Capítulo 21 "Beneficios inesperados"

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Capítulo dedicado a Sky-Blue-Stars gracias por tu apoyo siempre ;)
También dedicado a We_young, ItsNotYourBaby y Maosval por acertar en lo que haría Eli, aunque ojo que las cosas no siempre suceden como queremos y ya verán cuando lo lean ;)
¡Y felices fiestas!


C A P Í T U L O   2 1

"Beneficios inesperados"

Huh, el universo claramente no estaba a mi favor estos días, pensé.

—¿Puedes contestar, al menos? —gruñó Ryder, mientras esperaba a mi respuesta totalmente enojado y confundido.

Traté de decidir si mentirle o no. Sin duda, sería una mala idea mentirle ahora mismo y decirle que era Payton. Simplemente no había posibilidad alguna de decir: "hey, estoy en la casa de tu novia falsa, de la cual nunca me hablaste mientras intentabas algo conmigo a sus espaldas, ya sabes, solo pasando el rato para tratar de saber quién te besaba mejor de nosotras dos".

Sí, definitivamente eso no tendría coherencia para él. Diablos, ni siquiera para mí. Porque, duh, ¡éramos la misma persona! Además, ya tenía mi cabello teñido y llegaría el momento en el que Ryder me vería con el cabello castaño y tarde o temprano me reconocería.

Debía decirle la verdad, estaba claro. Sabía que le dolería, pero la verdad, no me importaba.

—Sí, lo sé. Solo espera un segundo —dije y cerré la puerta en su rostro, interrumpiendo lo que sea que me fuese a decir. Corrí hasta mi habitación, donde estaba Eva.

Me detuve en seco al ver la escena.

—¡Tú me partiste el corazón! ¡Maluma, baby! ¡Pero, mi amor, no hay problema, no, no! ¡Ahora puedo regalar un pedacito a-

—¡Eva! —grité, interrumpiéndola y haciendo que pegue un brinco. La música del parlante seguía sonando de fondo—. ¿Qué rayos haces?

Parpadeó y miró el champú que tenía en la mano, usándolo como micrófono. Con la otra mano sostenía la toalla que tenía enrollada en su cuerpo.

—Cantándole a Maluma, ¿tú que crees, genia? —respondió, lanzando el champú al mesón—. Diablos, ya no hay privacidad en estos tiempos.

—¿Te das cuenta que estás en mi casa, cierto?

—¡Los invitados tenemos sentimientos también, por si no lo sabías! —chilló y cerró la puerta. Siguió cantando de acuerdo a la música que sonaba de los parlantes.

Se me escapó una risotada y me apresuré a mi tocador. Tomé mi desmaquillante y un poco de algodón y volví a bajar. Abrí la puerta, preparándome para ver a un muy enojado Ryder.

—¿Qué rayos sucede aquí? ¿Por qué tanto drama, Payton? —saltó Ryder en cuanto cerré la puerta tras de mí.

—Cállate y escúchame —dije cuando comenzó a zumbarme el oído de tantas quejas de su parte—. ¿No crees que es mejor que vayamos a sentarnos ahí para hablar con más tranquilidad?

Señalé unos banquillos que tenía al lado de una pequeña fuente de agua. Un lugar tranquilo que sin duda dejaría de serlo en cuanto le dijese la verdad a Ryder. Accedió con un asentimiento de cabeza y nos fuimos a sentar.

Peligrosa ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora