Capítulo 10 | Idea

978 110 7
                                    

—¿Qué haces aquí? —le pregunté en cuanto llegué al edificio.

—Sabes Hayashi, la lluvia de estrellas ahora es un radar, no escaparás tan fácilmente de mí.

—Jamás escaparía —lo besé.

—Tus labios…

—¿Qué pasa con ellos Nate?

—Se sienten como si hubieran sido besados por alguien más.

—Sabes Nate, no voy a mentir —suspiré— un chico de la universidad me robó un beso hoy.

—¿Él es importante para ti?

—No, es un tonto.

—Entonces da igual, si no lo es para ti, no tiene porque serlo para mí.

—Nate ¿Qué somos?

—Seremos lo que ambos queramos ser —me abrazó.

—No sé que somos pero… me gustas Nate.

—También me gustas Hayashi.

Entramos a mi cuarto, no hay nadie, Liz debe estar trabajando y Tina debe estar en el hotel.

—Es lindo, es acogedor.

—¿Tú crees Nate?

—Sí, la última vez no pude entrar, tus amigas estaban teniendo sexo.

—Es cierto —reí.

Abrí la puerta de mi closet para guardar unas blusas que dejé en la cama y en ese momento la caja con el vestido que usé en mi baile graduación cayó al suelo.

—¿Qué hay en esa caja? —preguntó con curiosidad.

—Oh, es el vestido de mi baile de graduación.

—¿Qué hace ese vestido en este lado del mundo?

—Bueno quise traerlo para no ilusionarme.

—Por lo visto no funcionó —guiñó un ojo.

—Eso creo.

—¿Y por qué lo sigues guardando entonces?

—Costumbre, quiero decir, me acostumbré a ese dolor.

—Suenas como yo en medio de una de mis crisis de pesimismo —rió.

—Talvez, realmente no sé porqué no lo he tirado a la basura.

—Tuve una idea —dice sonriendo de esa forma traviesa que tanto me encanta.

—¿Cuál es tu idea?

—Bueno Hayashi, despídete de ese vestido, hoy nos vamos a deshacer de el.

—¿Cómo?

—Vamos a mi apartamento, te encantará mi idea.

Accedí, ¿Qué puedo perder? Es solo un vestido símbolo de dolor e inocencia, es solo un recuerdo de una estrella fugaz que parecía hermosa pero unas horas después se apagó, en realidad voy a perder mucho al tirar ese vestido pero bien dicen que olvido es una forma de libertad.

Tomamos un taxi al barrio Mortz, ninguno quería ir en autobús después de lo que sucedió ayer, al llegar él eligió algunos frascos de pintura y los colocó en una mesita de madera que se encontraba al lado de un caballete igualmente de madera, este sostenía un lienzo.

Nate quiere pintar mi vestido y luego tirarlo a la basura.

Lluvia de EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora