— ¡Riley medieron el permiso! —Exclamó desde el otro lado del celular.
— Oh! ¿De verdad?¡Así me gusta! Ya me cae bien tu Jefesito—bromeó
— Enseguidacomenzaré con los preparativos —Prosiguió entusiasta— Rileyestoy tan contenta —dijo con un suspiro de alegría.
— Esto será talcomo lo quería, la única persona a la que quiero en esos momentoses a ti.
— Y ahí estaré—Amber escuchó del otro lado del celular ruidos de fondo, bulliciode muchas personas, objetos siendo arrastrados y música de fondo—.¿Donde estás?—Preguntó extrañada.
— Estoy en losensayos, ahora mismo —Un chico le gritó a Riley para que seapresurara y este le pedía que aguardara.
— Oh, entiendo,entonces... voy a colgar.
— De acuerdo, nosvemos en la noche —Le recordó.
— Bien, aquí teespero —se despidió.
Riley llegó a casaa las 7 de la noche, al entrar, de inmediato se tiró en el primersofá que encontró, las prácticas eran fuertes, ensayos, protocolosde como tenía que hacer las entradas a cada escenario y más ensayoscon sus compañeros de DarKBoys hasta que Kim Su Ha estuvieraconforme, lo dejaban destruido.
— Creo que voy amorir —Se quejó exhausto— Kim Su Ha es un monstruo, estoyarruinado. Siempre que se aproxima una gira hace lo mismo —Lloriqueó.
— ¿Y es ahora quete das cuenta? —. Preguntó Dylan mientras estaba en el balcónconcentrado jugando en una pequeña mesa de billar que estabaacomodada en una esquina del balcón.
Además—. dijodándole a una bola que a su vez hizo un ruido estallante yconsecutivo al chocar con las demás bolas de billar—. Creí quellegarías casi a media noche, ya es habitual cada vez que ensayan.
— No tienes idea—dijo sentándose y pasando su mano por el rostro y luego por elcabello con pereza—. Me costó mucho persuadir a Kim Su Ha para queme dejara salir a esta hora, el resto de los chicos aún estánpresos —mencionó mientras se levantaba— Le dije que debía hacerotras cosas.
— ¿Adónde vas? —. Preguntó acercándose a la sala—. Ah! No me digas, vas avisitar a tu novia—. Se burló.
— Ya callate, ve ajugar billar con tu soledad —dijo agarrando un almohadón de losque adornaban el sofá y se lo tiró.
Dylan lo atajó y selo tiró de vuelta, Riley lo regresó al sofá y ambos estallaron enrisa.
— Voy a darme unaducha— dijo con un suspiro—. Si me acuesto de nuevo te aseguroque no me levantaré hasta mañana.
Riley se fue aduchar, duró un largo rato, luego se colocó una campera de colorroja para regular el frío casi insoportable que hacía, pantalonesnegros y botas montañeras del mismo color.
— ¡Ya me voy! —legritó dándole unos golpesitos a la puerta del cuarto a Dylan—.Este que se encontraba viendo TV gritó.
— ¡Está bien!Pero no regreses tan tarde, a las chicas no les gusta tener siempre asu novio como un pegoste, a ella les gusta que les des espacio —dijoluego estallando en una risilla malvada.
Riley negó con lacabeza y salió ignorando los juegos de Dylan.
Al Llegar a casa deAmber esta le abrió la puerta con la misma emoción infantil yalegre de siempre, al verlo se echaba a reír como una niñaemocionada y se balanceaba sobre el para abrazarlo con todas susfuerzas, sus ojos brillaban, era algo realmente lindo para Riley elsaber que ella siempre lo esperaba con ansias. Le traía una hermosacajita de color azul con círculos negros y una cinta negra queformaba un lazo sobre la tapa.
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Mi arrogante tentacion{Editando}
Teen Fiction¿Cual crees que sería tu reacción si conocieras en persona a tu cantante favorito!? Amber Scott, es una chica decidida y algo solitaria ya que a tenido conflictos para hacer amigos debido a su personalidad fría. Ha decidido centrarse en una cosa: S...