Kate y Rick son personas con personalidades totalmente diferentes pero hay algo que tienen en común y es la necesidad de acostarse con desconocidos sin necesidad de llegar más lejos; ambos adoran el sexo y eso es lo único que les importa. El destino...
Pensaba que sería más fácil, que no le sudarían las manos ni estaría tan nervioso pero Rick no es actor y Kate ya ha empezado a preocuparse por su estado.
- ¿De verdad que no quieres marcharte? Te veo hasta pálido y ni siquiera hemos pedido la cena.
- Estoy bien de verdad, es que esta noche es una de las más calurosas, lo leí en internet, no debería haberme abrigado tanto pero es que esta noche es la última que pasamos aquí y deseo que sea especial.
Beckett decide no preguntar más y disfrutar de la velada tan romántica que su novio le ha preparado con todo el cariño del mundo. La pareja brinda con el mejor vino de la casa, se ríen, hablan, y se olvidan por un momento de todo el estrés que le espera nada más regresar a la ciudad.
- Oye Kate, quería pedirte disculpas por mi comportamiento. No fue el adecuado.- la mujer le da un buen trago a la copa de vino.
- ¿Sobre el test de embarazo? No te preocupes, está olvidado.- pero Castle capta muy bien el lenguaje corporal y su novia dice muchas cosas ahora mismo.
- No, no lo está y necesito que me escuches.- él posa sus manos sobre las de ella.- no me malinterpretes, claro que quiero tener hijos contigo pero en un futuro; estamos celebrando nuestro primer año de novios, sería un poco precipitado ser padres, ¿no?
- Rick, no es lo que dijiste, es el tono que utilizaste. Dejaste claro que ahora te encuentras cómodo, tú y yo solos y créeme que te entiendo; pero es que desde que empezamos a salir...no soy la misma, yo no era así. He cambiado y sé que tú también.
- Pues claro que hemos cambiado, somos una pareja seria, estable; jamás había sentido esto por ninguna otra mujer. Tú misma me confesaste que utilizabas a los hombres durante una noche.
- Porque era mi estilo de vida, me encantaba ese poder que ejercía sobre ellos...pero cuando te vi...supe que mi pondrías mi vida patas arriba. Quise engañar al amor pero es evidente que contigo no dio resultado.
- Entonces, ¿no estás enfadada? No podría irme de aquí sabiendo que te molestó mi tono al hablar sobre la posibilidad de tener un bebé.
- Te prometo que todo queda olvidado, vamos a disfrutar de esta maravillosa y última noche.
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Llega el momento del postre y es entonces cuando la última parte del plan se pone en marcha. Rick conduce a Kate hasta la preciosa terraza situada encima del océano ahora calmado y reflejando la luz de la luna.
- Sabes que no hemos terminado, ¿para qué me has sacado fuera? ¿Te estabas mareando?- Castle sonríe, una de sus manos se asegura de que la caja con el anillo siga dentro de su bolsillo.
- Lo sé, enseguida volveremos dentro pero es que no quería que te fueses sin ver el sitio más bonito de este lugar. Además, lo que quiero decirte es bastante... ¿íntimo?- Beckett no comprende nada pero se deja llevar ya que la noche la ha planeado él.- Kate, yo era un mujeriego antes de conocerte, adoraba acostarme con una mujer distinta cada día o cada fin de semana; no sé por qué lo hacía pero me encantaba. Todo cambió cuando te vi por primera vez, jamás hubiese pensado que eras la dama de honor de la mujer de mi mejor amigo; el mundo es pañuelo ¿no crees? Llegar hasta aquí no ha sido fácil pero ha merecido la pena el sufrimiento si tiene un final feliz como el de hoy.
Kate intenta no llorar, esas palabras le han emocionado de verdad pero su rostro cambia al ver cómo Rick se arrodilla en el suelo.- Katherine Houghton Beckett, ¿quieres casarte conmigo? Sé que sólo llevamos un año y no te estoy pidiendo que nos casemos ya pero prometerme contigo es lo que más deseo.
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- ¿Qué pasará si vuelvo a tener un retraso? ¿Y si me quedo embarazada?
- Pues pensaremos en los posibles nombres tanto si es niño como si es niña, te quiero Kate, tener un hijo contigo sería el próximo paso para ser aún más feliz a tu lado.
- Bueno, en ese caso, sí, Richard Alexander Rodgers Castle, me casaré contigo.- él le pone el anillo para después besarse bajo la luz de la luna.
La pareja regresa a su mesa y piden que les lleven el postre a su cabaña, tienen algo que celebrar y cuanto antes mejor; de hecho, en cuanto el camarero se marcha, la ropa rápidamente queda desperdigada por el suelo.
Ambos enredan sus piernas y se dejan llevar por el amor y la pasión. Kate gime al sentir las fuertes embestidas de su prometido, es una lástima que tengan que abandonar ese paraíso al día siguiente pero recordará ese viaje con mucho cariño.
Varios días más tarde...
Kate ha quedado con Jenny y Lanie para mostrarles el anillo y de paso disfrutar de su sobrinita. Sus amigas llegan un poco más tarde que ella, se sientan en la mesa tras los besos y abrazos.
- ¡Te veo más morena!- exclama Lanie emocionada por tener a su amiga de vuelta.- la verdad es que con ese clima no apetecía quedarse encerrados, por muchas ganas que tuviésemos.
- Esos comentarios tendrán que ser sustituidos o censurados a partir de ahora.- comenta Jenny al sacar a Sarah Grace del carro.- ¡Oh Dios mío!- Beckett la coge con cuidado.- es una niña preciosa, mi más sincera enhorabuena.
- Duerme muy bien y es muy tranquila, espero que siga siendo así.- la abogada le hace carantoñas a su sobrinita y le dedica una mirada llena de ternura.
- Oye cielo, ¿ha pasado algo en el viaje que nos quieras contar?- pregunta Jenny conociendo demasiado bien a su amiga.- no es muy propio de ti este comportamiento con un bebé.
- Es mi sobrina, tengo que mimarla y protegerla además de malcriarla, para eso estamos las tías, ¿no?
- Te noto cambiada, no sé, hay algo en tu mirada...- Kate sonríe, sin poder ocultarlo más, les enseña su mano izquierda.- quizás no deberías fijarte en los ojos, más bien en este pedazo de anillo.
Los clientes de la cafetería se asustan al escuchar los chillidos de las dos amigas al ver que Kate se ha prometido, que dentro de unos años tendrán una boda de Katherine Beckett; una mujer que sentía alergia por el romanticismo y los vestidos de novia.
- ¡ENHORABUENA CIELO! Estamos muy orgullosas de ti, es un gran paso. ¿Cómo te lo pidió? ¿Dónde fue? ¿Qué llevabas puesto?
- Lanie, me siento como si estuviera en una sala de interrogaciones. Todas esas preguntas las responderé poco a poco, ahora sólo quiero prestarle toda mi atención a esta princesita.
N/A: ¡Hey, hey! Que ya tocaba actualizar, ¿no? Espero que os haya gustado, habréis podido observar que últimamente estoy más romántica de lo normal, pues no tengo a nadie especial en mi vida; simplemente me encuentro bien y ¿qué mejor manera que compartirlo con mis lectores? ¿Creéis que he hecho lo correcto? El que se hayan prometido no quiere decir que dentro de nada tengamos boda, pero después de lo que han pasado...es algo que se merecen, ¿no? ¿Qué pensáis? Podéis compartir vuestra opinión que no os voy a morder, (¿o quizás sí?)
