Mi arrogante tentacion{Editando}

Capitulo 21

Amber entró a su casa y antes de que se diera cuenta comenzó a llorar. Muchas dudas inundaron su mente en ese momento. ¿Cómo saber que los sentimientos de Riley eran reales? ¿Y si solo era un juego o peor aún un simple capricho? Definitivamente no podía creer tan fácilmente lo que Riley le había 'confesado'.

Limpio sus lágrimas con el dorso de la mano y se fue a dar una ducha.

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Riley se sentó en su cama, estaba confuso y algo molesto, no podía entender esa actitud tan repentina de parte de Amber.

- ¿Por qué de pronto actúas así? –Dijo mientras veía el collar que aún tenía en sus manos- Crees que soy una mala persona ¿Cierto? -Dijo con una ligera sonrisa- Pues no creas que me voy a dar por vencido tan fácil mente –Advirtió mientras regresaba el collar a su caja.

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Recorría los pasillos del supermercado con su canasta donde iba metiendo los productos que agarraba de los estantes.

Agarró un litro de leche de un refrigerador y se giró para mirar hacia el estante que tenía detrás, un chico llego y se detuvo a su lado observando los mismos estantes, no le prestó mucha atención y agarró unas cuantas chucherías y las metió en la canasta. Le pareció algo extraño que el chico no agarrara nada del estante ¿Se iba a llevar algo o no? De todas formas no era su asunto, se dio la vuelta para retirarse y pagar sus cosas.

- No deberías comer esas cosas, todo eso es chatarra –Dijo el chico y Amber se giró para verlo, el ahora también la miraba. Llevaba lentes oscuros y una gorra azul marino.

Amber entrecerró los ojos un poco para verlo con más detalle.

- ¡Riley! –Exclamó.

El de inmediato se acercó a ella y le tapó la boca rápidamente.

- Ssh!! No grites! – Le dijo mirando frenéticamente hacia los lados para asegurarse de que nadie la hubiera escuchado. Amber rápidamente quitó la mano de Riley de su boca.

- ¿Qué haces aquí? – Le dijo en un susurro.

- Necesito hablar contigo –Dijo mientras se acomodaba la gorra discretamente.

- ¿¡Me estabas siguiendo!? –Le grito en un susurro para que no la escucharan.

- Eso no importa ahora!! Hay que salir de aquí, ve a pagar tus cosas, te espero en el auto. Lo aparqué en la siguiente cuadra, detrás de un árbol, No tardes-Puntualizo y de inmediato se retiró discretamente.

Amber quedo perpleja, Riley definitivamente se estaba volviendo loco. Sin embargo ella hizo lo que le pidió, hizo la fila para pagar y salió del supermercado.

- Idiota, si el auto estaba en la otra cuadra por lo menos fueras esperado aquí y me fueras ayudado con las bolsas –Mascullo molesta.

Al llegar pudo ver el auto de Riley aparcado cerca de un gran árbol, de inmediato abrió la puerta y se introdujo en la parte del copiloto y cerró la puerta con fuerza.

- ¿¡Acaso te volviste loco!? ¿¡Por qué estas siguiéndome!? ¿¡Y si te fueran reconocido en ese lugar!?

La voz de Amber lo comenzó a marear, sentía como si lo estuvieran reprendiendo y su voz era demasiado irritante cuando se enojaba.

- ¿Puedes calmarte? –Le dijo con gesto de molestia.

Amber guardó silencio, tenía razón, se estaba alterando. Aclaró su garganta y se acomodó un poco en el asiento algo avergonzada.