Penúltimo capítulo

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Riley no salió de su habitación el resto que quedó del día, no paró de escribirle a Amber, llamarla y pedirle que hablaran de nuevo, pero ella se reusaba, eso lo frustraba aún  más, estaba acostado boca arriba en la cama, con el celular frente a sus ojos, esperando, teniendo todavía un rayito de esperanza de que Amber dijera algo, cualquier cosa.

Entonces Dylan tocó la puerta.

— Aquí está la cena, ven a comer — Exclamó con la esperanza de que el hambre lo sacara de su encierro.

— No tengo hambre —Respondió sin ánimos.

— Vamos —le pidió—. Necesitas salir de ahí, llevas todo el día encerrado en esa habitación.

— No quiero, déjame solo ¿sí? —lepidio con un tono para nada severo.

Dylan suspiró y decidió dejarlo solo.

— Está bien, como quieras, iré a cenar —dijo dirigiéndose al comedor.

Nada pudo hacer Dylan respecto a Riley, al día siguiente el solo salía para cosas necesarias, comer, ir por agua, etc... Luego de estar medio día de esa manera decidió salir de la habitación y se sentó en uno de los taburetes de la cocina donde Dylan se tomaba un trago de Soju.

— No puedo hacer nada... No soy nadie para decidir por ella —dijo pensando con melancolía.

— Tienes razón —dijo Dylan sirviéndose una segunda copa.

— Está bien, creo que soy molesto para ella en este momento, llevaré mi carga, dejaré que se vaya —dijo con la mirada perdida, su cabello estaba despeinado y los ojos hinchados, no se podía saber a ciencia cierta si había estado llorando o pasó la noche en vela sufriendo gracias a los pensamientos que le concomían la cabeza.

Riley le quitó la copa de la mano y se bebió todo lo que quedaba en ella en tres tragos seguidos para luego colocar la copa en el mesón con algo de fuerza, Dylan lo miró y sonrió sorprendido.

— ¿Te puedo hacer una pregunta? —Dylan colocó el codo en el mesón, apoyando su cabeza con la mano—. ¿Cómo diablos llegaron a esto? —Preguntó con mucha curiosidad, él sonrió, tenía una cara de no poder creer lo sucedido —. Jamás lo hubiera imaginado.

Riley sonrió con debilidad, negó mientras bajaba la cabeza.

— Es una larga historia, pero eso ya no importa, la perdí como un idiota —Rascó su cabeza con frustración—. Esa chica es testaruda, aunque tenga sus razones para estar así conmigo creo que está siendo muy cruel.

— ¡Es que jamás lo hubiera imaginado! ¿Tú y Amber? Es increíble, y yo que creí que salías con tu amiga, la que es modelo.

Riley sonrió un poco, con la mirada perdida. Dylan se quedó un rato mirando a su amigo, al principio le causó gracias, nunca pensó ver a Riley en ese estado y mucho menos por una chica.

— Te propongo algo — dijo Dylan.

Esas palabras automáticamente captaron la atención de Riley.

— Su vuelo sale mañana a las 6:30am, Amber me dijo que no te mencionara la hora, no quiere que te aparezcas en ese momento, porque sería más difícil para ella —Dylan se levantó y agarró otra copa, le sirvió a Riley en la que le  había quitado y luego llenó para el por la mitad la que había buscado—. Es que Amber no se imaginaba que te rendirías tan rápido, y creyó que de seguro le irías a suplicar —dijo burlándose.

— Idiota, no es cuestión de rendirse, ella quiere irse ¿Qué puedo hacer? Si es lo que quiere... Entonces no soy quien para impedírselo —le dijo con molestia—. No sé por qué me dices todo esto, si ella no quiere verme ahí no iré.

Mi arrogante tentacion{Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora