Capítulo 26 | Nuestra metáfora

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Un reflector destaca una pintura aún cubierta, al mismo tiempo suena esa canción que me encanta; Oblivion de Indians, las paredes aún siguen azules y estrellas llueven en ellas.

Nate Gardner, el amor de mi vida, se coloca al lado de la pintura y deja caer la sábana blanca, mis ojos no pueden creer lo que ven, es la pintura del vestido celeste, ese lienzo que representa dolor y al mismo tiempo dulzura.

Él viste un elegante traje azul y su cabello está peinado hacia atrás. No deja de mirarme y sobretodo, no deja de amarme.

—Hola Hayashi, mira a "Dulzura y Dolor"

—Esto es... ¿Pero cómo?

—Mandé a traerla la semana pasada, compré mi propia pintura sólo por ti.

—Estoy impresionada, no sé que decir, es tan hermosa, tan nuestra.

—Así es, por siempre nuestra.

Escucho los aplausos de Matt y Tina, ellos están detrás de mí.

—¿Ustedes sabían de esto?

—Así es, mi querida reina del baile, tal parece que Tina y yo hacemos un buen equipo.

—Sí, todo fue planeado, el mismo Nate nos pidió que fuéramos sus cómplices en esta hermosa locura.

Matt y Tina se miraron fijamente, fui testigo de cómo se perdieron en sus miradas.

—¿Qué está pasando entre ustedes?

—Tina y yo estamos saliendo.

—¡Qué!

—¿Recuerdas aquella noche que estábamos en el bosque y luego llegó Nate?

—Sí Matt, la recuerdo.

—Resulta que al irme quise ir al restaurante Cher; ahí me encontré a esta linda chica —acarició su cabello y ella se refugió en sus brazos, yo quedé boquiabierta.

—¡Wow! nunca lo habría imaginado, ustedes siempre fueron tan…

—Distintos —dijeron al unísono.

—Sí, tan distintos uno del otro, esto es… ¡Cielos! no tengo palabras, o mejor dicho sí, les deseo lo mejor.

—Gracias Susy —dijeron ambos y los tres nos abrazamos.

Volví mi mirada hacia Nate y le dirigí la palabra.

—Nate, ¿Por qué llevas un traje? ¿Qué es todo esto tan hermoso que planearon?

Mientras las estrellas seguían reflejándose en las paredes escuché más aplausos, segundos después volví a quedar boquiabierta cuando vi a mi familia en el lugar, todos estaban bien vestidos.

Mamá, papá, Chase y Lauren no dejan de aplaudir, a ellos se les han unido John Carter y Ashley Winter, por lo visto han venido desde Irlanda; esto es genial, ya no tengo palabras.

Todos mis familiares y amigos forman un círculo alrededor de Nate y de mí.

Nate me mira con ternura, sus ojos se han humedecido.

—¿Estás llorando Nate?

—Lloro porque soy feliz, porque estamos bajo una lluvia de estrellas; estoy permitiendo que mis lágrimas salgan porque me hiciste conocer la dulzura en medio del dolor.

—Te amo tanto Nate —lo abracé y también lloré de felicidad.

—Sabes Hayashi, falta la mejor parte.

—¿La mejor parte?

—Sí, pero antes déjame decir una vez más, te amo Hayashi.

—Y a mí déjame decir en el infinito, te amo Nate Gardner.

Del bolsillo de su traje ha sacado una pequeña caja de madera, al instante la abre y mi mundo entero se estremece con todo y nuestro amor escrito en las estrellas.

—Hayashi ¿Serías mi esposa?

—Sí Nate Gardner, acepto ser tu esposa.

Ahora sabemos que las estrellas nunca dejarán de llover en el infinito, que la dulzura hace una buena combinación con el dolor y que por siempre tendremos nuestra metáfora.

Lluvia de EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora