"Shhh" [One Direction fanfiction] | CANCELADA

Capítulo diecisiete.

-¿¡Qué haces!? -exclamé arrebatándole el móvil de las manos- ¡Responde! Es mi móvil, ¿qué hacias con él?

-Es que... Te llamaron, y yo contesté, pero tranquila, era un número que no tenías guardado, supongo que se habría equivocado...

-¿¡Qué!? -dije buscando en el registro de llamadas el número desconocido.

-Sí, cuando cogí el teléfono habló un tío, de unos dieciocho años, dijoq ue se había equivocado y todo...

-Joder... ¿preguntó al menos por mí?

-Que va, cuando lo cogí escuché como un suspiro, entonces me dijo que se había equivocado y colgó.

-Bueno, va, oye perdón por haberte gritado, es que... llevo esperando una llamada desde ayer y... lo siento -dije tras un largo suspiro.

-No pasa nada, ¿has ido ya al baño?

-No, venía a por pañuelos, ya vuelvo.

Esta vez sí cogí el bolso.

Estaba decepcionada, ¿y si el que había llamado era Liam? Estaba casi segura de que sí, pero en el registro de llamadas no había nada, quizás Harry lo borrase, o como habían respondido a la llamada rápidamente, ni siquiera se había guardado. Aquel móvil era un asco. Quería estamparlo contra la pared... necesitaba volver a hablar con Liam, ¿por qué demonios no podía?

Llegué a la puerta de los baños.

-Mierda -había una cola de unas tres señoras, una de ellas hasta iba con una niña de la mano: tocaba esperar un buen rato.

***

Cuando terminamos con nuestras bebidas, nos fuimos. Le pedí a Harry que me acompañara a casa: no me apetecía estar fuera mucho más rato.

-Oye, Harry, si hoy he estado muy rara... lo siento, no era mi intención arruinarte la tarde con mis caprichos.

-No me la has arruinado, es más, lo he pasado muy bien, siempre que estoy contigo me lo paso genial, mejor que con nadie.

-Eres un cielo, de verdad.

Me sonrió.

-Oye, Ana... Quería darte algo...

Me giré. De su bolsillo sacó un estuche con forma de regalo, con un lacito y todo, en color dorado.

-Espero que te guste, no tengo muy buen gusto para estas cosa pero...

Lo cogí y lo abrí. En su interior había una pulsera dorada, de cadena muy fina, y de la que colgaba un corazón.

-¡Harry! ¡Es precioso! Muchísimas gracias, me encanta -dije dándole un abrazo y un besazo en la mejilla.

Él se sonrojó, era la primera vez que le veía así.

-No tendrías que haberte molestado aún así...

-No es molestia, quería darte un regalo para que te acordases de mí... Y quería darte ese corazón porque... es mi forma de decirte que mi corazón te pertenece.

-Harry, eso es precioso -volví a abrazarle, y esta vez no me separé de él.

-Te quiero, Ana.

-Te quiero, Harry.

Dije esas palabras sin pensar, pero tampoco creo que fuera necesario, porque salieron de mi interior, por lo que eran totalmente ciertas.

Le miré. Sus ojos verdes con el brillo de la luna saliendo eran preciosos. Nuestros labios se acercaron, hasta fundirse en un beso que me hizo estremecer.

Estaba enamorada, y él, claramente, también de mí, pero a veces hasta el más bonito de los amores puede romperse si hay terceras personas de por medio.