[Beta ver.] Buscando el Cielo

21 - Rompen la puerta

Seguramente llevaban horas allí escondidos, Val de alguna manera había quedado dormido en la cama de la torre.

Mafu al percatarse se acercó al menor con una manta y la intención de cubrirlo, entonces Val tuvo una fuerte sacudida parecido a un escalofrío.

–¿Val? –murmuró Soraru acercándose a su hermano –¿Qué sucede?

Mafu buscó una manta mas gruesa en las cajas que había en la diminuta habitación y se la colocó al niño que no pasaba de temblar y se le había puesto la carne de gallina.

–¿Qué pasa? –preguntó Soraru –ni siquiera hace frío...

–No creo que sea... –Mafu tocó la frente de Val notando que su tenperatura había bajado un poco –No puede ser...

–¿Qué? –volvió a preguntar Soraru –¡¿Qué le está pasando a mi hermano?!

Mafu permaneció callado, pensando en como podía arreglar aquello pero nada venía a su mente. En esa habitación no tenían nada útil mas que esas pocas mantas.

–¡¡Mafumafu!! ¡¡Te pregunté que le sucede a mi hermano!! –exclamó Soraru regresando la atención del albino a él una vez más.

–O..oni... an... –Val no podía articular palabras claras, su cuerpo se sentía horrible y sus manos se habían entumecido.

Mafu no podía responder tampoco, estaba demasiado asustado como para creerse que Val tambien resultara afectado. No quería creerlo pero ahí estaba, frente a él el pequeño niño sufriendo.

–¡¡Estoy cansado de que sepas todo y no me digas nada!! –volvió a gritar Soraru furioso.

–¡Bueno, pues lo siento! ¡¡Al menos yo no maldije a un reino entero y a mi propio hermano menor!!

Soraru se quedó paralizado. Lo que le estaba sucediendo a Val... ¿era culpa suya?

–¿No podemos hacer nada por él? –preguntó con la voz ahogada.

–No hay nada para tratarlo aquí... –respondió Mafu.

Unos golpes fuertes a la puerta los sacaron de sus pensamientos, habían llegado.

–Demonios.. ya están aquí ¿tan pronto? –murmuró Mafu –Y saben que estamos aquí... no, no, no..

–Oye, oye... intenta calmarte.

–B..bien...

La puerta fue golpeada con más fuerza, tanta que las tablas hicieron ruido tambien.

–No podemos dejar que se lleven a Val... –le murmuró Mafu a Soraru.

–Lo esconderemos...

Entre los dos cargaron al niño que solo temblaba, lo acomodaron con las gruesas mantas en una esquina y lo ocultaron con cajas.

–Lo siento, hermanito... –dijo Soraru con un gran nudo en la garganta –No salgas de aquí ni hagas ruido.

–O.. ni... ch..cha... n..no..

–Aguanta, ¿si? –Soraru lo abrazó fuerte –Tú puedes, se que puedes. Te quiero.

Y tras decir aquello puso la última caja que cubría por completo al niño, se sentó al lado de Mafu y contuvo las ganas de llorar.

–No quería hacer esto... y no sé como detenerlo...

Mafu guardó silencio, dejando al príncipe hablar. Los golpes seguían siendo constantes a la puerta, ahora era hechos por espadas intentando romper la madera, escucharon como se hacía una grieta.