Lunes. 1:00 PM. (Después de clases)
El lunes había llegado. El típico lunes odiado por todos. ¿Por qué? Simple, es el día que pone fin a la diversión y el relajo del fin de semana; pero este día puede empeorar, por lo menos para cierta pareja de psicópatas que se encontraban en la azotea de su instituto para "hablar" cuando realmente ellos sabían que lo que iba a suceder no le gustaría a ninguno de los dos.
Él solo suspiró. Empezó a buscar la valentía que necesitaba y que había perdido para poder decirle la triste noticia a la pelinegra.
—¿Qué ibas a decirme, Budo?
—Cierto... Ayano-chan, me voy de la ciudad. Me voy muy lejos, porque mi abuelo murió y mi madre piensa que es mejor para su salud mental regresar a la provincia. Y-yo... la verdad no quiero irme porque te dejo a ti, pero... ya sabes, mi m-madre y eso... —la voz de Budo fue silenciada por un sollozo.
Ayano escuchó algo aparte de la voz del chico, algo rompiéndose. No pasaron más de tres segundos para que ella se diera cuenta de que era su corazón. Nuevamente aquel dolor en el pecho, aquel dolor que no le dejaba respirar bien.
—No llores, por favor.
—¿Es que eres estúpido o qué? ¡ACABAS DE ROMPER MI CORAZÓN OTRA VEZ Y LO ÚNICO QUE SE TE OCURRE DECIRME ES ESO?
—Ow. Perdón, pero esto es un asunto que se sale de mis manos, lo siento.
—¡¿No tienes que irte?! ¡Lárgate ya!
Y así fue como ambos jóvenes se separaron, para ¿siempre?
---
Eso de que el tiempo cura todas las heridas era cierto por lo menos para Ayano. Aunque sabía que aun amaba al chico ignoraba el hecho. Trataba de dejar de pensar en eso pues se encontraba en su graduación.
Ya había terminado sus estudios universitarios y se sentía ya toda una profesional. Hace poco había terminado con Ryan, el chico que le sirvió de compañía ese periodo. Pero obviamente no le importó, pues era "uno más" para ella.
Ese día y los siguientes fueron de fiesta, celebrando que se acababa de graduar. Pero, a la semana siguiente, tuvo que despertar y levantarse para conseguir trabajo. Claro, como cualquier otro ser humano.
Estaba arreglada, determinada y lista. Salió de su nueva casa para encaminarse hacia donde había leído en la página de clasificados del diario. Su corazón latía con rapidez gracias a los nervios.
Después de una corta entrevista, el dueño de aquel edificio decidió que Ayano estaba preparada y lista para administrar y ocupar el puesto asignado. El nuevo jefe de ella le dio un "tour" por el edificio para que así lo conociera mejor.
En uno de los pasillos de las oficinas vio una cabellera que para ella era muy familiar. Se quedó helada en su sitio, cuando esta persona se volteo permitiendo así observarle mejor.
Sus miradas se conectaron y parecía que no existiera más que ellos dos.
—¿Ayano...?
—S-sí... Acaso tú... ¿eres Budo Masuta?
—¡Ayano! ¡Cuanto tiempo! ¿No vas a abrazar a tu viejo amigo?
—¡Hola! ¡Claro que sí! Te extrañe mucho, Budo. —comentó ella para ir a los brazos del otro, que se sentían igual de cálidos que desde la ultima vez.
—Yo también te extrañe, Ayano-chan.
—Bueno, creo que les daré espacio, adiós.—Terminó por decir el jefe de ambos.
Ayano y Budo salieron juntos para actualizarse respecto a la condición del otro, llegando a la decisión de salir, pero como amigos.
Muchas de sus salidas terminaban en la cama de él o de ella, siendo su relación de amigos con prioridades, como Budo llamó una vez la extraña relación entre la chica y él.
Sin embargo, en una de las tantas fiestas que fueron juntos, Budo hizo algo inesperado. Él sabía que entre la pelinegra y él mismo aun había química o amor, y por lo tanto hizo lo que creía más adecuado. Así que en una fiesta, pidió silencio y se arrodilló frente a la chica, sacando del bolsillo de su chaqueta una pequeña cajita muy bonita. Todos estaban sorprendidos. Pero más ella, que le arrebató a Budo la cajita de las manos para abrirla encontrándose las llaves de una casa.
—Pues bien, ya arruinaste el momento así que ya no queda de otra. Mira Ayano, me enamoré otra vez de ti. Bueno, siempre lo estuve. Tal vez pienses que no nos conocemos bien pero pienso que si vivimos juntos tal vez podríamos llegar a algo. Dime, ¿vivirías conmigo?
—Eres un idiota, pero sí, viviré contigo.
Con el paso de los días, la pareja ya estaba viviendo junta, y esperando un nuevo integrante en su familia. ¿Y su boda? bueno, se llevaría a cabo después del nacimiento del niño, pues Ayano no quería verse "gorda" para el mejor día de su vida.
FIN.
�������
Yo, pido perdón por el final, pero no estoy muy animada estos días. Gracias por seguir la historia hasta acá. <3
Espero que estén bien y que les haya gustado la historia.
BYE BYE.
ESTÁS LEYENDO
¡¿Por qué Tú?! (Budo x Ayano) 1era Temporada
Fanfiction-¡¿Que estoy enamorado?! -Sí. Eso es lo que sientes. -¿Y ahora qué hago? No lo puedo creer, yo, Budo Masuta enamorado, ni más ni menos de Ayano Aishi. →TERMINADA. →Poco lemon. →Capítulos medianamente largos. →Hay segunda temporada... Prohibi...