Capítulo 47: Una parte de mi yo del pasado estaba volviendo.

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La venganza es el manjar más sabroso condimentado en el infierno

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La venganza es el manjar más sabroso condimentado en el infierno.
~Walter Scott (1771-1832).

No había forma de que las cosas mejoraran si actuaba como una persona pacífica. En ese mundo, en ese lado oscuro de mi pasado las reglas eran otras, aquí el pez pequeño se podía comer el grande, si el pez grande no era lo suficientemente astuto y valiente. Yo no quería ser el pez grande, y mucho menos si no era el único pez amenazado.

Willi era la persona más importante de mi vida, mi hermano y la razón más grande por la cual decidí cambiar después de toda la mierda que había ocasionado. Él nunca dejó de creer en mí, era de esas personas que me daban ánimo constantemente y que buscaban cualquier tipo de explicación para justificar mis errores estúpidos. Verlo en una cama de un hospital casi irreconocible, golpeado y con hematomas en todo su cuerpo, me hizo entender que esto se me estaba saliendo de las manos, que todo esto estaba yendo muy lejos y que era hora de dejarse de banalidades y de actuar cómo debía hacerlo, enfrentar a ese hijo de puta «la supervivencia del más fuerte» y acabar con esta payasada de una buena vez.

Pero para mi lamento, no era tan fácil como había pensado. Mientras mi hermano se encontraba en la camilla de su habitación en el hospital, recibiendo la mejor atención posible. Papá se encargaba económicamente de eso y yo movía por cielo y tierra contactos de buenos médicos. Había sido apuñalado de tal forma, que el lóbulo medio de su pulmón derecho se vio afectado, tenía la clavícula izquierda rota y tenía el rostro hinchado de los golpes que recibió. Casi lo matan. Él no merecía eso y una vez más era mi culpa, una vez más sufría alguien importante para mí gracias a las malditas sombras que me perseguían. Había una sola cosa que hacer, sólo había una salida : o yo mataba a Lukas o Lukas me mataba a mí y acababa con esta joda de una vez. ¿Porqué no me había matado? ¿Disfrutaba tanto el hecho de verme sufrir?

Me estaba costando bastante mantenerme de pie y con firmeza; estaba destruído por dentro, en todos los sentidos, me sentía culpable y decepcionado, tenía miedo y preocupación y sobre todo sentía una furia gigantesca que gritaba por salir, quería vengarme de él, quería hacerlo pedazos. Si no lo hacía, ¿Quién iba a ser el próximo? ¿Mamá? ¿Gabriel? ¿Mel? ¿O ella, mi Salomé?.

Lo cierto es que no sabía que haría sin ella, no sabría que locuras hubiera hecho ya, en estos días se había convertido en mi calma y mi tranquilidad y sorprendentemente me hacía sentir a veces que de verdad todo tenía solución y que las cosas tomarían su buen camino. Ella no sabía la tranquilidad que producía en mí, mi descontrol sólo era manejable si ella estaba a mi lado.

—Nik, tenemos que decirle a la policia, tienen que buscarlo, ellos sabrán que hacer— aconsejó Salomé.

Gabriel, Felix, ella y yo estábamos sentados en la cafetería del hospital. Melanie aún no sabía nada de lo que en realidad estaba pasando, ella seguía creyendo que en serio se trataba de un asalto y Gabriel nos había pedido no contarle más, no meterla en esto; ya estaba sufriendo lo suficiente con ver a mi hermano así cómo para preocuparla más. Lotti y Salomé la acompañaban día y noche; sabía que estaba enamorada de Willi pero justo en estos momentos me daba cuenta lo grande que era el amor que ella sentía por él, tanto que se sentía cómo si ella también hubiera recibido los golpes por los que Willi tuvo que pasar.

NIKLAS I (Let me love you) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora