Uno.

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Habían pasado casi cuatro meses de vacaciones y hoy por fin regresaba a la preparatoria, el último año no me había ido tan bien pero tampoco tan mal así que decidí regresar dándolo el todo por el todo. Mis vacaciones fueron de lo más aburridas si no tenía que salir de casa no lo hacía solo me quedaba ver series y además leí unos cuantos libros, fueron aburridas pero buscaba entretenerme con lo que podía.

Durante todo ese tiempo nunca quedé con mis amigas, o estábamos "ocupadas" o en ocasiones nuestros tiempos no coincidían obviamente de haber tenido ganas hubiéramos salido al menos al cine pero qué va así de simples somos.

Iba de camino a la escuela, hasta el momento creía que haber escogido un buen horario y realmente esperaba no decepcionarme en ese sentido. Francamente no me agradaban muchas de las personas que tenía que ver en la escuela así que solo estaba feliz por el hecho de ver a mis amigas. Llegué aproximadamente diez minutos antes de que la clase diera comienzo y justamente olvidé en que salón me tocaba tomar la clase, saqué mi celular del bolsillo trasero de mi pantalón y mientras buscaba mi horario en él caminaba por el pasillo, 206, 207, 208, 209... casi me paso pero las vi sentadas y sonríentes en el 209 así que fui hasta ellas, las saludé y no podíamos esperar a contarnos las cosas que habían ocurrido en el tiempo que no nos vimos, pero solo nos quedó esperar porque minutos después llegó el profesor de ética y comenzó a dar la clase.

Jessica, América y Melissa parecían igual de felices que yo por el regreso a clases, ¡exacto! Ninguna de nosotras estábamos contentas de ese hecho pero solo nos tocaba afrontar la realidad. Pasada la hora de la clase de ética cambiamos de salón para tomar la clase de inglés, al ver que la maestra entró decidimos tomar nuestros lugares y escogí uno al azar, la silla me quedaba un poco pequeña por que cabe destacar que yo no soy tan pequeña y bueno... mientras la maestra comenzaba a hablarnos del cómo sería su materia escuché la voz del chico imposible, en ese mismo momento un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, fue un escalofrío del tipo "sigue llamándome la atención ese estúpido".

Conocí a Valentín el año pasado, íbamos en el mismo grupo y no sé apartir desde cuando comenzó a llamar mi atención además solo habíamos hablado un par de veces pero regularmente ocurrían una serie de hechos que me hacían creer que el gustaba de mí, tremenda tonta que soy y lo sé pero no esperaba que me hiciera sentir aquel escalofrío que había provocado en mi al tan solo hablar y menos porque creí haberlo olvidado durante las vacaciones, vaya error.

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Espero se encuentren con esta historia porque si, me haría muy feliz. Actualizaré cada tres días por favor no dejen de leer les prometo que no perderán el tiempo.

Si les gusta en verdad déjenme sus votos se los agradecería mucho.

Cambio y fuera atte arroba yo.

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