.  Realmente venía a informarte de que una pareja llegó buscándote, diciendo que "es urgente ver a la señorita".

—Bueno,  gracias por avisarnos, Taro-kun.  Ahora mi novia y yo iremos a ver. Adiós.

<<¡¿Qué?! ¡¿Novia?! ¡¿Desde cuándo?! >>

Pensó Taro.

[…]

Al llegar abajo, vieron a la pareja,  reconociendo así, a los padres de Ayano. 

—¡Mamá, papá! ¡Hola! Cuanto tiempo sin verles.

—Hola,  princesa.  —le saludó su padre.

—¡Hola, hija! 

—¿Cuándo llegaron?

—Apenas hace tres horas. Por cierto, Ayano,  ¿quién es ese joven?

—Oh, él. Es mi novio. 

—Y, ¿cómo se llama? 

—Budo…

—Sí, hola. 

—Mira, porqué no invitas a tu novio a cenar esta noche y así nos conocemos mejor. —le sugirió el padre de la azabache. 

—Claro, esta noche a las 7:30, ¿puedes venir cariño? —inquirió la joven. 

—Amm... Sí, c-claro. 

Sin saber cómo, Budo ya tenía una cita con los padres de su novia, y debía lucirse esa noche. 

╭(′▽‵)╭(′▽‵)╭(′▽‵)╯ GO!

Helou!
Cuánto tiempo, no?
Perdón por demorarme tanto en LAS actualizaciones.
Porfa, comenten cómo les pareció el cap. de hoy. 
Baiamiguitos...  ̄ω ̄

¡¿Por qué Tú?! (Budo x Ayano) 1era TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora