Capítulo 18 "Aguas peligrosas"

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C A P Í T U L O   1 8

"Aguas peligrosas"

De acuerdo, tal vez podía admitir que comenzaba a agradarme el tema de las fiestas. Y lo que más hacía especial a esta fiesta era el hecho de que era en honor a Trina, ex miembro de La Élite. ¿Había olvidado mencionar que fue gracias a mí que ya no estaba? Lamentablemente, nadie lo sabía, así que nadie estaba ahí para aplaudirme.

En fin, habían como unas ciento veinte personas en la fiesta de piscina que los chicos y yo organizamos en honor a Trina. Era bastante impresionante, considerando que eran a penas las tres y cuarto de la tarde y habíamos dicho que la fiesta comenzaba a las tres. Y lo que ni yo misma me esperaba era que terminaría siendo yo quien diera casa para la fiesta. No sabía cómo rayos había convencido a Lorena para que me dejase hacerla aquí. La mansión de Lorena tenía una piscina del tamaño de una cancha de baloncesto, a parte de un sauna del tamaño de una sala comedor, tres jacuzzis en el exterior y uno más grande al lado de un mini bar personal. Ser adoptada por una millonaria sin duda era lo que cualquiera desearía.

—¡Vamos a subirle el ánimo a esta fiesta! —gritó el DJ que habíamos invitado para la ocasión y a continuación, puso Sola, de Anuel y Daddy Yankee, que hizo que todos estallaran en emoción y comenzaran a bailar. Otros se lanzaban a la piscina y algunos se secaban latas de cerveza.

Todos parecían estar pasándola genial y nosotros no éramos la excepción. La Élite estaba reunida en el jacuzzi más grande con el mini bar y ahí estaban todos, incluyendo a Ryder. Yo había estado ocupada organizando algunas cosas y demás, pero ya había terminado, así que me dirigí al jacuzzi con La Élite.

—¡E, al fin llegas, métete de una vez! —animó Ginger, alzando su vaso rojo.

—Ciertooo —ronroneó Daniel, arrastrando ligeramente la palabra, ya que era evidente que se había pasado un poco con la bebida—. Vamos, sabes que no morrrdemos.

Sonreí y comencé a quitarme mis shorts y el crop top que llevaba. La verdad era que tenía demasiada vergüenza, pero debía seguir con la actuación. Ginger, Daniel, Christopher, Briana y Ryder se quedaron viendo exactamente cómo quedaba en mi bikini negro. Tuve que rezar para no sonrojarme mientras subía las escaleras para entrar al agua caliente.

—¡Joder! —Silbó Daniel, mirándome por todos lados—. Tienes un cuerpaaazo, mujer.

Tragué saliva, ya que no supe qué hacer ante las palabras de Daniel. En otras circunstancias, Ryder sería el que me defendería, no solo por la actuación, sino porque sabía que Daniel me ponía muy incómoda.

—Cállate, D —saltó Ryder, tomándome por sorpresa, así que dirigí mi vista hacia él, que tomó mi cintura y me atrajo hacia sí—. No te olvides que estás hablando de mi chica.

—Diablos, cálmate, hermano. —Rió Daniel, terminando lo que fuese que estuviera bebiendo—. Pensaba que estaban peleados, ya sabes, por la página de chismes de Instagram.

—¿Así que simplemente pensaste que porque estamos teniendo problemas puedes intentar algo con mi novia? —inquirió Ryder, enderezándose a mi lado.

¿Ya había mencionado lo bien que se veía sin polera?

—¿Sabes? Siempre solíamos compartir, si sabes a lo que me refiero. —Guiñó un ojo Daniel.

—De acuerdo, D, creo que te estás pasando —dijo Christopher, antes de que Ryder se pusiera de pie.

—Vamos, chicos. —Sonrió Ginger y se levantó, mostrando el bikini verde que llevaba puesto—. ¿Por qué no dejamos a los tortolitos a solas para que puedan arreglar sus asuntos? Además, ¡qué buena música está sonando!

Peligrosa ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora