- Erika por favor acéptalas-. Extendió un ramo de flores amarillas de cuyo nombre no estaba segura.
- Gracias pero no es necesario, en serio.
De la nada apareció mi madre y Valentín se dirigió a ella.
- No quiere aceptarlas, dígale algo por favor.
- ERIKA-. Dijo mi mamá mientras me lanzaba una mirada asesina, solo reí.
- Bien-. Las tomé, le di un beso corto y salí lo más aprisa de aquel lugar donde nos encontrábamos mientras el festejaba de una manera extraña.
Abrí los ojos y miré el techo, quería reír tan fuerte por dios era el sueño más loco que había teniado, ¿mi mamá obligándome a tomar unas putas Flores? JAJAJA bien, sí eso haría ella pero no necesitaba que mi mente lo manejara de una manera tan realista, lo que sentía por el estúpido de Valentín no cesaba y seguía soñando cosas igual de estúpidas que él. Bassssta de engaños.
Llegó la tarde y ya me encontraba en la escuela tomando la aburrida clase de historia, de pronto mientras la maestra hablaba sobre la colonización de Nuevo México Valentín se recargó en mi hombro y posó su mano sobre mi brazo. No entendí nada lo juro, no hacía por moverse pero tampoco me dirigía la mirada, era raro con todas las chicas de la clase pero conmigo lo hacía excesivamente en serio. No hice nada más que mirarlo de reojo y tratar de poner atención a la explicación, pasó un rato así hasta que por fin tomó su postura e hizo como si nada hubiera paso ¿A CASO CREES QUE SOY TU MALDITA ALMOHADA?.
Terminó la hora y salí al baño junto con Jessica, en realidad fuimos a comprar gomitas pero ir al baño suena mejor que "ir a comprar cosas para engordar más", si.
Íbamos de regreso al salón cuando de pronto salió Fernando y de nuevo vino hasta mi, "Fernando por favor me haces mal".
- Hola Eri-. Sonrió
- Hola-. Le devolví la sonrisa y caminé más aprisa - ¿No tienes clase?.
- No, aún no tenemos maestro de psicología ¿y ustedes?.
- Si tenemos lite-. Dije pero al mismo tiempo Jessica habló, no pudiendo evitar cagarla.
- Tampoco, a nosotros nos falta maestro de Salud-. Me miró apenada y tratando de disculparse.
- Oh cierto aún no me aprendo bien el horario-. Dije para justificarme.
- Ya llevamos más de dos meses deberías aprendértelo.- rió Fernando y nos siguió el paso.
- Lo que deberíamos es ya tener a todos los maestros de cada materia-. Dije y reí.
Llegamos al salón y Jessica entró junto con las chicas que se habían quedado, Valentín estaba cerca y me miró de una forma extraña al verme con Fernando pero no le di demasiada importancia.
- Deberías pasarme tu whatsapp-. sacó su celular y me lo dio para que anotara mi número.
- Ehmm si, bueno-. Lo tomé y le agendé mi número - me agrada más messenger-. Le sonreí.
- Lo tomaré en cuenta-. Miró hacia las canchas deportivas - nos vemos después ¿vale? creo que necesitan un delantero por ahí.
- Claro-. Me dio un beso en la mejilla y se fue.
No tenía espejo en el cual verme pero estaba segura de que estaba roja al mil. Valentín se acercó a mí esperando a que le dijera algo, obvio que no iba a decir nada él solo perdía el tiempo.
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No puedo quedarme.
Short StoryNo es solo una historia de amor adolescente, es una historia de lo que pudo ser.