Capítulo 5

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Kate ignora el reloj durante al menos un par de horas, cuando se enfrasca de lleno en un caso no tiene ojos para nada ni nadie, por lo que no se percata de que Lanie ha entrado y se ha sentado en el pequeño sillón que hay en el despacho de la abogada.

- ¿Vas a seguir pasando de mi cara?- Beckett se sobresalta al escuchar la voz de su amiga, alza la cabeza para observar cómo Lanie se acerca a su mesa.- habíamos quedado para comer, ¿recuerdas?

- Lo sé y estoy a punto de acabar, es sólo que...últimamente no me concentro tanto como debería, no comprendo qué me ocurre.

Las amigas comienzan a charlar pidiendo comida para llevar y así no interrumpir su conversación.- ¿Por qué no le llamas? Sé que tienes esa estúpida norma de no acostarte con los padrinos pero siempre habrá una excepción.

- No puedo Lanie, no es sólo por esa regla, es que me prometí que no dejaría que nadie rompiese mi coraza por pura protección.- Kate evita la mirada de su amiga, le espera un buen sermón.

- Cielo, tienes todo el derecho del mundo a enamorarte, ¿de qué sirve acostarte cada noche con un tío distinto si a la hora de la verdad duermes sola? Eres guapa, divertida, inteligente y vives sola, ¿por qué? ¿De qué tienes miedo?

Y así finaliza esa intensa conversación entre las amigas, Beckett decide volver al trabajo, le espera un juicio dentro de un par de días y su cliente es "culpable" de ser cómplice en el robo de un banco.

Al caer la noche...

Rick termina de trabajar muy contento, quiere celebrarlo cenando por ahí pero Kevin está con los preparativos y Javi ha quedado con Lanie para cenar. Baraja la idea de llamar a Kate pero, ¿y si le dice que no? Desde la noche de la discoteca no han vuelto a verse ni tampoco se han llamado. No pierde nada por intentarlo.

-¿Diga?- Castle cambia la expresión al escuchar esa voz tan angelical, podría llevarla a su estudio y pedirle que cante algo.- ¿Kate? Soy Rick, voy a ir a cenar a una buena hamburguesería, ¿quieres acompañarme?

- No creo que sea adecuado, todavía tengo mucho trabajo que hacer, quizás otro día.

- Oh venga, no se puede trabajar con el estómago vacío, sólo serán un par de horas; no me seas aguafiestas.- Kate escucha cómo rugen sus tripas, sabe que en el fondo Castle tiene razón.- Está bien, pero después volveré al despacho, ¿entendido?

- Sí Señora, te envío la dirección por vía mensaje, nos vemos allí dentro de una hora. Hasta luego Katherine.- y Rick cuelga sin darle tiempo a la abogada a contestarle. ¿A qué se debe tanta efusividad?

 ¿A qué se debe tanta efusividad?

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Una hora más tarde...

Kate pudo pasar por su apartamento para ponerse algo más cómodo e informal, no soporta utilizar el traje del trabajo pero es lo obligatorio. Rick le espera en la puerta terminándose un cigarro que en ese momento tira al suelo para pisarlo.

- ¡Vaya! No sabía que fumabas.

- Muy de vez en cuando, puedo dejarlo cuando quiera, ¿entramos?- él abre la puerta para permitir que Kate pase primero, una amable camarera les lleva hasta una mesa pegada a la ventana.

- Te veo nervioso, más bien eufórico, ¿puedo saber a qué se debe?- Castle le sonríe antes de pedir dos cervezas bien frías a la joven camarera.- me encanta mi trabajo, dejémoslo ahí, a ti no te vendría mal sonreír un poco; con ese tal Sam de la discoteca no dejabas de mostrar esa hermosa sonrisa.

- El alcohol tuvo mucho que ver además Sam fue gracioso y simpático conmigo, no quería espantarlo. Quizás hubiésemos llegado a más de no ser porque alguien se metió en una brutal pelea.

- No voy a disculparme por cerrarle la boca a ese gilipollas, se pasó de la raya y alguien tenía que pararle los pies.

- Según tú dijo algo sobre alguien que aprecias, ¿habló de Kevin, de Javi tal vez?- Rick maldice en silencio, ha hablado demasiado y ahora se ha metido en un callejón sin salida.

- Pues no, no comentó nada sobre ellos, su intención era acercarse a la barra para intentar follar con la mujer morena de pantalones ajustados, según él le marcaban su buen culo.- Beckett se queda helada, no le salen las palabras.

¿Rick se metió en una pelea por ella? Ese tío quizás le hubiese intentado violar o quién sabe, algo peor y Castle decidió quitarle esa idea mediante unos buenos golpes.

- No...no sé qué decir Rick, te enzarzaste en una pelea por mí, ¿por qué no me lo dijiste aquella noche?

- Tuvimos demasiada emoción por una noche, ¿no te parece? Soy un caballero y respeto a las mujeres sobre todas las cosas. Lo que ese hijo de puta tenía pensado hacer...no podía permitirlo y menos a ti, dama de honor.

- Te lo agradezco de verdad Rick pero tranquilo, siempre voy armada, me saqué el permiso hace un par de años y también boxeo por lo que ese tío no hubiese llegado lejos.

- ¡¿Y me lo dices ahora?! Sacrifiqué mi hermosa cara para defenderte.- Kate bebe de su cerveza y coge una patata con kétchup.- Te hice un favor Castle, eres un poco creído.

- ¿En serio? Pues nada, la próxima vez no moveré un dedo, veo que te vales por ti misma.

- No lo dudes, ¿cenamos?

Abogada y compositor musical disfrutan de una agradable velada, la música les gusta y en el local parece haber buen ambiente

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Abogada y compositor musical disfrutan de una agradable velada, la música les gusta y en el local parece haber buen ambiente.

- Oye Kate, ya que perdí parte de mi encanto por tu culpa...necesito que hagas algo por mí, por favor. No es sexual ni ilegal por lo que puedes respirar tranquila.

- ¿Y qué quieres que haga?

- Canta para mí, vamos a mi estudio y compartes tu dulce voz conmigo, prometo no enseñársela a nadie más pero es que es un pecado tener esa melodía y no intentar siquiera hacer un cover de alguien famoso.

- ¿De verdad quieres que cante? Pero si lo hago fatal.

- No me importa, puedo hacer maravillas con mi mesa de mezclas aunque estoy seguro de que no será necesario utilizar nada.

Engañando al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora