Nueve.

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Iba camino a la escuela y justo una cuadra antes de llegar alguien me tomó del brazo por atrás, volteé e instintivamente lo golpeé.

- Tranquila no pienso robarte nada-. Dijo Valentín mientras hacía una mueca por el golpe que le había dado en la cara - AUCH.

- Lo siento de verdad-. No sabía cómo ayudarlo y me sentí mal por eso - pudiste llamarme para que no pasara esto.

- Había un 99.99% de probabilidad de que fuera ignorado y apresuraras el paso Erika ¿en serio crees que iba a hacerlo?, fue preferible el golpe.

- Eres tan tonto-. Sonreí mostrando lo vulnerable que él me hacía sentir.

De la nada tomó mi mano y me hizo caminar junto con él a un lugar poco concurrido por personas o más bien por estudiantes. ¿Por qué lo seguía? No sé pero ya estaba con él, frente a frente mientras me miraba directo a los ojos.

- Yo sé que no te gusta tanto como yo, yo sé que con quien quieres estar es conmigo, yo lo sé y si en este instante dices que es verdad vamos y yo mismo le digo a Fernando que todo fue una confusión y que al que amas es a mí.

El corazón me latía a mil por hora y no pude evitar mirar sus labios, eran carnosos y muy lindos tenía ganas de besarlo, en ese momento el universo se consumía en mis ganas de probar aquellos labios.

- No puedo hacerlo él es muy bueno y claro que lo quiero...

- Pero no como a mí, vamos dime que es verdad que quieres estar conmigo.

Mordí mi labio inferior sin saber qué responderle, quería estar con él pero no quería lastimar a Fernando.

- ¿Te quedarás callada? -. Gruñó y se apartó de mí - pensé que resultaría y una vez más fracasé-. Dijo lo más desanimado.

Valentín había quedado de espaldas hacia mi y yo ya tenía una respuesta, me acerqué a él quedando de nuevo frente a frente, tomé su rostro con ambas manos y acaricié sus labios, después de unos segundos lo besé y el rodeo mi amplia cintura con sus brazos.

- ¿responde a tu pregunta? -. De nuevo sonreí, esta vez en la comisura de sus labios - pero por favor déjame arreglar las cosas con Fernando, no quiero que termine mal.

Me abrazó tan fuerte como pudo.

- Claro que responde a mi pregunta y si eso quieres está bien, tómate tu tiempo para arreglar las cosas.


AYYY NO, me quité de encima la cobija que tenía y me senté en la cama a reflexionar sobre otro de mis estúpidos sueños "¿Es en serio Erika?", no podía explicar el como me sentía con todo aquello, Valentín, Fernando, si fuera tan fácil todo los enviaría al carajo pero no.

Hace unos meses nadie se había fijado en mi... o bueno si pero no me lo dijo ¿como esperaba que yo lo adivinara con sus tontas y raras actitudes hacia mi?.

No puedo quedarme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora