Aroma a pirata, un extraño al que comienzo a querer

497 33 0
                                    

Abrió los ojos con pesadez, parpadeó un poco queriendo reconocer la habitación donde se encontraba. No le era familiar en lo absoluto, así que pensó que lo ocurrido durante la noche solo había sido un sueño, ó tal vez alguien terminó golpeándolo y cayo inconsciente, por lo cual se encontraba en alguna habitación del Sunny Go… sí, eso era lo que había pasado.

Tiró las sabanas a un lado, se puso los zapatos y en un intento por levantarse volvió a la cama, estaba mareado. En su bermuda comenzaron a caer unas cuantas gotas carmesí: era sangre. Llevó su mano al rostro para cerciorarse que provenía de él, efectivamente, sangraba por la nariz y no sabía porque. Se recostó de nueva cuenta unos segundos hasta que paro el sangrado ¿Qué había pasado la noche anterior? ¿Por qué no recordaba con claridad?

Sujetó con fuerza el picaporte antes de girarlo para poder abrir la puerta, posiblemente Luffy estaría afuera esperando a que despertara para preguntar por su salud, lo que le parecía extraño era no tener a Neil o Jihan sobre él. Se encogió de hombros y cruzó el umbral, le estaba dando muchas vueltas a un asunto insignificante.

Arqueó la ceja izquierda, no recordaba que el Sunny fuera de esa manera, no lo había recorrido en su totalidad, pero, estaba seguro que esos no eran sus interiores, de hecho, le recordaba a los de otra embarcación. Siguió caminando por el largo corredor y subió las escaleras para llegar a la parte superior del barco. En cuanto cruzó la puerta todos los ojos se posaron sobre él; eso tenía que ser una broma.

¿Cómo es que había ido a parar con la tripulación de Shirohige? Era físicamente imposible que una noche antes estuviera sobre el Sunny y ahora pisara la cubierta de ese barco. Su mirada recorrió a los presentes, podía reconocer algunos cuantos. Todos comenzaron a cuchichear entre sí, mirándolo con un semblante de asombro.

Su mirada se mantuvo fija en el gran hombre del fondo, sentado con una botella de sake en la mano, mirándolo igual de expectante que el resto. No sabía que pensar, su mente estaba trabajando a mil por hora… ¿Lilineth realmente lo había llevado al pasado?

-Parece que ya te encuentras mejor, me alegro.

Gray volvió su rostro a quien había hecho el comentario, no pudo evitar sorprenderse al notar a un joven Marco acercarse a él.

-¿Qué pasa? ¿Eres mudo? –preguntó el rubio.

-Marco… -Fue todo lo que salió de su confundido ser.

-Vaya comandante, siempre tan reconocido –alardeó uno de sus hombres.

-¿Qué rayos está pasando? –Preguntó Gray mientras se llevaba la mano a la cabeza.

-Te encontramos naufragando la tarde anterior, los hombres de la novena división te salvaron –Aclaró Atomos.

-¿Naufragando?

-Sabes estoy realmente sorprendido –dijo alguien más acercándose al muchacho-. Tienes un monstruoso parecido con alguien que conozco.

-Demonios –pensó.

Era verdad, no había pensado que el parecido que mantenía con Ace le acarrearía problemas… y hablando de su padre ¿no debería de estar ahí? Sintió como cada fibra de su cuerpo se estremecía, no estaba preparado para encontrarse todavía con él. Observó sus alrededores con cautela una vez más, sintió un poco de alivio al darse cuenta que entre los presentes no estaba Hiken.

-¿Cómo te llamas muchacho? –Preguntó el comandante de la cuarta división.

-Laffyte Gray –mintió con naturalidad, después de todo estaba acostumbrado a esconder su verdadero origen.

-Esto es aterrador –se acercó más el comandante al chico- No quiero tener a dos bestias como Hiken.

-Yo… -No sabía que decir, no reconocía a ese sujeto, por lo cual no estaba seguro de que responder.

La Sangre Del Rey No ha MuertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora