Capítulo 5 "Cambios y discusiones"

2.2K 175 24
                                    


C A P Í T U L O  5

"Cambios y discusiones"

Trina hizo su camino hasta su coche y desde ahí supe que no había obtenido nada. De nuevo. Suspiré en frustración mientras encendía el motor de mi coche para ir a la escuela. Ya solo faltaban diez minutos para que llegara tarde y no quería eso.

Ahora iba vestida como merecía la pena: unos jeans rasgados que se ajustaban a mis piernas y una simple blusa celeste. Al fin y al cabo, debía vestirme mejor, pero eso no significaba que no podía guardar lo mejor para el final.

Aparcar y entrar a Lawrenceville nunca antes había sido tan placentero. Ahora podía ser yo misma y vestirme como en realidad me gustaba. Eva estaba esperando en su taquilla, que se encontraba a pocos pasos de distancia de la mía. Tuvimos suerte de que nos tocara cerca.

—Vaya —dijo, mirándome de pies a cabeza—. ¿Qué pasó con tu estilo de prefiero-morir-antes-que-venir-a-este-estúpido-lugar-con-toda-esta-mierda-de-gente?

Me encogí de hombros.

—Necesitaba un cambio —respondí. Ella me miró extraño, pero pareció dejarlo estar. Recogimos lo que necesitábamos de nuestras taquillas y fuimos a una de las muchas clases juntas que teníamos.

El hecho de ir a una clase, atender a lo que el profesor explicaba y todo eso comenzaba a hacerse como una rutina, casi como la que tenía de entrar a mi escondite del granero abandonado. Nadie que pasara por ahí pensaría siquiera que en un sótano habría equipo militar y cosas más caras que sus propias casas. Era el mejor escondite y lo único que quería ahora era estar ahí.

• • •

—Escúchame, ratita de laboratorio —escupió Briana, acercándose con desafío hacia la chica que la había empujado sin querer. Odiaba que en el poco tiempo que tenía para espiar a cada uno de los miembros de La Élite fueran cosas inútiles lo único que conseguía—. Mi padre es prácticamente el dueño de esta escuela y puedo hacer tu vida miserable, así que es mejor que sepas que debes hacer campo cuando mis amigos y yo queremos pasar.

Rodé los ojos desde mi posición. Así era como La Élite mantenía su respeto de la gente: los amenazaba. Y todos debían hacer lo que les decían porque de verdad que La Élite sabía cómo destruir tu vida. Los había observado hacer cosas horribles, desde insultos verbales hasta destruir compañías de los padres de sus víctimas. Pero lo que ellos no sabían era que yo sabía cómo destruirlos a ellos.

—Lo siento, B —murmuró la chica, temblando y agachando la cabeza. Y en cuanto lo dijo, me sentí mal por ella.

—¿Me acabas de llamar B? —Rió con ironía Briana. Cuando ella se enojaba, sus ojos parecían llamas. Era de esas personas que te atemorizaban cuando se enojaban—. Ese apodo es solo para mis amigos. ¿Quién rayos te crees que eres?

La chica tragó saliva debajo de su cerquillo, que le caía sobre los ojos. Briana rió y se volteó para ver a Ryder, que estaba charlando con Christopher.

—R —llamó Briana y Ryder alzó la mirada para verla. Ella le indicó que se acercara y cuando él pasó por mi lado, escondí mi cara para que no me viera. Él no sabía que yo los espiaba y prefería que se quedara así—. Esta niña cree que puede llamarme B y creo que deberías enseñarle por qué no debe hacerlo.

Ryder sonrió. Siempre solían dejarle la parte de amenaza física a él. Después de todo, si él se metía en una pelea, él iba a ganar. Y era lógico, ya que su TEI (Trastorno Explosivo Intermitente) hacía que sus sentimientos fueran opacados por la adrenalina y la furia. Claro que solo los de La Élite, escasas personas más y yo lo sabíamos.

Peligrosa ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora