10 - Val y la tormenta

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Su mano estaba levemente manchada con carbón pero eso no le impedía en lo absoluto el poder seguir dibujando.

-Hm... no tarda en llover -pensó en voz alta mirando el cielo.

Su caballo estaba debajo de la rama dónde Val estaba sentado, de pronto comenzó a relinchar desesperadamente como si algo le asustara, Val bajó del árbol y acarició su melena intentando calmarlo.

-Shh, shh... tranquilo -le susurró el chico -¿Qué sucede?

Antes de que pudiera darse cuenta alguien salió de los arbustos y rodeó su cuello con el brazo, Val gritó como respuesta e intentó liberarse del agarre.

Forcejeaba con desesperación ya que si su atacante apretaba más el agarre lo asfixiaría.

-¡Suéltame!

Con una mano, buscó en su pequeña bolsa que colgaba en su cinturón y sacó una cuchilla con la que cortaba hierbas para abrirse paso, la movió con una agilidad que le sorprendió a si mismo y logró herir a la persona.

Se volteó de golpe tratando de buscarla pero se había vuelto a esconder, cargado de miedo Val subió a su caballo con la navaja aún en mano.

Las gotas de lluvia comenzaron a caer y no tardaron en convertirse en una violenta tormenta.

-Vámonos.. heya -murmuró Val, aún temeroso de que el atacante volviera a saltar de algún sitio.

Vio de reojo y la persona estaba parada detrás de él, gritó fuerte y el caballo corrió a toda velocidad.

Soraru caminaba de un lado a otro sin parar, Mafu solo lo seguía con la vista, estaba demasiado preocupado.

-Soraru-san, debes calmarte...

-¿Cómo voy a calmarme, Mafu? -respondió estresado -¡Está lloviendo a cántaros y Val no está aquí aún!

Se recargó en un pilar de la entrada mirando hacia delante pero no había ni rastro de su hermano menor.

-¿Regresó ya? -preguntó Shun, Soraru negó con la cabeza -Debería ir a buscarlo.

-Es muy peligroso, señor... -murmuró Mafu

Shun suspiró al escuchar el comentario del albino, sabía perfectamente que era peligroso y que no podía meterse él también en riesgo.

-¿Puedes traer una toalla, Mafu-kun? -le preguntó amable mientras recibía una fría mirada de Soraru.

-Sí, ya vuelvo.

Mafu soltó la mano del príncipe que había estado sujetando todo éste tiempo en un intento de que se calmara, Soraru quiso frenarlo pero no fue tan rápido.

-¿Qué le habrá pasado? -preguntó Soraru

-No lo sé, nunca pasa por alto cosas como ésta.

-Espero esté bien.

De pronto la figura de un caballo apareció entre la fuerte lluvia con el pequeño príncipe de cabello oscuro montando en el mientras temblaba de manera exagerada.

-¡Mafu, apurate! -gritó Soraru al mismo tiempo que salía al encuentro de Val junto a Shun.

Ambos cargaron al pequeño y lo llevaron dentro mientras un sirviente se encargó de meter a su caballo en el corral.

Mafu llegó corriendo con los tres príncipes y entre el pánico Soraru le quitó rápidamente la toalla blanca y se la puso sobre los hombros a su hermanito para despues secarlo.

-Val, ¿que pasó? ¿No viste las nubes negras?

Val negó con la cabeza, Shun miró hacia su mano, aún cargaba la pequeña cuchilla.

-¿Te atoraste en el bosque?

Val volvió a negar con la cabeza y estornudó.

-Val... dinos... -le pidió Soraru intentando calmarse.

El más pequeño levantó la mirada y comenzó a llorar desconsoladamente, luego abrazó a sus dos hermanos con fuerza y éstos, sorprendidos, le correspondieron.

-¡Iba a morir.. onii-chan.. casi iba a morir...! -sollozó -¡Queri..quería matarme...!

Los príncipes se miraron sorprendidos ante lo último.

-¿Matarte? ¿Quién?

Val intentó calmar su llanto por un momento sin despegarse del abrazo, no quería que lo soltaran nunca más.

-No sé quien era... -sorbió con la naríz -Pero me solté hiriendolo con ésto...

-¿Dónde lo heriste? -preguntó Shun.

-En la mano... no sé si izquierda o derecha -murmuró -No me suelten...

Soraru y Shun lo abrazaron un poco más fuerte y se dedicaron a calmarlo, estaba tan asustado, nunca había pasado por algo así que hasta durmieron los tres juntos.

Al día siguiente Mafu regresaba de entrenamiento junto a Luz y Amatsuki, se sentaron en la fuente del patio y comenzaron a hablar.

Mientras conversaban, Shun apareció y saludó, los tres caballeros hicieron una reverencia ante él.

Entonces Shun miró a Amatsuki directamente, su mano estaba vendada. Se acercó a ellos serio y se detuvo frente al castaño.

-¿Qué te pasó allí?

Los otros dos chicos miraron, aunque Luz no tenía idea de lo que pasaba Mafu se alarmó ante la posibilidad de que Amatsuki fuera el atacante.

-¿E..eh? Sólo me quemé haciendo el desayuno hoy...

-Bien -Shun no dijo una palabra más y se retiró.

-Mafu-kun, ¿qué fue eso? -murmuró Amatsuki.

-Oh, nada... así es el príncipe -le sonrió.

Más tarde les encargaron la misión a los tres chicos de ir al lugar donde había sido atacado Val, Soraru se negó a dejar ir a Mafu pero al final tuvo que dejarlo.

Cuando estuvieron en el sitio se pusieron atentos a cualquier rastro pues las pisadas se habían borrado con la lluvia.

-Parece que no hay rastro... -murmuró Amatsuki -será mejor irnos

-Tienes razón -respondió Luz -Mafu-kun, vamos.

Mafu se levantó del sitio dónde se encontraba con el lápiz de carbón de Val, seguro lo había soltado por el susto.

Los tres chicos regresaron a pie hasta el castillo dónde esperaba Soraru.

-¡Soraru-san! -sonrió Mafu al verlo y le dio un abrazo -¿No estabas cuidando de Val?

-Es el turno de Shun.

Mafu se mantuvo en el abrazo y se acercó discretamente al oído del príncipe.

-Amatsuki, su mano.

Soraru miró hacia los dos compañeros de Mafu mientras este se soltaba del abrazo, fijo su mirada en la mano del mismo chico.

-Lo siento, tengo que irme ya majestad... -dijo Amatsuki sintiendose incómodo, casi podía adivinar que lo enviaban a la horca o algo.

-Está bien.

-Yo te acompaño -le sonrió Luz, sorprendiendolo.

-¿Eh? No, no. No es necesario -respondió Amatsuki, si Luz lo acompañaba no podría ir con Kashitaro -Me voy solo, gracias.

-Es muy rarito últimamente... -murmuró Luz -bueno, tambien me voy, nos vemos.

-Hasta luego~

Una vez los dos chicos desaparecieron de su vista Soraru y Mafu entraron al castillo y se dirigieron a la habitación del albino.

[Beta ver.] Buscando el CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora