Capítulo 10

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Narra Gerard:

-Emm, Frank, creo que estudia en nuestra escuela...- Dijo TN después de un tiempo. 

Los hombres voltearon a verme y me sentía algo intimidado.

-Estaban sentados con él aquí- Dijo el otro grandulón.

-Sí, pero no somos amigos, no lo conocemos bien- miró TN a uno de los tipos- ¿cierto Gee?

-Sí, sí claro que no- Estaba algo asustado, estos hombres daban mucho miedo.

De pronto Frank se volvió a aparecer, de la nada, él solo estaba ahí detrás de ellos.

-Ey, deja de molestarlos, ellos no tienen nada que ver en esto- Dijo Frank mirándolos como tratando de mirar a la punta de una montaña.

-Te mataremos enano- Dijo el más grande tronando sus dedos.

-Si me atrapan gordas- Dijo subiéndose los pantalones y volvió a correr lejos. Frank y los hombres ya no se podían ver, TN y yo nos miramos las caras.

-Cambiando de tema ¿Leíste el cómic?- Le pregunté.

-Sí, es increíble.

-¿Quieres jugar a algo? tenemos tiempo, y además tengo un balón de fútbol de mi hermano.

-¿Juegas bien?- Me preguntó

-Umm... eso es discutible

-Bueno, juguemos- sonrió levantándose  del suelo.

Narra TN:

Gerard jugaba como la mierda, pero la estábamos pasando muy bien, estaba feliz de haber conseguido a alguien más con quien hablar. Ray me llamó mientras jugabamos.

-¡Hola Ray!- dije animada.

-Em, hola, mira ahora mismo tengo una situación algo rara.

-¿Cuál?

-Mis primos se estaban haciendo unos tatuajes aquí en mi casa, el tatuador era Frank, y parece que la cosa se puso fea y mis primos salieron corriendo detrás de él.

-Oh, ¿ellos son tus primos?, gee y yo estábamos sentados y vimos a Frank corriendo de ellos.

-Ojalá y mis primos no lo alcancen

-Te llamo al rato Ray

-Vale- trancó.

Gerard y yo jugamos un rato más y volví a mi casa caminando, gracias al cielo no estaban mis primos ni mi tía, pude llegar en paz.

Narra Frank:

Me metía por los callejones mas cercanos huyendo de estos tipos, subí a un techo y al fin los perdí. Cuando trataba de bajar una vieja salió y me empezó a golpear con una escoba.

-¡Fuera niño!- gritaba la señora.

-Pero cálmese viejesita, no es mi culpa que su escoba de bruja no funcione.

-¡¿Qué dijiste?!

-Nada, nada- bajé.

Caminé hacia mi casa y entré, mi mamá estaba cocinando.

-Hola mami- Le sonreí.

-Hola, ¿donde estabas?-

-Tatuando a unos tipos por ahí- mi mamá volteó preocupada- mentira mamá, estudiando con unos amigos.

-No quiero que te metas en problemas Frankie-Dijo mi madre.

-Incluso teniendo problemas, jamás me atraparan.

Subí a mi habitación a comer la cena que había hecho mi mamá y luego me quedé dormido. Yo normalmente tenía problemas, no con mi mamá, la amo, tenía algunos problemas psicológicos un tanto extraños. A veces me preocupaba por todo, y luego era un imbécil despreocupado, y así con casi todo...





El Chico Raro (Gerard Way y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora