17 - Dos contra el mundo

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Las manos de Amatsuki no podían ni siquiera sostener la espada de manera firme, la practica casi terminaba y debía decirle a Mafu lo que había pasado con Luz. Con su amigo de la infancia.

Aún si el peliblanco no recordaba del todo a Luz, la mitad de sus recuerdos sobre él habían regresado y por tanto crecido su cariño hacia él.

Amatsuki a veces se asutaba cuando le tocaba hacer combate con Mafu, el albino no se detenía hasta que su compañero quedara en el suelo y cada golpe que daba estaba lleno de una precisión que lo sorprendía siempre.

Parecía como si olvidara que él era su amigo y no un enemigo, como si estuviera viendo a otra persona y casi buscara golpear a matar. Mafu daba miedo.

Media hora más tarde de que se terminara el pequeño combate entre ambos amigos la páctica terminó y Amatsuki se reunió con su amigo en la fuente del patio.

–Nee, Mafu.

–¿Hm?

–Cuando estamos en combate... ¿en quien piensas? A veces parece como si pelearas con alguien más.

–¿Eh? Yo no... pienso en nadie, simplemente sale así...

–Oh... entonces nadie podrá vencerte, eres muy fuerte –rio Amatsuki.

–¡¿Te herí?!

–¿Qué? ¡No! Estoy bien, no te preocupes.

–Waa... lo siento.

–Te dije que está bien, no te preocupes~

Se mantuvieron en silencio mirando el jardín, las hojas que quedaban en los árboles eran cafés y anarajadas.

Faltaba Luz allí para completar tal armonía que siempre los rodeaba.

–Parece que Luz-kun no vino hoy... –murmuró Mafu.

–Mafu... –Amatsuki se volvió a mirarlo, debía decirle –Luz... encontró a Shun.

El albino se levantó de un salto de felicidad.

–¿¿Enserio??

–Sí...

–Soraru-san y Val se pondrán muy felices, ¡debo ir a su casa a agradecerle...!

Amatsuki sostuvo al albino de su prenda impidiendo que se alejara más, tenía que decirle ya.

–Luz-kun no está en su casa...

–¿Uh? Entonces... ¿dónde?

Amatsuki sólo bajó la cabeza incapaz de decirlo en voz alta, por fortuna Mafu entendió con su gesto y todo el mundo pareció derrumbarse ante él.

–No... Luz-kun... –reprimió un sollozo, Amatsuki no pudo hacer más que mirarlo.

–Lo siento, Mafu... él... Nos separamos y él decidió ir directo a los calabozos, entonces lo capturaron.

Mafu se dejó caer de nuevo en la acera de la fuente, no podía creer que su amigo hubiera sido apresado tambien.

–¿Y tú... estás bien?

–...sí, no me pasó absolutamente nada –suspiró

–Manos mal... no me hubiera perdonado haberlos perdido a ambos –dijo Mafu –cielos, espero todo se arregle pronto...

Amatsuki se había ido a casa, Mafu estaba encerrado en su cuarto, ni siquiera fue a ver a Soraru despues de la charla con su amigo.

Necesitaba llorar, estaba llorando, detestaba la idea de que su amigo estuviera a la merced de una persona que incluso quería arrebatarle la vida a Soraru, ahora estaba utilizando carnadas para intentar atraerlos, de alguna manera era listo.

Si sólo hubiera impedido que Soraru fuera a la frontera... no, nada era su culpa, la culpa era toda del otro reino. Ellos querían la guerra, el Sur no tenía ningún deseo de pelear, el Norte fue quien comenzó todo.

Y ahora que lo pensaba ambos reinos en la historia habían sido grandes aliados, pero ahora que "Kradness" gobernaba el sitio por la situación de que la princesa estaba enferma...

–¡Eso es! –exclamó –Puedo curar a la princesa, regresará al poder y ésto volverá a la normalidad.

Sabía que la princesa no debía tener deseos de una pelear ya que su familia siempre fue muy pacifista, si detenía al otro príncipe lograría detener tal posible guerra.

Se limpió las lágrimas y sacó un mapa del armario buscando como llegar de la manera más segura al castillo del Sur.

Cuando comenzó a trazar líneas con carbón para hacer una ruta unos brazos se deslizaron por su espalda terminando abrazando su pecho, un escalofrío le recorrió el cuerpo, el cuerpo de la otra persona estaba muy pegado al suyo.

–So..Soraru-san ¿q..qué sucede? –balbuceó guardando las cosas para que no las mirara.

–No viniste a verme... me preocupé y vine a buscarte.

–¡Lo siento! Ne..necesitaba un momento a solas, Amatsuki me dio una noticia...

Soraru asomó su cabeza por sobre el hombro sel albino y notó los rastros secos de las lágrimas que antes habían corrido por sus mejillas, su naricita aún un poco roja y sus ojos hinchados.

–¿Qué fue lo que te dijo?

–Sólo... guardo ésto y te cuento, ¿bien?

–Bien –Soraru soltó al chico y se sentó en su cama a esperarlo.

Mafu tiró el lápiz de carbó y el mapa en el primer cajón que encontró vacía y se sentó al lado de Soraru.

–Fueron noticias buenas... y malas –comenzó a decir Mafu

–Te escucho...

–Luz... en..encontró a Shun –dijo y los ojos de Soraru parecieron iluminarase –pero... ahora ambos están encerrados.

Soraru tomó la delgada y pálida mano de su pareja, estaba temblando al momento de contarlo.

–No quiero que nada le suceda a Luz...
–Tranquilo, estará bien.

–Ese tipo sólo quiere atraernos...

Soraru se mordió el labio incapáz de decirle nada útil al albino, lo atrapó de nuevo entre sus brazos y percibió como el menor reprimía sus ganas de llorar.

–Estuviste tan ocupado conmigo... que descuidaste a tu amigo.

–N..no es eso...

–Durante toda tu vida has estado luchando de maner tú contra todos... cuando eras niño, cuando llegaste aquí y hace un año cuando te dieron una responsabilidad absurdamente grande.

–.....

–¿Podrías dejar de jugar uno contra todos?

Mafu se removió entre sus brazos, acomodandose más al cuerpo del mayor, cuando apartó su cabeza del hombro de éste y la acercó a la cabeza del mismo Soraru no perdió la oportunidad y besó sus labios de manera menos tímida que la última vez.

Mafu apoyó sus manos sobre los hombros del príncipe intentando seguir el ritmo del beso, sentía como su corazón "se completaba" con la presencia del mayor.

Cuando se separaron Soraru juntó su naríz con la de Mafu manteniendo así sus rostros cercanos y mirando los ojos rubíes del plebeyo.

–Comencemos a jugar dos contra todos ¿qué te parece? –y le sonrió.

Y asintiendo Mafu le regresó la sonrisa.

[Beta ver.] Buscando el CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora