C A P Í T U L O 1 5
"Déjate llevar"Nunca antes me había sentido tan satisfecha. Ahora que sabía que todo mi trabajo tendría sus frutos, tenía esta sensación tan genial en mi estómago. Por fin sentía que algo en mi vida tenía sentido. Y la botella de vodka nueva en mis manos me serviría para festejar.
Mientras la música sonaba a todo dar, abrí la botella y comencé a servirme en un vaso que ya tenía jugo de naranja. Me encantaba el jugo de naranja y el vodka juntos, simplemente me alegraban el día. Aunque no pude disfrutar mucho ya que el celular que usaba como Payton comenzó a sonar. Y sabía quién era la única persona que estaría llamando.
Me aseguré de pausar la música antes de contestar.
—¿Hola?— contesté.
—Payton— murmuró Ryder y soltó una pequeña risa.
—Hola, Ryder.
—¿Sabías que mi color favorito es el rojo? Bueno, no rojo-rojo, si no rojo-vino— balbuceó, arrastrando las palabras en algunas ocasiones—. Me encanta cuando usas ese labial rojo-vino.
Me tomé un instante para pensar en mi respuesta, ya que sabía que él estaba borracho y esto me podría beneficiar mucho.
—Qué bien que me lo dices. Lo usaré más seguido— flirteé.
—Y yo lo disfrutaría mucho— respondió, alargando la 'u'—. Diablos, no puedo encontrar a mi gato. Dejé la puerta abierta y salió corriendo.
—Supongo que lo extrañarás. Qué lástima.
Me retuve de darme una palmada en la cara a mí misma. Se suponía que debería actuar como Payton y flirtear con el borracho de Ryder Reynolds. En cambio, no pude evitar responderle como Elizabeth y ahora solo podía esperar que él no lo notara. Aunque, me sorprendió cuando escuché su risa entre cortada al otro lado de la línea.
—Son las tres de la madrugada, querida Payton— anunció Ryder y entendí que debía prepararme para alguno de sus sermones—. Aquí estoy yo, borracho, muy enojado, confuso, sin billetera y zapatos fuera de mi casa buscando a mi gato perdido y lo único que puedo hacer es llamarte. Debo ser demasiado lamentable.
Lo eres, Ryder, no te equivocas, pensé.
—Y aquí estoy yo, escuchándote— volví a flirtear.
—Bien— dijo y poco después se le escapó un hipo—. Entonces, ¿te importaría pasarte por mi casa y ayudarme a buscar a mi gato?
Genial, lo que me faltaba para arruinar mi perfecta noche.
—Seguro— respondí rodando los ojos sabiendo que no me podía ver.
—T-te espero— articuló a duras penas arrastrando las palabras antes de colgar la llamada.
Y recién había comprendido que mi noche había pasado de ser una celebración a algo de lo cual no tenía control, como era lo usual al tratarse de Ryder Reynolds.
• • •
Ni aunque intentase prepararme mentalmente para la locura que estaba a punto de hacer sabía que nunca lo estaría. Porque, ¿quién rayos en su sano juicio aceptaría ir a la casa de un mujeriego borracho a las tres y media de la mañana fingiendo ser otra persona al mismo tiempo? No había manera de que algo bueno saliera de esto y lo sabía. Pero, mi lado sadomasoquista y mi alegría por mi logro reciente me tenían aquí parada delante de la mansión Reynolds viendo cómo un Ryder se tambaleaba hasta llegar a mí.
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Peligrosa Obsesión
Novela JuvenilElizabeth Jenkings era una chica normal bajo los ojos de los demás, otra rubia más de la lista. Había tenido bastante suerte al ser adoptada por una millonaria que le dio la vida que cualquiera hubiera querido. Pero, Elizabeth tenía un gran secreto...