Capítulo 31

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N/A: No es propio de mí finalizar una historia con un número impar pero opino que es innecesario alargar esto más, así que allá voy... Siempre os agradezco el que caminéis este camino junto a mí, no merece la pena continuar una historia si no hay nadie al otro lado para escucharla, para opinar, leer y si hace falta, compartir una crítica constructiva. Claro que tengo fallos, forman parte de uno mismo para poder evolucionar y mejorar. ¡Mil gracias! A continuación, última parte de "Engañando al amor".

Años más tarde...

Una joven de unos quince años sale del edificio bastante cabreada por la cantidad de trabajo que le han mandado los profesores; los adultos piensan que la vida de los estudiantes es dedicación exclusiva a las clases cosa que no es así pero les importa bien poco con tal de que hagan los deberes de forma correcta.

- ¡Peyton, espera!- la voz de un chico le obliga a girar la cabeza, sonríe al ver que es su mejor amigo.- Chris, ¿qué pasa?

- He visto que has salido bastante mosqueada de clase de biología, no te entiendo por qué te pones así. Vas a terminar aprobando la asignatura y lo sabes.

- Es que últimamente estoy rara, no me hagas mucho caso, mi madre afirma que son cosas que les ocurre a las mujeres de vez en cuando. Además, me molesta que los profesores se crean mejores que nosotros simplemente por el hecho de ser adultos.

- Yo opino lo mismo que tú pero conoces las reglas, debemos respetarles ante todo. Aunque claro.- el joven le saca la lengua a su amiga.- eso no forma parte de tu personalidad, ¿verdad?

- Exactamente, si no fuese porque mi madre es una de las mejores abogadas de la ciudad...le hubiese cantado las cuarenta al Señor Montgomery. Me tiene harta con sus manías.

La conversación se ve interrumpida por la llegada del padre de Peyton que le saluda alzando la mano.- Bueno Chris, tengo que marcharme, ¿hablamos más tarde?

- ¡Claro! Hasta luego Peyton.- y los amigos se despiden para regresar a sus casas tras una jornada intensa en el instituto.

- Hola papá.- ella besa la mejilla de su padre antes de abrocharse el cinturón.- hola preciosa, ¿ha pasado algo hoy? No tienes la misma expresión de siempre.

- Ahora no me apetece hablar, ¿podemos alejarnos de este infierno?

Rick ya mantuvo una extensa charla con su mujer sobre el comportamiento de su hija casi adolescente. Es increíble cómo el tiempo ha pasado tan rápido, Peyton sigue siendo su princesa pero con el pelo más largo, cuerpo normal para una chica de su edad y cambios de humor que a veces asustan.


Padre e hija llegan al loft dónde Kate le da de comer al miembro más pequeño de la familia Castle, Jake se remueve en su silleta al ver a su padre y su hermana mayor que le da un buen achuchón para después encerrarse en su cuarto.

- ¿Habéis discutido?- pregunta Beckett besando tiernamente a su marido que se deja caer exhausto en el sofá, los años no perdonan.

- Todo lo contrario, no hemos hablado en todo el camino. Creo que ha pasado algo en clase pero no me ha querido contar nada, ¿crees que tú podrás? Estas edades se te dan mejor a ti que a mí.

- Venga ya, simplemente cuento la ventaja de ser del mismo bando, ya me entiendes. ¿Puedes sacarle los gases a Jake? Voy a hablar con ella.

 ¿Puedes sacarle los gases a Jake? Voy a hablar con ella

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Kate toca la puerta y espera a que su hija le permita entrar, es mejor no forzar las cosas.- Cielo, ¿puedo hablar contigo?- Peyton está tumbada en la cama boca arriba.

- Si no hay otra opción...puedes sentarte en la cama.- Beckett no le presta demasiada atención a la forma de hablar de su hija, al menos no por ahora.

- Cariño, ¿ha pasado algo en el instituto? Sabes que puedes contarme lo que sea.- su hija duda durante unos segundos, la verdad es que es un tema bastante personal y le da un poco de vergüenza.

Peyton se incorpora para estar cara a cara con su madre que, a pesar de los años que han pasado, sigue tan hermosa como siempre. ¿Cuál será su secreto?

- El caso es que hoy durante la comida...he sentido algo.

- ¿Qué has sentido? ¿Te encuentras mal?- la joven niega con la cabeza.- Chris piensa que me he ido enfadada por el Señor Montgomery, cosa que en parte es cierto pero eso no me preocupa. Mamá, ¿es raro que te guste un chico mayor?

Beckett esperaba una pregunta sobre el amor pero no esa clase de pregunta. Si Rick se entera es capaz de encerrar a Peyton hasta que tenga edad suficiente para tener novio, o sea nunca; al menos para él.


- ¿Es eso? ¿Por eso estás así? Cariño, a tu edad es completamente normal que empieces a sentir curiosidad por los chicos, y si es mayor...pues mejor pero no te estoy dando permiso para que salgas con uno; no sé si me explico.

- Una compañera de clase va fardando de haberse "liado" con uno de último curso. Dice que es lo mejor que te puede pasar.

Kate aparta su lado de abogada porque de no ser así, llamaría a ese chico para recordarle que aprovecharse de una menor sin su consentimiento es ilegal y motivo para ir a la cárcel.

- Peyton, yo puedo asegurarte que a tu edad también me sentí atraída por los chicos de último curso pero era lo bastante inteligente como para saber que no merecía la pena. Ellos piensan en mujeres mayores que ellos, futbol y fiestas de universidad una vez salgan del instituto. ¿Crees que las chicas de tu edad les importan? Sólo son utilizadas y no vas a pasar por eso.

- ¿Y cuándo tendré la edad para salir con chicos?- Beckett coloca el pelo de su hija detrás de la oreja para ver su precioso rostro.- ya sales con chicos, pero no de esa forma. Chris es un chico, ¿no?

- Sí pero él es mi mejor amigo, eso no cuenta.

¿Cómo qué no? ¿Y esoquién lo dice? Oye, tu padre y yo fuimos mejores amigos, y lo seguimos siendo. - Peyton nunca ha escuchado la historia de sus padres, ahora podría ser un buen momento.

- Mamá, papá y tú, ¿cómo os conocisteis? ¿Fuisteis novios en el instituto? ¿O en la universidad?

- No exactamente.- Kate omite la parte en la que se tiraba a todo lo que se movía y utilizaba a los hombres, esa Katherine ya no existe y nunca volverá.- digamos que tu padre y yo no estábamos teniendo un mal momento en nuestras vidas y el destino nos quiso unir.

- Eso suena muy cursi.- responde Peyton guiñándole un ojo a su madre.- es posible.- responde Kate.- te voy a dar un consejo cariño, quise vivir durante un tiempo engañando al amor pero fue imposible; no intentes hacer lo mismo porque si lo haces, no encontrarás nunca a tu amor verdadero.

- Gracias mamá, me ha gustado esta charla, eres la mejor.- Peyton abraza a su madre.- ¿quieres que compartamos un helado?- pregunta la abogada levantándose de la cama.

- Me encantaría.


Y hasta aquí ha llegado la historia, claro que podría haberla alargado pero no me parece la mejor idea. Llegan las vacaciones y me encantaría tener todo cerrado para disfrutar y descansar con la familia y los amigos. De nuevo, gracias por los votos y comentarios. ¡Hasta la próxima historia!


Engañando al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora