II. Objetivo: Los candidatos.

939 118 125
                                    

Tras el "incidente" en la piscina la cabeza de Asahina empieza a trabajar a destajo. Tiene una especie de plan en la punta de la lengua pero no tiene muy claro cómo llevarlo a cabo. Así que se cuela en la "biblioteca" de la filial (que en realidad no es más que un almacén con un montón de libros) y se propone hacer un resumen, un esquema con todas sus ideas. La idea le vino al recordar a Kyoko, ella siempre... hacía ese tipo de cosas.

—Muy bien, Aoi, concéntrate. Esto es para ayudar a un amigo —se sienta frente a una mesa larga y marrón y deja caer una pequeña libreta de color negro y dorado sobre ella. Entonces la abre, entonces escribe.

CANDIDATOS PARA QUE SAKAKURA JUZO SUPERE AL CUBITO DE HIELO.

Se sonríe satisfecha con el título y es la única satisfacción que siente porque al momento se queda en blanco. El plan es perfecto en su mente. Conseguir un chico mono, encantador, amable y agradable que hiciera feliz a Juzo y le permita avanzar. ¿Cuál era entonces el maldito problema? Nadie cumple esas putas expectativas (y probablemente si alguien lo hubiera hecho estaría intentando pescarlo ella). Se golpea los mofletes con ambas manos. ¡Vamos! No puede rendirse tan fácilmente. Decide tirar por lo más sencillo... hacer una lista con los chicos que conoce. Luego puede ir tachando nombres si no la convencen.

La primera persona que viene a su mente.

Es el puto y tuerto cubito de hielo.

Así que hace un tachón con fuerza en la libreta sin ni siquiera escribir su nombre.

Mierda.

Se niega.

Se supone que esto es para ayudar a Juzo a superarle no para hundirle más en la mierda que le supone amarle. Aspira lentamente y vuelve a intentarlo.

Makoto Naegi.

Puede funcionar; piensa. Naegi es amable y algo afeminado. Aún le duele lo de Kirigiri (y a ella también, joder). Sería la manera ideal de que ambos dejaran atrás algo que les provoca un profundo pesar. Asahina rodea el nombre. Las probabilidades de que Naegi fuera bisexual son bastante altas si repasa todo lo que sabe de él (¡no iba a perder la esperanza con el primero tan fácilmente!).

Pasa al siguiente.

Yasuhiro Hagakure.

Le falta tiempo para tachar una y otra vez el nombre. Aprecia mucho a Hagakure pero no va a colgar semejante muerto a Sakakura. No cree que Hagakure sea una buena opción para él (para nadie, en realidad).

Kazuichi Souda.

Asahina se limita a pensar en los contras y los pros de dicha decisión. Contra. Remanente de la desesperación. Pro. Estaba rehabilitado. Contra. Estaba enamorado de Sonia Nevermind. Pro. Sonia Nevermind es un Munakata de la vida...

Así que finalmente decide dejar a Souda en la lista, por si acaso.

Siguiente.

Hajime Hinata.

Se queda pensativa mirando el nombre, ¿por qué narices todos los conocidos que Sakakura y ella comparten son, en su mayoría, remanentes? Aquello no es una buena señal y, para empeorarlo todo, Sakakura odia la puta desesperación (más que ella, incluso).

Ni siquiera se toma la molestia de apuntar a Fuyuhiko, es su contacto con la isla mientras el resto de chicos intentan arreglar un poco lo que Enoshima Junko les obligó a hacer cuando les indujo en la desesperación. Aunque al final es ella la que está desesperada. Porque la lista es demasiado pequeña para su maldito gusto. ¡No tiene apenas opciones! Se muerde el labio inferior y finalmente se decide. Lo apunta a él. De perdidos al río.

Byakuya Togami.

¿No que a Sakakura le gustan las amebas asexuales? ¡Pues él es la mayor! Además, lo sentía mucho por Fukawa pero las probabilidades de que Togami sea homosexual son tan jodidamente altas que asus-

—¿Qué es l-lo que q-quieres con mi p-príncipe? —la voz de Fukawa sobresalta a la castaña y la libreta vuela por los aires para luego volver a caer con un ruido sordo sobre la mesa. Ha sido como una invocación mariana, mierda.

—¡Fukawa! ¡Que agradable sorpresa! ¡No vuelvas a asustarme de esa manera! —pero da igual lo mucho que intente disimular. De repente se encuentra sin su libreta, su plan expuesto a la peor persona posible—. F-fukawa, devuélveme eso, a-anda...

—N-no hasta q-que me expliques que pinta mi príncipe —señala la novelista mientras mueve la libreta de arriba abajo. Asahina infla los mofletes hasta que acaban siendo dos globos en su rostro.

—Estoy... barajando posibles parejas para alguien —confiesa. Fukawa chilla y a la castaña no le queda más remedio que saltar para tapar su boca y recuperar su libreta—. ¡Shhhhh!

—¡N-no dejaré que ninguna zorra le pong...!

—Es un chico —corta Asahina, de raíz—. Estoy buscándole pareja a un chico —no sabe porque lo reconoce. No sabe por qué diablos iba a cambiar eso la reacción de Fukawa pero por alguna extraña y estúpida razón lo hace.

Porque se han quedado calladas, las dos, por un buen rato, en una postura un tanto incómoda para ambas. Y es entonces cuando Fukawa empieza a reír con esa maldita risa de absoluta excitación que le pone los pelos de punta a Asahina.

—Un romance... prohibido —dice la novelista antes de soltar una risilla lasciva—. Cuerpos sudorosos que se ocultan de todas las miradas. La lucha entre el deber y el a-a-amor —Fukawa empieza a soltar las suficientes babas como para que Asahina decida que es suficiente de eso. Se separa bruscamente—. ¿Quién? —Fukawa gatea hacia ella y a Aoi se le eriza todo el vello de la espalda—. ¿¡Quién!?

—¡No voy a decírtelo! E-es algo privado —empieza a tartamudear también como una idiota. No quiere traicionar tan jodidamente pronto la confianza de Sakakura. ¡Demonios!

—Da i-igual. Tus metáforas son apestosas —vuelve a reír—. He llegado a leer un poco y s-seguro que el cubito de hielo es Munakata. Eso deja a su p-perro guardián como primera opción. Si a eso le u-unimos que t-te la pasas con él es obvio. Sakakura es gay —deduce.

—Ugh, te odio con toda mi alma ahora mismo —reconoce Asahina, totalmente crispada por haber sido descubierta tan fácilmente. Y la novelista vuelve a reír y ella solo quiere tirarle algo encima. A ser posible algo que le haga daño.

—Que amo tan poco complaciente... n-ni siquiera lo maltrata, es aburrido, aburrido —Ashina piensa en Togami humillando a Fukawa, algo le dice que prefiere un mal amo para Sakakura—. El dolor de la pérdida de su sirviente más l-leal... sería tan divertido de ver cómo reaccionaría. Te a-ayudaré.

—Togami está en la lista —le recuerda Asahina en un vano intento de provocar que Touko desestime la idea de participar en aquello.

—¿Realmente c-crees que nuestro amor es tan débil? —Fukawa desestima sus palabras con la mano—. Y aunque así fuera... ¿cómo podría ser una buena historia de amor sin tragedia?

-------------------------------

NdA: La lista de Asahina es totalmente provisional y puede no coincidir con la realidad de los capítulos becoz dados los acontecimientos del arco del futuro si me da el volunto despertaré a gente del coma de la isla, lol. 

Tengo problemas con la personalidad de Fukawa, sigh, se me dan mejor las personas como Togami -yesonoesbueno-. Lamentablemente para mí -becoz la adoro- Kirigiri se queda en el hoyo porque escribí esto antes de que reviviera, lol.

Objetivo: Un novio para Sakakura JuzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora