Capítulo 12: Olvidar.

2K 151 54
                                    


Niklas Heine:

"No importa cuantas veces me duerma y desee no despertar, pues siempre sera todo lo contrario: despertaré, y viviré la misma lamentable vida que llevo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"No importa cuantas veces me duerma y desee no despertar, pues siempre sera todo lo contrario: despertaré, y viviré la misma lamentable vida que llevo... Ése es el estúpido problema."

Maldita sea, mil veces maldita sea.

Me alejé de ella lo más rápido que pude, salí del hotel lleno de rabia y frustración, evitando cualquier contacto con alguno de mis amigos. No quería responder preguntas estúpidas, quería golpear a alguien, quería sacarme toda la rabia que sentía en ese momento.

Al día siguiente escucharía el sermón de mi padre por salirme de la fiesta sin despedirme de los invitados.

A la mierda sus invitados.

¿Qué se supone que me está pasando? Es solo una chica.

Nunca me ha importado una chica más que Julia, ella era mi todo. Y ahora aparece Salomé.

Maldigo el día en que me metí en la conversación de ella con su hermana, desde ese día no he podido dejar de pensar en ella.

Ese beso, Dios. Ese beso me hizo despertar algo en mí que hace muchos años no sentía.

Si tan sólo Julia estuviera aquí...Todo es mi culpa, siempre lo ha sido.

No pensaba encontrarme con Salomé cuando llegué a esa gala, la estaba tratando de evitar desde el día que la llevé al instituto, por eso nunca le dije que mi padre era el dueño.
¿Porqué tendría que habérselo dicho? Lo que tenía era que haberme alejado de ella, sí, desde el principio.
¿En que coñas estaba pensando cuando la besé? No pude contenerme. Se veía tan jodidamente sexy y dulce en ese vestido...sólo me provocaba quitárselo de un tirón. Pero ella seguía siendo una niña, era tan pura y orgullosa, tan impredecible.

¿Por qué tenía que tener novio? Y ¿tan rápido? Solo llevaba unos cuantos meses acá.

Tomé las llaves de mi auto. No había tomado ni una gota de alcohol. Desde aquella vez juré nunca hacerlo a menos que sepa que no saldré de casa. Conducía hasta mi apartamento maldiciendo a cualquier conductor que se me cruzara en frente. Necesitaba llegar a la casa me estaba asfixiando en este carro.

Mi teléfono no dejaba de sonar, mamá , papá, mi hermano y hasta Gabriel.
Jodanse todos.

Quiero estar sólo, sólo como siempre me ha gustado estar.

A penas llegué a casa, parqueé mi auto y entré dándole patadas a lo primero que encontraba. Debía sacarme a Salomé de la cabeza, no debía sentir más que cierta atracción por ella.

Pero ¡Maldita sea!.
Sólo imaginar que hay otro que la besa, que la abraza y que es dueño de su amor me hace querer matarlo.

Necesitaba olvidarme de ella. No podía hacerle esto a Julia, no podía fallarle. Ese tipo de sentimientos solo le pertenecen a ella.

NIKLAS I (Let me love you) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora