El Libro Negro ( #CarrotAwards2016)

Capítulo 31. Los finales no son simpre como esperamos

James

Cuando desperté vi el cuerpo de Alice. El chico que la cuido de mi, la estaba cargando en sus brazos. Por su cara pude darme cuenta que estaba muerta.

Corrí hasta ellos esperando que todo fuera una mentira.

Para un exorcisador entrenado, ya estaba acostumbrado a ver morir a la gente amaba, pero no pude evitar llorar.

Shun era el nombre del chico, me contó todo, mientras nos dirigiamos a su casa.

Reconocí el valor de Alice, no merecía morir, se suponía que lo haría yo, pero estoy seguro que ella hizo algo para cambiarlo.
Se suponía que al acabar con Rex y Lux yo moriría en el lugar de Alice.

Ahora estaba frente a su tumba, recordando los pocos momentos que pasamos juntos. Conteniendo las lágrimas que estaban a punto de salir por centésima vez.

— Sabes, una vez quise decirte que te amaba y en otra ocasión quise besarte, pero ya tenias suficientes problemas. — deje una rosa juntó a la piedra de cristal que mande traer.

Lo hubieras hecho James.

Escuche su voz en mi cuello. Voltee para comprobar si estaba aquí, pero al igual que las otras veces no había nadie.

— Quieres volverme loco mujer, pero recuerda quien es la que veía fantasmas.

Me puse mi sombro y camine por el bosque, tratando de encontrar un nuevo camino y buscar llenar el vacío de mi corazón.

Desde aquel día ya no era un demonio, volví a ser un simple humano, creo que debo agradecérselo algún día cuando la vulva a ver.

Todo era más aburrido de cierta forma. Mi misión era cuidar de Alice y ahora que ya no esta me he quedado sin nada.

Shun me dejo a cargo de cuidar el libro negro, no sabía cual era esa razón, pero también debo agradecérselo. Me serviría para lo que quiero hacer.

Llegue hasta el centro del bosque, el lugar donde vi por primera vez a Alice, se veía que tenía miedo, pero a la vez confianza. No quería asustarla pero tampoco quería que se fuera sin saber su nombre.

Abrí el libro justo en la página de resurrección.

Me prepare para comenzar con la invocación, un viento movió las hojas, tuve que volverlas a buscar.

~ Los muertos deben permanecer así, ese es el ciclo de la vida.

Cerré el libro.

— ¿Quién anda ahí? — pregunte soltando en el suelo.

~ Puedo sentir todo el amor que tienes hacia la chica, pero si la traes de vuelta no será lo mismo, una vez pisada la tierra de los muertos no hay vuelta atrás.

— Entonces dime como vivir sin ella, o algo que pueda hacer para olvidarla. — pregunté.

Mi corazón gritaba su nombre, exigía tenerla de nuevo, pero entendía lo que decía, ya había pasado una vez y en esto término.

~ No puedes olvidar al amor, pero si puedes superarlo y recordarlo con cariño. Debes hacer algo que te haga sentir completo.

Puse mis brazos en el pecho.

— ¿Cómo que?

~ Ayuda a otras personas con sus demonios.

Volver a trabajar, eso siempre ayudaba cuando me sentía solo, tal vez me ayude ahora.

Quise recoger el libro para irme pero ya no estaba.
Pasa varias horas buscándolo por todo el bosque pero no lo encontré.

— Supongo que mi nueva vida comienza sin ayuda del libro.

Camine por la vereda, con una nueva misión en mi mente y con Alice en mi corazón.

La recordaría cuando más solo me sintiera.

Un auto se detuvo junto a mí, yo continúe caminando.

— Oye chico, ¿quieres que te llevemos?

Me pregunto un chico pelirrojo. Junto a él venia una chica rubia, muy pequeña, como de un metro cincuenta.

— ¿A donde dirigen? — camine hasta la ventana.

— A nuestro próximo trabajo, realmente no sabemos donde es, así que apreciaríamos tu ayuda. — la chica habló, tenía una voz muy dulce.

— Bueno, no soy de aquí pero tener ciertos conocimientos.

— De acuerdo sube, tal vez puedas ayudarnos.

— ¿Y que se supone que hacen?

— Cazamos fantasmas — respondió ella.

— Genial, yo también, de hecho creo que seremos buenos compañeros.

Y así, como por arte de magia encontré una nueva misión a lado de estos chicos.