ANTES.
Lander me miró. Tenía la mirada perdida. Parecía estar fuera de sí.
-Lander... ¿Cómo...? ¿Por qué...?
-No espero que lo entiendas. Lamento que Esmeralda te lo haya dicho así. No quería...-miró hacia abajo, juntando sus manos-es lo que hago para ellos. Mato a personas demasiado chusmas que no necesitan saber.
-Pero matar a su familia... eso es ir demasiado lejos. Incluso para ti.
Dije levantándome de la silla.
-No te enojes. Por favor. Charlotte... ella es... ella me tiene Apolo. No puedo irme, no pueda correr, no puedo esconderme. Nací prácticamente aquí, me entrenaron para defender esta organización. Y aunque no defienda mucho las cosas que hacen...es mi deber hacerlo.
Me di la vuelta.
-No sabes lo que dices. Estas personas son manipuladoras. Matan a su gusto. Tratan de cazar a personas como mis amigos, como lo era yo antes. Solo por querer ser un eslabón más fuerte en la cadena.
Lander se levantó.
-Lo sé. Sé que es lo que hacen. Y aunque quiera cambiar algo, no puedo. Lo siento. Estamos los dos atrapados.
Golpeé una pared. La furia estaba incontrolable. Las cosas que tuve que vivir, y las cosas que tal vez me hagan hacer. Es demasiado.
-Apolo...-Lander se me acercó despacio-por favor no me odies.
Me di la vuelta y lo golpeé. Una vez que estuvo en el suelo, lo tomé del cuello y lo estampé contra la pared. Le pegué otra vez, y una vez más. Calló resbalándose por la pared como una cucaracha.
-Apolo...-balbuceó-soy...no me pegues.
Me acerqué a su cara.
-Todo este tiempo pensé que había encontrado a alguien en quien pudiera confiar. Pero ahora ya no siento nada. ¿Dime por qué tendría que parar? Si eres uno de ellos.
Limpió su nariz sangrante. Su rostro se calmó, no parecía querer devolverme el golpe. Todo lo contrario.
-Porque...soy tu hermano.
AHORA.
Esta escena que estoy viviendo me hace acordar a la primera vez que nos reunimos todos con Thea. Ella estaba sentada y nos miraba como si fuéramos extraterrestres. No entendía por qué a ella le estaba pasando eso, por qué entre todas las chicas de todo el mundo ella era la que tenía poderes, y el peso de un loco caía sobre sus hombros. Esa Thea tenía la cola entre las patas, sus ojos acuosos, y mente confundida. Ahora los papeles cambiaron. Ella es la confiada, segura de sí misma. Puedo notar algo de miedo, pero no como el miedo de la primera vez. Sus ojos no se fueron de los míos, en todos estos minutos de silencio.
Eric está junto a mí con una copa de vino en las manos. Max y Mark juntos apoyados en la pared junto a Thea. Will, con un brazo alrededor de la cintura de Freya. Grace, junto a Thea. Y yo sentado en el sillón, esperando la respuesta de alguno. Dije lo que podía, y diablos, nunca pensé que estaría en este lugar, expectante a la respuesta de mis amigos.
Eric me miró luego de dejar la copa de vino en la mesa ratona, y después miró a los demás.
-¿En serio? ¿Tanto les cuesta responder? Apolo tiene un hermano, que está en peligro gracias a otra loca. Necesitamos de su ayuda. Fin de la historia. Dios... cuantos problemas que tienen, además de ser raritos con poderes.
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Ojos Color Tormenta II
Science FictionEsta es la segunda parte de OJOS COLOR FUEGO. NO LEER ESTA, HASTA NO HABER LEIDO LA ANTERIOR NOVELA. Prohibida su copia. Graaacias otra vez al genio de @Jay_Wolff por la increíble portada <3 Me encantó.