Capítulo 1: Último mes en Colombia

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"Recuerda que para empezar una nueva etapa tienes que cerrar otra, no tengas miedo de decir adiós, es parte de la vida

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"Recuerda que para empezar una nueva etapa tienes que cerrar otra, no tengas miedo de decir adiós, es parte de la vida."

Salomé Méndez:

-¿Aló, Salomé? ¿Qué pasa? ¿Está todo bien? ¡Te estuve llamando toda la tarde y no contestaste ni dejaste un mensaje!- exclamó Nate preocupado.

-Nada está bien Nate, necesitamos hablar y ahora mismo. ¿Podemos encontrarnos en el parque que queda cerca de mi casa?-respondí tratando de que mi voz sonara tranquila.

-¡Me estás preocupando! Salgo enseguida para allá. Nos vemos en quince Minutos. No importa lo que este pasando, estoy aquí para ti y todo va a estar bien- dijo antes de colgar.

Si tan sólo supiera que nada estaba bien y que no había forma de arreglarlo.

Me mire en el espejo, mi maquillaje estaba hecho un desastre después de tanto llorar.

Me retoqué un poco, me cambié de blusa, me puse los zapatos, agarré mi bolso y bajé las escaleras rápidamente evitando tener que confrontar a alguno de mis papás.

«¡Nadie por ahí, que alivio!»

Agarré mi bicicleta y fui directo hacia el parque.

«¿Cómo se lo digo? ¿Cómo decirle a Nate que me iré en menos de un mes al otro lado del mundo?
¿Cómo seguiré sin Nate»

Era una de las personas más importantes de mi vida.

Me conocía mejor que nadie, definitivamente.

No sabía lo que pasaría entre los dos después de contarle todo; pero lo correcto era que la decisión la tomaramos los dos y no sólo yo.

Me senté en una banca a esperarlo.

Miré a mi alrededor; habían niños jugando fútbol con sus padres; otro grupo de jóvenes sentados en círculo comiendo helado, riendo y hablando; niños columpiando mientras sus madres estaban sentadas en bancas contandose entre ellas los chismes más frescos del vecindario.

Y luego estaba él, bajando de su carro.

Se dirigía a mí con una sonrisa dibujada en su rostro y sus ojos iluminados. Su forma de caminar demostraba lo que él era: un tipo decidido y seguro de sí mismo.

Me gustaba tanto, que eso hacía que el hecho de dejarlo me doliera mucho más.

No había absolutamente nada que no me gustara de nuestra relación; siempre me hizo sentir la chica más especial de todas.

-Salomé, amor ¿estás bien? - me dio un fuerte abrazo antes de unir sus suaves labios con los míos. ¡Como iba a extrañar sus besos!- Parece que has visto un fantasma.

-Nate...nada está bien- empecé a titubear - Yo...yo no sé cómo decirte esto. Yo...yo simplemente...Lo siento mucho, no fue mi decisión y no puedo hacer nada para cambiarlo- no podía contener las lágrimas, sentía como poco a poco perdía el control sobre mis emociones, lo abracé y sobre su hombro empecé a llorar.

-Calma amor, tienes que calmarte, necesito saber que sucede. Sino te calmas no puedo entender qué es lo que está pasando -acariciaba mi cabello con sus manos.

-Nate- dije después de varios segundos, un poco más calmada- Mi papá será trasladado a Alemania y en menos de un mes nos iremos todos con él. Ellos han preparado la mayoría de las cosas, no querían decírmelo hasta que no estuvieran cien por ciento seguros. Ahora ya está todo listo. ¿Entiendes lo que significa eso para nosotros dos?

Me abrazó aún más fuerte y besó mi frente, luego mi mejilla y seguidamente mis labios. Acarició mi cara y volvió a abrazarme. Por unos segundos no dijo nada.

Internamente se lo agradecí.

–Tiene que haber alguna forma–dijo finalmente.

–Ya lo he pensado, pero no se me ocurre nada.

–Entonces iré contigo.

–No puedes hacer eso y lo sabes. Sabes que tu padre quiere que te ocupes de sus negocios y a penas termines la escuela irás a la universidad y trabajarás al mismo tiempo para él. Yo sé que para ti también es importante y que son tus planes, Nate. No me sentiría bien sabiendo que arriesgas tanto por mí.

Me besó una vez más.

–Salomé, todos esos son mis planes pero solo contigo. Si no haces parte de ellos, nada tendrá sentido. En mis triunfos te necesito a mi lado. Entonces, no sé...a lo mejor podría hacer un intercambio, ¿no crees? Uno o dos semestres allá –volví a abrazarlo.

–No sería mala idea, yo también podría hacer un intercambio en Colombia, estoy segura de que mis padres lo entenderían.

Después de hablar un poco más sobre mi último mes y nuestro futuro, decidimos disfrutar cada día que nos quedaba juntos e íbamos a luchar para que la relación funcionara.

~•~

Mi último mes pasó volando.

No hubo día en el que no viera a Nate.

Me tuve que graduar de último año por ventanilla, pues me gradué antes que el resto porqué la ceremonia sería en un poco más de un mes y no alcanzaba a quedarme aquí tanto tiempo «Otra cosa que me frustró mucho más».

No tuve fiesta de graduación, ni ceremonia,ni pude usar una toga y birrete como siempre había soñado.

~•~

Mis amigos y mi familia me prepararon un fiesta de despedida dos días antes del gran día.

–¿Estás segura de que no quieres hacerlo? Estaremos un buen tiempo separados el uno del otro.

–Nate, quiero que seas el primero, pero no así. No me siento preparada.

Nos encontrabamos en la habitación de Nate.

Se acercó a mí y me dio un beso, de esos que te dejan sin aliento. Era increíble lo mucho que su lengua y la mía se entendían.

Mi boca sabía que su dueño era él.

En serio quería estar con Nate, pero hacerlo sólo por el hecho de que me iría, aún sin sentirme preparada, me hacía pensar que no era lo correcto. A parte afuera estaban todos esperando para despedirme.

No era ni el lugar, ni el momento adecuado y yo sabía que él lo entendería.

(...)

La fiesta estuvo increíble.
Todos estuvieron ahí; incluyendo a mis mejores amigos que no podían faltar:  Emilio y Dana. Dana también se mudaría dentro de poco a Madrid para ir a la universidad allá, cosa que me hacía sentir bien a sabiendas de que la vería al menos más seguido que al resto.

Yo estaba nerviosa por el viaje y nunca me imaginé que mi vida cambiaría tanto y que yo llegaría a ser como soy ahora.

Nunca imaginé lo que me esperaba en ese, "el otro lado del charco", como Emilio solía decir.

NIKLAS I (Let me love you) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora