Mi arrogante tentacion{Editando}

Conociendo a Min Lee y a Go Hyun. Primera parte

Amber enseguida subió a su cuarto y se dirigió a su guarda ropa, comenzó a rebuscar algo que le sirviera, algo lindo y apropiado para la ocasión.

Camisetas, bufandas, jeans, era todo lo que podía ver. Ella no era de ese tipo de chicas que vestían muy femeninas y se lamentó de ser así en esta ocasión, ¡no podía ir a un restaurante lujoso usando jeans!

Tenía el vestido color rojo que había usado para cenar con Dylan la vez que se conocieron, pero no quería usar eso está vez, era aburrido usar el mismo vestido de nuevo, estaba siendo muy quisquillosa para elegir que ponerse en esta ocasión. Sonrió al ver el hermoso vestido morado y negro que Riley le había regalado, era precioso y le recordó ese día tan alocado, ese idiota se la había llevado a la fuerza. Entonces fue ahí cuando su mirada de desvió a un costado del guarda ropa ¡El vestido Coctel, el de color vino! Lo había olvidado por completo. Lo sacó y lo observó unos segundos, sí que era el indicado, sencillo pero precioso y vestía para la ocasión.

— Este es perfecto —Dijo embosando una sonrisa de satisfacción.

Colocó el vestido estirado en la cama y se fue a la sala. Agarró  uno de sus libros "Jane Eyre" de Charlotte Brontë. Aún faltaba mucho para la noche y era un excelente dia para un maraton de lectura, así que se propuso a terminar de leer el libro ese mismo día. Ese tipo de retos que se ponía ella misma le fascinaban. Así que se tiró en el mueble y se echó a leer con un gran vaso de Coca-Cola helado y echó en una tasa galletas con chocolate que había comprado cuando salió del trabajo.

Había pasado una de sus tardes favoritas: Una tarde tranquila, descansando y leyendo un buen libro sin interrupciones.

Luego de que pasarán algunas horas se levantó y se fue a dar una ducha, ya era hora de arreglarse.

Se comenzó a duchar, el agua estaba fría, eso le agradaba, sentía como el agua la refrescaba conforme iba cayendo en cada parte de su cuerpo, y sentía como sus músculos se iban relajando mientras pasaban los minutos. Disfrutó un largo rato del agua, luego lavó su largo y hermoso cabello castaño, lo envolvió en una tolla y colocandose la bata de baño entró en su habitación.

Se sacó la toalla de la cabeza y comenzó a descenredar su cabello frente al espejo de la peinadora, luego se miró con mas detalle el rostro, pasando una de sus manos por su mejilla con una ligera sonrisa para darse aliento.

Se colocó el vestido, y muy entusiasmada se miró en el espejo para checar como se le veía, Era perfecto, el tipo de tela con que estaba hecho el vestido hacia que se le siñera al cuerpo de la cintura para arriba, y de la cadera hacia abajo era suelto.

Cuando su caballo estuvo seco se hizo unos retoques con la plancha, su cabello era semi ondulado así que no era necesario esmerarse mucho. Luego dejó que su cabello cayera por completo, las ondas se veían mas claras, siempre que se planchaba el cabello opinaba lo mismo.

— Esta vez no usaras los pasamontañas que acostumbras a usas Amber — Se dijo moviendo su cabello para arreglarlo mejor.

Esta vez se maquillaría un poco más, nunca pasaba de la base, el compacto y un poco de brillo en los labios, pues esta vez iba a experimentar un poco. Además de echarse corrector debajo de los ojos para tapar las desagradables ojeras que ya de por sí eran algo genérico, eran la herencia maldita del apellido Williams, la familia de su madre. Agregó la base y el compacto, se delineo solo un poco las sejas con cuidado, agregó un poco de rimer negro en las pestañas lo que resaltó más el color verdoso de sus ojos y se pintó los labios de un hermano rojo granate.

Lucía espléndida. Dibujó una amplia sonrisa frente al espejo, estaba mas que satisfecha con el resultado, de verdad había hecho un muy buen trabajo.