III. Primer candidato: Makoto Naegi

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You're sick of feeling numb

You're not the only one.

Pain; Three Days Grace.

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Para desgracia de Asahina a Fukawa le gusta mucho escribir.

—El enemigo de su señor. Su enemigo —la oye susurrar aceleradamente—. ¿Qué son esos sentimientos? Lo tiene retenido contra su cuerpo, a su merced. Podría m-matarlo si quisiera pero algo se lo impide. Sus cuerpos sudorosos...

—¡No hace falta que lo recites en voz alta! —Asahina está al borde de la locura. Demasiado tiempo con Fukawa. Demasiado. Y encima no para de escribir y lo peor de todo es que no para de leer. En voz alta. Asahina emite un gemido de pura frustración. Se supone que están de incognito. Se supone que deben acechar a Sakakura hasta ver la oportunidad perfecta pero es imposible si a cada poco tienen que huir por culpa de lo ruidosa que se vuelve la novelista cuando se emociona.

—¡Ah! Necesitamos pensar un plan mejor —masculla Aoi mientras se muerde el pulgar y trata de controlar el tic nervioso en su ceja izquierda.

—No es culpa nuestra que el perro no se separe de su d-dueño —replica Touko, levanta la cara de los papales, la tiene llena de tinta. Asahina suspira y se la limpia con un pañuelo que saca de su bolsillo, ¿cómo puede ser tan desastrosa?

—No lo será por mucho tiempo —dice, seria. Aprieta con fuerza la nariz de Fukawa y vuelve a levantarse, espían detrás de una esquina (o espía más bien porque Touko no deja de escribir). A lo lejos ve la alta figura de Sakakura y otra vez no parece otra cosa más que la sombra distorsionada de Munakata.

Los planes para reunir a Makoto y Juzo en una sola habitación, se enamoren, vivan felices y coman perdices el resto de su vida van de mal en peor con el transcurrir de los días y, en algún punto de la historia Komaru acaba involucrada en el asunto. Asahina querría decir que no sabe como pero...

En realidad sí lo sabe.

La culpa es de Fukawa.

Para variar un poco.

—Aoi Asahina —se dice a sí misma con un tono de voz recriminatorio—. La peor guardadora de secretos de la historia —golpea su frente contra la palma abierta de su mano. Tres veces. Komaru revisa la libreta llena de planes que rezuman fracaso (de hecho, todos ellos han fracasado hasta la fecha).

—Uhm... bueno, no estoy completamente segura de que mi hermano sea bisexual —cierra la libreta—. Y Sakakura le da miedo —aclara— pero está bien, ayudaré al menos con él. Si consigo que al menos se abra lo suficiente para replantearse darle una oportunidad más a encontrar a alguien con quien pasar su vida creo que habré ganado bastante.

Asahina no quiere que Naegi olvide a Kyoko (le patearía muy fuerte si se le ocurriera) pero está de acuerdo con Komaru. Naegi no puede rendirse. ¡El amor de su vida puede aparecer en cualquier momento! Y Aoi tiene la esperanza de que sea Sakakura, Komaru se conforma con que no se cierre al amor y Fukawa... bueno, ella solo quiere escribir historias sucias.

—¡Genial! Entonces... uhm... ¡comienza la cuadragésima reunión oficial de celestinas! ¡Con Komaru como nuestra invitada especial! —quizá está más emocionada de lo que debería cuando lo dice. Sabe que Juzo va a matarla como descubra toda esa estúpida situación.

Ah, bueno.

De algo se tiene que morir uno de todas formas.

—Muy bien —dice Komaru mientras le devuelve la libreta a la castaña—. Tengo un plan.

Objetivo: Un novio para Sakakura JuzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora