Comenzaba el año escolar y mi grupo de amigas se había divido porque no queríamos las mismas áreas, en realidad fui la única que me separé de ellas las iba a extrañar en serio.
Por tercer año seguido Valentín estaba en el mismo grupo que yo y eso me alegraba bastante porque si no tenía a mis amigas conmigo al menos lo tenía a él que me hacía tan feliz.
Como esperaba la primera semana había sido demasiado sofocante y no me había alcanzado el tiempo para todo lo que quería hacer.
Era sábado y estaba demasiado atareada cuando alguien llamó a la puerta, abrí y era Valentín.
- ¿tienes planes para hoy?.
- Si, hacer mucha tarea al igual que tú.
Nos reímos y lo invité a pasar.
- Ya he terminado, anda vamos a caminar imagino que debes estar estresada.
- Un poco pero no hace falta.
- Si, llévatela ya vendrá después a terminar-. Dijo mi mamá al salir de su recámara.
Valentín le sonrío entusiasmado y le hizo caso. De un momento a otro ya estábamos caminando por los alrededores del edificio donde yo vivía y nos detuvimos en un lugar donde habían columpios, nos sentamos y me balancee lentamente.
- ¿Puedo hacerte una pregunta?-. Dijo en voz baja, mi corazón comenzó a latir más rápido de lo normal.
Ni siquiera sabía que iba a preguntar y ya mi cuerpo se estaba adelantando a todo.
- Claro, ya sabes si es algo coherente si.
Se rió y negó con la cabeza. Era un momento tenso, se puso frente a mí y me miró directo a los ojos, me hacía sentir lo mismo que hacía meses y cuando digo meses eran muchos mesesss.
- ¿Antes te gustaba?-.
- Si, demasiado-. bajé la mirada para evitar encontrarme con la suya.
- Oh... ¿Y ahora ya no, cierto?-. hizo lo mismo que yo e inmediatamente tomé su rostro con ambas manos.
- No, ahora te amo.- lo besé como si mi vida fuera a acabar en ese instante, pero en realidad, en realidad estaba besando a mi vida.
Continuó besándome y el tiempo se detuvo, no existía en el universo más que él y yo.
Llevábamos tiempo ya en el beso y me separé para poder respirar, repasé cada unas de las facciones de su rostro y me sentí la chica más afortunada de la tierra por tenerlo.- ¿Quieres ser mi novio?-. Le solté y el quedó más que sorprendido.
- ¿Y Fernando, que con él?-.
- Ya nos somos más que amigos, desde hace ya un mes-. Reí y lo besé de nuevo - ¿y tu respuesta es?.
- ¡Si! Sabiendo que estás soltera ¡si! , bueno ahora no lo estás porque eres mi novia y... -. Me beso repetidas veces, su felicidad era tan grande como la mía - Te amo.
- Y yo a ti Valentín.
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No puedo quedarme.
Short StoryNo es solo una historia de amor adolescente, es una historia de lo que pudo ser.