El despertador comenzó a sonar, indicándome que ya era hora de levantarse e ir al instituto. Había dormido muy poco, me había pasado toda la noche pensando en Harry, Louis, Liam y Zayn, por lo que cuando me puse en pie, me comenzó a doler la cabeza. Lentamente, llegué al baño y miré mi cara: estaba pálida y tenía unas ojeras enormes, daba miedo. Como pude, intenté arreglarme, después, volví a mi habitación a vestirme y luego bajé a desayunar. Preparé un café y cogí una magdalena. Mientras comía, repasé mentalmente todo lo que había pasado aquel fin de semana: primero, Louis se había cabreado conmigo y había pasado de mí, pero dos días después, me confesa que está enamorado de mí. El viernes, dejé plantados a mis amigos, Harry entre ellos, después de haber tenido mi primer beso, sin embargo, Harry continuó preocupándose por mí, y al parecer los demás tampoco; además, Harry y yo quedamos el sábado y me regaló una pulsera preciosa, y me volvió a besar. Conocí a Liam el viernes, y por ahora me había demostrado ser una persona con la que merecía la pena pasar el tiempo; era un gran amigo, y muy guapo, el único problema era Daniela, que también parecía haberse dado cuenta de lo maravilloso que era. Y por último, Zayn, ese chico misterioso que vi por primera vez en la playa y que había conseguido sacar a mí y a mis amigos de varios apuros, y que ayer había conseguido enfadarme, molestarme, asustarme y... ¿seducirme, tal vez?
Suspiré y di un último bocado a la magdalena. Había comido sin ganas, pero mi estómago necesitaba comida, sino, empezaría a rugir en un par de horas.
"No estás haciendo bien las cosas, Ana" me dije a mí misma. "Debes tratar a los demás como merecen, y no cambiar tu opinión sobre ellos cada dos segundos".
-Buenos días, hija -mi padre entró a la cocina y, después de besar mi mejilla, dio un bocado a una manzana.
-Hola, papá -sonreí-. ¿Ya vas a trabajar?
-Sí, deberías pensar en irte tú también ya. Bueno, tu madre ya baja -volvió a besarme, esta vez en la frente-. Ten un buen día.
Miré el reloj, nerviosa. Mierda. Faltaba muy poco para que las clases empezaran y yo seguía ahí, sentada. Rápidamente, cogí mi mochila y mi móvil, que estaban en la encimera, y salí de la casa, despidiéndome de mi madre antes, ya que acababa de bajar al primer piso.
Para mi sorpresa, cuando cerré la puerta me encontré con que un chico, muy alto y de pelo muy rizado estaba sentado en las escaleras del porche de mi casa. Me acerqué lentamente a él y toqué su hombre, haciendo que se sobresaltara.
-Vaya, creía que hoy no irías a clase -dijo Harry dibujando una gran sonrisa en su cara.
-Bueno, uhm, sí, esto, lo siento -contesté tartamudeando, después de recordar aquel fin de semana, ver a Harry me ponía algo nerviosa.
Quedamos un par de segundos en silencio, manteniendo nuestras miradas, hasta que Harry se acercó a mí, por un momento creí que me besaría, pero acabó abrazándome, me abrazó tan fuerte que despegó mis pies del suelo. Abracé su cuello y apoyé mi cara en la curva de su cuello, pudiendo oler su perfume varonil. Sonreí, y me di cuenta de que le había echado mucho de menos, aunque solo hubiera pasado un día.
Harry y yo caminamos hacia el instituto, tal y como habíamos hecho durante la semana pasada. Por el camino estuvimos hablando, pero en realidad yo no entendía qué me decía él, ya que estaba perdida en sus preciosos ojos verdes. Siempre que estaba con el, me quedaba embobada mirando, o bien su sonrisa, o bien sus ojos, y la verdad, me encantaba eso, y a Harry parecía gustarle también que le observara.
Cuando estábamos a punto de llegar, recibí un mensaje en mi móvil. Aproveché que Harry seguía ensimismado con su monólogo para echarle un vistazo. Se trataba de un mensaje de un número oculto. La duda pudo conmigo y comencé a leerlo.
"Aléjate de él, aléjate de todos, no son quiénes crees que son."
Releí el mensaje varias veces, sin llegar a entender qué significaba.
-Qué diablos... -susurré algo inquieta.
-Perdona, ¿decías algo? -dijo Harry, girándose para verme mejor.
-Ah, no no, nada.
-Uhh eres una chica mala eh, trayéndose el móvil a clase, madre mía, menudo delito -dijo riéndose.
-Eres tonto -dije guardando el móvil-. Era mi madre -mentí-, se me ha olvidado una cosa en casa, pero en fin, no importa.
-Ah, vale -contestó, sin darle más importancia.
Entramos en clase los dos juntos y nos sentamos en nuestros respectivos asientos.
Las tres primeras horas de clase transcurrieron de forma lenta. Yo solo quería que acabaran las seis horas lectivas diarias, para poder salir de aquel aula y no escuchar más a los profesoras y sus aburridas explicaciones.
El timbre sonó, indicándonos que era hora de salir al patio, al menos tendría media hora para descansar.
Tal y como la semana pasada, nos juntamos Harry, Niall, Louis, María, Marta, Laura y yo para charlar. Estaba algo incómoda, la verdad, después de todo lo que había pasado, estar con Louis y Harry a la vez era algo incómodo, sin embargo, reía y disfrutaba de aquel momento, con el fin de al menos poder olvidar por un rato todo lo que había pasado últimamente.
Mientras Niall hacía una de sus típicas payasadas, un escalofrío me recorrió de pies a cabeza, y mis piernas comenzaron a temblar. Me acerqué aún más a Harry para sentirme protegida, pero ni eso hacía que esa extraña sensación abandonase mi cuerpo.
Algo me dijo que me estaban observando, quizás fue un sexto sentido. Con la mirada, busqué al responsable, pero no encontraba nada, hasta que le vi.
Sentado bajo un árbol, con un cigarro entre sus dedos, estaba él. Negó lentamente con la cabeza, para luego ponerse sus gafas de sol y apartar sus ojos de mí. Llevó el cigarro a su boca y le dio par de caladas.
Volví a girarme. Zayn había conseguido ponerme nerviosa, otra vez.
¿Qué significaba todo esto?
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Bueno, como os prometí ayer, aquí tenéis el siguien capítulo, sé que es algo rollo, pero necesitaba subirlo para introducir algunas cosas.
Quiero haceros algunas preguntas, no me ignoréis, por fa:
¿Qué haríais con Harry, Louis, Liam y Zayn si fuérais Ana?
¿Qué creéis que significa ese mensaje que ha recibido Ana?
Por último, bienvenidos a los nuevos lectores y muchas gracias a todos por leerme, os quiero <3
¡Recordad votar y comentar si os gusta y queréis más capítulos ya!
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"Shhh" [One Direction fanfiction] | CANCELADA
FanfictionNo digas quién eres. Nunca confíes tus secretos. Debes aprender que nadie es quien realmente dice ser, porque, en realidad, nunca llegamos a conocernos ni a nosotros mismos.