Estábamos sentados tomando la clase de etimologías, ambos la odiábamos y lo único que hacía era darnos sueño, una vez él me lo habia dicho cuando tendía a ignorarlo más de la cuenta pero siempre me hacía reír incluso en esa clase tan más aburrida.
Un grupo de compañeros estaban exponiendo y las luces estaban apagadas para poder ver mejor la presentación, Valentín se recargó en mi hombro y mi atención siguió con los chicos. Volteé mi vista hacia Valentín y me dio su mano sin pensarlo dos veces la tomé y la acaricie con mi pulgar, duramos así hasta el término de la clase y fue la mejor sensación que tuve en años.
Mi relación con él se había vuelto más tierna, era sin duda mi mejor amigo y él decía lo mismo de mi y aunque tenía docenas de amigas que pensaban que eran las mejores su atención siempre estaba en mi. La mayoría del tiempo en la escuela la pasábamos juntos, alguna vez llegué a pensar que esa situación me incomodaría pero al contrario me hacía sentir especial, especial para él.
Tomábamos las clases juntos y a veces lo que me hacía sentir mal era el cómo nos miraban pero solo éramos amigos no tenían porqué pensar otra cosa.
Estaba sentada junto con mis amigas a que diera comienzo la clase de Salud, Vanessa se acercó a nosotras y nos hizo la platica de un momento a otro se le hizo fácil cuestionarme sobre Valentín, ella era una de sus muchas amigas y supongo que había notado lo apegado que él había estado conmigo los últimos meses.
- ¿cuando piensas decirle que sí? -. Dijo en tono bastante serio
- ¿decirle sí a quien? -. Reí
- ¿A quien más? A Valentín es obvio que muere por ti.
Jamás creí que sería capas de utilizar términos de La Rosa de Guadalupe, te lo tenías bien guardado Vanessita.
Sonreí y solté una risa.
- Pues hasta ahora no me lo ha preguntado, no me costaría mucho responder con un sí.
- Ay en serio los amo juntos, ¿quieres que lo presione?.
- Será mejor que no hables de esto con nadie Vanessa, Erika solo bromea-. Dijo América y yo le seguí la corriente riendo.
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Febrero era mi mes menos favorito porque no me agrada cumplir años, si pudiera borraría el 11 de febrero de la fas de la tierra y ser inmortal pero no, encima era el mes del amor y la amistad y jamás lo había pasado con alguien.
Y no Valentín aún no me había pedido nada, varias veces pensé en pedírselo yo pero ¿y si no quería? ¿Y si terminaba con nuestra amistad? ¿Y si no funcionaba?. Miles de cosas pasaban por mi cabeza que impedían que yo fuera la que me le declarara a él.
Era mi cumpleaños en un domingo, los domingos nunca hacía nada y no cambiaría eso aunque fuera mi cumpleaños. No quería un pastel, no quería salir a comer o alguna de esas cosas que se hacen en los cumpleaños, solo quería dormir.
Mi madre recibió una llamada y al colgar me obligó a levantarme de la cama y meterme a la ducha.
Dos horas después se lo agradecí porque mis amigos tocaban la puerta con pizzas y algunas cervezas, odiaba la cerveza y además teníamos escuela al día siguiente. De eso estaban todos conscientes porque nadie bebió más de la cuenta ni siquiera Valen al que tenía pensado llevar a Alcohólicos Anónimos.
Después de un rato todos se despidieron porque ninguno vivía cerca y se hacía de noche, los despedí en la puerta y unos segundos después oí risas y voces animando a alguien a volver, Valentín subía las escaleras a toda prisa y me abrazó.
- De nuevo feliz cumpleaños Eri -. Dijo sin soltarme
- Gracias, me alegra que todos hayan estado aquí conmigo hoy. En especial tú -. Sonreí
- Hay cosas de las que sé que me arrepentiré durante el resto de mi vida, pero si no hago esta me arrepentiré mucho más -. Me miró y sonrió
- ¿Ah si? -. Dije retándolo y lo abracé por el cuello.
Me acercó a él y me besó, le correspondí y nos quedamos así durante unos segundos hasta que los demás lo llamaban a gritos.
- Nos vemos mañana -. Se separó de mí y asentí, salió con los demas chicos.
Probablemente el mejor de los cumpleaños.
Lunes.
Martes.
Miércoles.
Era 14 y
1. Seguía sin ser novia de Valentín
2. Era su cumpleañosDespués del beso las cosas habían seguido normales, ninguno de los dos lo mencionamos y a varios les pareció bastante raro. Nos queríamos ¿por qué no estábamos juntos aún?.
Llegué al salón de clases y estaba ahí esperándome junto con un libro y una rosa, no era muy afecta a las flores pero eso era lo más lindo que me había podido pasar.
- Feliz día del amor y la amistad -. Me entregó las cosas con emoción y me abrazó.
- Espera -. Reí y saqué su obsequio de cumpleaños - Espero te guste, feliz cumpleaños -. Besé su mejilla y lo abracé.
- Seguro que me encantará, ¿a ti te gustó tu regalo? -.
- Amo los libros, eres un genio-.
- Y aún no lo has abierto, espera a casa y te encantará el doble-.
- Ya veremos -. Le sonreí de nuevo, no me cansaba de hacerlo.
La última clase había terminado más tarde que de costumbre y aún seguían con la idea de ir a celebrar el cumpleaños de Valentín.
- Vamos ¿si? Solo será un rato -. Tomó mi mano y yo me negué.
- Es lejos no me darán permiso de última hora, quisiera estar contigo en serio pero ya es tarde. Mejor esperemos al sábado-. Traté de convencerlo
- MUEVE TU FLACUCHO TRASERO Y VÁMONOS VALENTÍN, ERIKA NO TE VA A PEGAR-. Carcajearon todos sus amigos
Al otro día también había clase ¿que chicos tan estúpidos irían a beber en miércoles?, si ellos. Nada lo detuvo a irse con la bola de alcohólicos de sus amigos y sinceramente me había enojado que fuera tan inconsciente.
Llegué a casa tan cansada y enojada que fui directo a la cama a dormir.
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No puedo quedarme.
Short StoryNo es solo una historia de amor adolescente, es una historia de lo que pudo ser.