Capítulo 25

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Todos disfrutan de una merecida cerveza tras terminar con la larga mudanza que por fin ha terminado. Kate y Rick por un nuevo comienzo, para ellos todo esto va a ser un duro reto que tendrán que superar juntos; no será fácil pero podrán con lo que sea.

- Sigo sin creerme que Ricky se haya prometido, la verdad es que no apostaba por él.- comenta Javi tras ser el que más alcohol ha ingerido.- pero me alegro por ti amigo, en serio ¡Por Ricky!- exclama feliz.

- ¡Por Ricky!- responden los demás siguiéndole el juego al detective ebrio.- Será mejor que le acompañemos a su apartamento, no me fío de él.- Kevin y Jenny se marchan con Espo, Lanie opta por marcharse también.

- Ya es oficial, vivimos juntos, ¿cómo te sientes?- pregunta Kate tras recoger todos los botellines y meterlos en una bolsa para echarlos en su contenedor; es una mujer que se preocupa por el mundo en el que vive.

- Es extraño pero me gusta, va a ser interesante.- responde él alzando una ceja y besando a su novia y nueva compañera de piso.- ¿crees que podremos con la convivencia?

- Nadie dijo que fuese fácil pero creo que conseguiremos acostumbrarnos a esta nueva vida. Entiende que hasta hace relativamente poco vivíamos de forma salvaje. Claro que será raro despertarme y verte a mi lado, por otra parte...el sexo mañanero es igual de impresionante.

- Ya te digo, ¿quieres que pida algo para cenar? Se me da bien cocinar pero estoy demasiado agotado.

- Vale, voy a darme una ducha para quitarme este sudor tan desagradable, puedes apuntarte en cuanto pidas la cena.

Meses más tarde...

Beckett no tiene ganas de trabajar, echa de menos a Castle. Sabe que es su trabajo y que vive de eso pero, ¿tres meses? ¿Es necesario tanto tiempo? Ella no entiende las giras de los cantantes y por eso no puede opinar tampoco. Sólo quiere que su novio regrese cuanto antes, el loft es muy grande sin él.

- Beckett.- la voz de su secretaría suena por un pequeño altavoz.- aquí hay un hombre que pide hablar contigo, no tiene cita.- a la abogada no le apetece ver a nadie pero tiene que cumplir con su trabajo.

- Dile que pase.- la puerta se abre y un hombre de unos treinta y pocos años, moreno y con unos abdominales bien visibles sonríe a la mujer que se ha quedado sin habla.- ¿Josh? ¿Josh Davidson?

- Veo que no me has olvidado Kit Kat, te noto algo...cambiada.- los dos amigos se funden en un amistoso y tierno abrazo, Beckett es la que se separa.

           - ¿Qué estás haciendo en la ciudad? Pensaba que seguíasviajando como modelo, ahora entiendo por qué fuiste portada en aquella revista.    

- Tú tan sutil como siempre, nosotros también podemos disfrutar de unas mini vacaciones, ¿no? Tengo una sesión de fotos en Nueva York y quise pasarme a saludar. Me parece que a los dos nos han sentado fenomenal los años.

- Bueno...sigo yendo al gimnasio a boxear de vez en cuando y salgo a correr todas las mañanas, tú tampoco has perdido tu famosa tableta. Me alegra verte Josh a pesar de lo que ocurrió.

Ambos se sientan en el sofá de Kate, esta pide dos cafés a su secretaría que no tarda nada en llevárselo y dejarlos a solas.

- Kate, no ocurrió nada. Simplemente quisiste ser abogada y yo me quedé en el mundo de la moda; son cosas que pasan. ¿Qué el sexo fue maravilloso? Puede ser, creo que no conoceré a una mujer como tú; haces magia en la cama.

Engañando al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora