Cabello rubio ligeramente oscurecido por un poco de agua o quizá exceso de fijador, labios gruesos con una tonalidad bastante rosa, una camisa con un color difícil de distinguir por un estampado de flores, un par de ojos azules como el cielo despejado de hoy.
Una estrella fugaz está frente a mí, esa estrella tiene nombre, Matt Wilson
—¿Reina del baile? ¿Eres tú?
—¿Matt Wilson? —pregunté mientras sentía que el corazón se iba a salir de mi pecho.
—¡Vaya sorpresa! tiempo sin verte ¿Desde el baile no?
Me siento fatal, esa parálisis que me recorría el cuerpo entero cuando estaba en la secundaria y veía a Matt ha vuelto sin permiso, volví a ser esa chica tímida en cuestión de segundos.
—Sí, desde el baile —musité.
—Disculpa, era tu Frappuccino, toma.
Puso el Frappuccino en mis manos y yo seguía en shock, tanto dolor que sentí esa noche, tantas ilusiones ya muertas se despertaban y hacían estragos en mi mundo interno, todo eso sucedió mientras la cajera le entregaba su bebida.
—Entonces, Susy Hayashi, reina del baile de la estrella fugaz ¿Qué haces aquí?
Respiré profundo y le dirigí la palabra…
—Bueno, vengo por un café, es lo que se hace aquí ¿No?
—Me disculpo, la pregunta es obvia. ¿Quieres que nos sentemos en la mesa de allá?
—Yo debo…
—Perfecto —interrumpió— vamos.
—¿Es un bonito día no crees?
—Lo es Matt.
—¿Qué ha sido de ti?
—Bueno —suspiré— el año pasado estudié en el extranjero pero dejé la carrera, regresé y ahora trabajo en una revista.
—Eso suena maravilloso, ¿A que país fuiste?
—Gardeniet.
—Eso es bastante lejos, me gustaría ir y probar el famoso postre de fresas cale… sale, gar…
—Gardenianas —lo corregí.
—Exacto, ese mismo.
—¿Y qué ha sido de ti Matt?
—Dejé el fútbol, ahora soy periodista en un noticiero de tantos que hay en la ciudad, es difícil sobresalir con tanta competencia pero hago lo que mejor puedo.
Matt Wilson le ha dado un sorbo a su Frappuccino y un poco se ha quedado en su labio, mi cuerpo reaccionó, comencé a jugar con mi cabello y mordí mi labio. En ese momento sentí un deseo desde la punta de los pies hasta el último cabello sujetado por el listón.
Me odié por desearlo, me sentí la Susy Hayashi de la secundaria Owen. ¿Acaso no fue suficiente dolor el que Matt provocó? tantas noches llorando para nuevamente desbordarme de deseo por una estrella fugaz.
—Oye reina del baile, ¿Sigues ahí? —levantó una ceja.
—Disculpa, es solo que estoy un poco distraída hoy.
—Suele pasar, ¿Y tienes novio Susy?
—No —suspiré— la vida suele ser complicada a veces.
—Te entiendo, mi novia y yo terminamos hace como una semana.
—Vaya, es poco tiempo ¿Cómo te sientes?
—Bien supongo, la relación ya no era la misma, creo que ella tenía a otro chico.
—Lo siento mucho Matt.
—¿Y cuál es tu historia Susy?
—Bueno es un poco larga y no me gustaría hablar de eso, solo puedo decirte que lo extraño.
—Bueno algunos dicen que hay que conocer a las personas incorrectas antes de conocer a la correcta —me miró fijamente con esos ojos azules que ahora son un laberinto en el que me he perdido.
—Debo irme Matt, fue un gusto verte.
—¡Espera Susy! ¿Quieres caminar un rato por el parque?
—Yo…
—Genial, en marcha.
Caminamos por el bulevar, él no deja de mirarme, sus manos en sus bolsillos, en ocasiones muerde sus labios para después mantener una sonrisa torcida.
—¿Extrañas la secundaria? —preguntó mientras yo me incomodaba aun más, era un tema oscuro y peligroso que yo no quería tocar.
—Un poco, no era mi lugar favorito —mascullé.
—Era mi lugar favorito, lo tenía todo y a la vez nada, fútbol, chicas, buenos amigos.
—Malas calificaciones —interrumpí y él rió unos segundos después.
—Sí, malas calificaciones, pero ya no soy así, soy más responsable ahora supongo.
—Me alegra que ahora la responsabilidad sea parte de ti, eso te hace más atractivo.
Me arrepentí al instante de haber dicho eso, estaba siendo tan obvia como la noche del baile.
—¿Puedo preguntarte algo Susy?
—Adelante.
—¿Te hice sentir mal esa noche después del baile?
—Bueno yo…
—Espera —interrumpió— es mi celular, dame un segundo.
Mientras él hablaba por teléfono yo quería arrebatárselo y decirle a los cuatros cuatro vientos ¡Me lastimaste idiota! Pero soy una chica con modales y se supone que manejo mis emociones.
—Disculpa, era mi jefe, me necesita inmediatamente, debo irme, pero antes te daré mi número telefónico, dame el tuyo.
Intercambiamos números de teléfono, yo sabía que eso era peligroso pero aun así un impulso hizo de las suyas.
Matt se acercó a mí y besó mi mejilla, pude recordar la noche en la que él me besó en su auto, era un recuerdo ambivalente, una dulce tristeza.
—Nos veremos luego reina del baile —me susurró al oído.
Volví a mi apartamento, el deseo me consumía, tanto que me autocomplací esa noche, Matt Wilson es en definitiva mi “placer culpable”
He recibido un mensaje de Matt.
—Hola reina del baile
—Hola Matt
—¿Te parece si vamos a “El desastre” mañana en la noche?
—¿Todavía existe ese lugar?
—Aún existe y quiero tratar un tema pendiente del pasado, creo que sabes cuál es
—Lo sé Matt, quiero hablar sobre el pasado
—Perfecto, te espero en el parque a las 8:00 p.m. de ahí nos iremos en mi auto, Buenas noches reina del baile…
Mañana es miércoles, pero no será un miércoles como cualquier otro, tengo una cita Matt Wilson, será peligroso, será dulce, tengo miedo que la historia se repita pero a la vez tengo curiosidad.
Una estrella fugaz puede impactar de nuevo contra mi corazón, pero supongo que estoy dispuesta a correr ese riesgo.
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Lluvia de Estrellas
RomanceSusy Hayashi ha emprendido un viaje, su corazón roto y el recuerdo de una estrella fugaz parecen ser su única compañía en un avión. Un país desconocido, nuevas experiencias y el dulce pero doloroso anhelo de "tener una metáfora" precisamente la llev...