He bajado del auto de Chase y ahora me encuentro en el campus de la universidad, hay árboles por doquier y grupos de amigos conversan alrededor de ellos.
Estoy lista para entrar, el edificio es grande y su diseño es antiguo, un aire de sabiduría llena cada rincón lo cual me provoca entusiasmo.
Una laptop al lado de cada puerta me dice a que salón debo entrar
Susy Hayashi, salón veintiséis, departamento de música.
Somos pocos estudiantes en el salón, unos quince, eso me da una sensación de comodidad, en la secundaria eran máximo veinticinco por salón.
Una chica se ha sentado a mi lado y me ha mirado con desagrado, ella juega con su cabello y mantiene tiene una sonrisa pícara
—¿Eres nueva cierto?
—Sí.
—Prepárate para sufrir —rió.
—¿Qué dices?
—La carrera de música es la peor, tendrás que esforzarte mucho si quieres destacar o simplemente aprobar si amas la mediocridad.
Por alguna razón ella no me cae bien, sé que no debo juzgar pero no parece una buena persona, es como la típica porrista malvada que hay en toda secundaria solo que obviamente esta es universitaria.
El profesor, un hombre de cabello largo y con una barba igualmente larga pregunta el nombre a cada estudiante.
—Mi nombre es Susy Hayashi —contesté con voz firme.
Es el turno de la chica que me dio mala impresión, su vestimenta es un tanto reveladora y distrae a todos los chicos del salón.
—Mi nombre es Ashley Winter.
Incluso su nombre me parece perfecto para una chica plástica pero nuevamente me he dicho a mi misma que no debo juzgar.
Las horas pasaron muy rápido entre composiciones, cronogramas, reglas para utilizar los instrumentos de la universidad y uno que otro argumento filosófico del profesor.
Cuando salí de la clase, noté que todos se fueron al campo de fútbol que había en la parte trasera de la universidad, no tenía nada que hacer entonces los seguí.
Una presentación a cargo de los estudiantes de danza tiene lugar. Me he sentado en la gradería y pienso que hay demasiada gente para ser un simple baile, obviamente tiene que haber algo más.
De pronto salieron varios chicos con uniformes de fútbol americano, tras ellos salieron varias porristas entre ellas Ashley Winter, como lo supuse.
Recordé a Matt con su uniforme de los Tigres de Loto y quise llorar pero contuve mis lágrimas.
Minutos después los chicos del equipo y las porristas fueron a cambiarse para luego acercarse a las graderías mientras los estudiantes de danza seguían con su aburrida presentación.
Ashley y algunos chicos del equipo los cuales reconocí por sus chaquetas se sentaron cerca de mí, en el momento en que se acercaron uno de ellos tropezó derramando su gaseosa sobre mí, Ashley reía sin parar.
—¿Oye qué te sucede? has ensuciado mi ropa —grité molesta.
—Lo siento tanto, yo no quise... de verdad… lo siento —dijo el chico casi tartamudeando.
El tiempo casi se detuvo mientras se disculpaba, tenía frente a mí a un chico rubio de ojos azules. A diferencia del chico rubio en la cafetería este si estaba bien arreglado, su chaqueta encajaba tan bien, sus facciones eran adorables y su barbilla semipartida daba armonía a todo su rostro.
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Lluvia de Estrellas
RomanceSusy Hayashi ha emprendido un viaje, su corazón roto y el recuerdo de una estrella fugaz parecen ser su única compañía en un avión. Un país desconocido, nuevas experiencias y el dulce pero doloroso anhelo de "tener una metáfora" precisamente la llev...