Capítulo catorce

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Cuando llegué a mi casa, subí directa a mi habitación. Subí a mi cama y, loca de alegría, comencé a saltar sobre ella. Al rato, me tumbé en la cama, ya deshecha, y escondí la cara en la almohada. Empecé a chillar, estaba muy feliz. Liam la había cagado, pero había sabido arreglarlo como un caballero.

En ese momento me di cuenta de que aún llevaba la ropa de la calle, así que me levanté para ponerme e pijama. Cuando acabé, me acordé por primera vez en toda la tarde del móvil. Ahora tenía miedo. ¿Cuántas llamadas perdidas tendría? También pensé en Louis, pobrecito, me sentía ata, ¿cómo estaría?

-Joder...

Me abalancé sobre el bolso para coger el teléfono. Lo primero que haría sería llamar a Louis.

Encendí el móvil. No paraban de aparecer mensajes que avisaban de llamadas perdidas. Tenía unos cincuenta mensajes, casi todos ellos eran llamadas perdidas. Suspiré. Qué idiota era. La mayoría eran de Harry, pero ninguno de Louis. Los demás eran de María, Marta, Laura y Niall.

Ya hablaría con todos, ahora mi mayor prioridad era Louis.

Marqué su número y esperé.

Le llamé unas cinco veces, pero siempre el resultado era el mismo: nadie contestaba.

Me tumbé en la cama, frustrada.

Miré los mensajes, especialmente los de Harry. Había algunos que eran mensajes escritos, no de llamadas. Casi todos eran en plan "¿dónde estás?", "te echamos de menos", "estamos preocupados", etc. Me sentí realmente mal y quise llorar. Lo único que evitó que inundase mi habitación de lágrimas fue un mensaje, el último que había recibido. era muy simple, muy corto, pero era perfecto: "te quiero"

Otra vez sentí mariposas en el estómago. Harry era maravilloso, me encantaba. Aún así, no me atrevía a llamarle, ya lo haría mañana, ahora solo me apetecía hablar con una persona, y no era ni Harry, ni Louis, ni Liam. Tecleé su número rápidamente: ya me lo sabía de memoria.

Respondieron pocos segundos después.

-Yey, Anita -dijo una voz al otro lado del teléfono.

-Yey, Sandra -dije yo, sonriendo.

Estuvimos hablando durante más de una hora. Le conté mi día, y ella me daba consejo. Sinceramente, creo que se creía a pies juntillas lo que le decía: a mí nunca me había pasado algo así, es más, allí en mi antigua ciudad era una chica muy normal, que pasaba desapercibida y quee nunca había tenido novio.

Después ella me habló de cómo van las cosas por ahí y me dijo que todos me echan de menos. Mentira. Solo ella se había acordado de mí en todo este tiempo, era la única con la que seguía en contacto.

Después, nos despedimos, ya que ella estaba cansada y quería irse a dormir, quedamos en hablar al día siguiente.

Yo también quería ir a dormir, pero cuando intenté conciliar el sueño, no pude.

Estaba alterada.

Aquel día había sido muy extraño.

Me dí cuenta de que había dado mi primer y segundo beso en un mismo día. "Oh, dios" pensé, llevándome la mano derecha a la boca. Jamás pensé que el día de mi primer beso llegaría a ser tan raro. Además, que aquellos dos besos no fueron ni siquiera con la misma persona... Uno de ellos, con un tío al que conocía de tres horas, pero que era increíble.

Miré el reloj: las doce.

Me tumbé en la cama de espaldas y resoplé.

Miré el móvil "Después te llamaré" me había dicho.

-¿Cuándo es luego, Liam? -pensé en voz alta.

Aquella sería una noche muy larga.

"Shhh" [One Direction fanfiction] | CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora