El Contacto de Emergencia.

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- ¿Qué le pasó? - mis palabras tan solo son susurros, pero él alcanza aescucharlas.

- Tenía un trabajo que realizar, pero desde hace un par de semanas se hadedicado él a ir a hacerlos en vez de mandar solo a sus empleados.Le dije que dejara de hacerlo, él es capaz de realizarlos sin problema, pero es peligroso y es mi hijo. Así que hoy también fue, pero algo pasó que todo se descontroló y alguien le disparó dosveces, una fue en un brazo, no es grave, pero la segunda de rozó una arteria, perdió mucha sangre y hubo que operarle de urgencia.Salió del quirófano hace como media hora. Está grave y losmédicos no le dan esperanzas de vida. Pude hablar con él antes deque le operaran, estuvo consciente, es muy fuerte, y me dijo que porfin iba a reunirse con su madre, o por lo menos verla, y que graciasa ti, comprendía ciertas cosas que antes no. Como se refirió a ticomo Paige no lo entendí pero cuando me informaron de que era unatal Paige Collins su contacto de emergencia lo comprendí. Así quete llamé cuando estuve seguro de que él había sobrevivido a laoperación. - lloro. Sí, lloro. Mis lágrimas fluyen porque estoes verdad, porque Justin se está muriendo y no es una vulgar broma.Mis piernas tiemblan y por miedo a caerme, me derrumbo en el helado suelo del hospital. Intento secar mis ojos, en vano. El hombre,Alexandre creo que se llamaba, se pone de rodillas a mi lado mientras meabraza con un solo brazo.

- Es él. Su vida está a punto de acabarse y yo tengo que ver como lohace. Esto no es justo. ¿Por qué? ¿Por qué no se quedó en sucasa firmando papeles como siempre hacía? - apoyo la cabeza en suhombro para llorar libremente y sin control.

- Veo que conoces a lo que se dedica, y cómo es su vida y no le hasdenunciado. Eres valiosa niña. Para él eres valiosa. - Niego conla cabeza mientras me aparto de él.

- No señor, no lo soy. Él no se merece que yo esté aquí, llorando enun gélido piso de un edificio, jugó conmigo, me engañó de lapeor manera y sin embargo míreme, aquí estoy, preocupada ysufriendo por alguien que se burló de mí cuando yo le di miconfianza.

- Asíque por eso le abandonaste como me contaron. Sé que no estoy muypendiente de la vida de mi hijo, pero me importa, lleva mi sangrepor sus venas y por eso no entiendo cómo pudo hacerte eso. Yo améa su madre de la mejor forma que mi corazón pudo, y eso él lo sabe. Hasta ahora no había tenido relaciones, ni novias, por eso me sorprendió descubrir tu existencia, pensé que él se habíaenamorado de ti, porque cuando un Bieber se enamora, lo hace durantetoda su vida. - me río, bien por la tensión acumulada desde quecogí el teléfono, bien de la paradoja de que Justin puede amar.

- Puesno. No soy yo la chica que consiguió que Justin Bieber la ame.

- ¿Ytú a él? ¿Lo amas? - me levando lentamente mientras me acercoal cristal.

- No señor. No lo amo. Con su permiso, me gustaría entrar a verle,necesito despedirme de él, si en el peor de los casos pasa lo quenadie quiere que pase.

- Claroniña, ve a ponerte uno de esos trajes especial y la mascarilla para que te dejen pasar. Yo estaré aquí fuera. - se lo agradezco y hago lo que él, me dijo. Una vez estoy lista para entrar me tiembla la manoal abrir el picaporte. ¿De verdad quiero hacer esto? ¿Este es unode los hombres que más daño me ha hecho y voy a hacer esto por él?Definitivamente, está más que comprobado que soy masoquista.

Entro a la habitación, pisando ligero, con movimientos lentos, como si mi presencia fuera a estorbar. De hecho sí lo hace. Me siento en la silla que está al lado de la cama y me atrevo a coger una de sus manos entre las mías. Está muy pálido, casi parece estar muerto. Su mano inerte solo me transmite más intranquilidad. Lloro como si un grifo se hubiera abierto en mi interior, y yo no fuera capaz de cerrarlo. Apoyo mi mejilla contra su palma, con la ridícula esperanza de que esta se moviera para acariciarme como lo solía hacer.

- HolaJustin. Estoy aquí. Puede que no quieras mi visita, pero no puderesistir para venir y verte. Ni siquiera entiendo por qué lo hice.No te mereces ni mi compasión, pero ojalá que fuera eso lo que mehubiera traído hasta aquí, pero no lo fue. Solo deseo decirte, queyo no deseo que te mueras. A pesar de todo tengo recuerdos felicesa tu lado, aunque sean falsos, los guardo en mi memoria.

Le hablo, le hablo como si él me fuera a responder pero no es así. Él que es tan fuerte, ahora respira gracias a una máquina que le proporciona la respiración artificial. Me duele verle así, a punto de cruzar esa fina línea que es la muerte y no quiero que lo haga. No puede hacerlo.

Hard Memories Donde viven las historias. Descúbrelo ahora