Broken Arrow

Capítulo final (Parte 2)

  El abogado dio paso a la lectura y menciono una gran cantidad de clausulas que los chicos no comprendían del todo bien. Leo y Ken eran los únicos que estaban incluidos en el testamento, pero les permitieron a los demás miembros permanecer durante la lectura por ser de la completa confianza de Frederick.

Todo estaba quedando a manos de la hermana de Frederick, así que los chicos seguían sin entender el motivo de su presencia.

El abogado sacó un sobre color rojo, y se levanto de su lugar.

—Este es el motivo de su presencia aquí —el hombro estiro el brazo y le entrego el sobre a Leo —. Frederick dejo esta carta para ustedes —Leo paso saliva nervioso, y se dispuso a leer la carta en voz alta.

"Hola chicos... Sé que para ustedes el leer esta carta tal vez sea motivo de melancolía, porque evidentemente ya no estoy más en este mundo. Pero no quiero que estén tristes, sus lágrimas valen demasiado como para que las desperdicien en un viejo como yo.

Se habrán preguntado sobre el por qué me ausente por dos semanas cuando las cosas se pusieron feas en la empresa. Bueno... La respuesta es: Para arreglar mi testamento. Temí que podía suceder lo peor con el manager, y así fue. Por esa razón decidí apoyarlos de alguna manera.

Ustedes son los chicos más amables y tiernos que yo haya conocido en mi vida. Gracias a sus juegos y sonrisas yo pude ser feliz durante mucho tiempo. Ustedes son mis hijos, y por ese motivo nunca los voy a abandonar. Donde quiera que yo esté los voy a proteger. Llevo una parte muy importante de cada uno en mi interior.

Me quedo con la sonrisa interminable de Hongbin.

Con el buen sentido del humor de N.

Con el corazón de oro del pequeño Hyuk.

Con la personalidad noble y a la vez ruda de Ravi.

Con las risas interminables que Jaehwan provocó en mi.

Y con el alma de un guerrero, como lo eres tu Leo. El chico que está leyendo mi carta en estos momentos. El tiempo que viví junto a ti y Ken fueron los días más gloriosos. Pude sentir en carne propia lo que es criar a un hijo. Me abrieron su corazón, y yo les entregue todo mi cariño.

Gracias... Mil gracias por mostrarse transparentes ante mí.

Gracias... Por los buenos momentos que vivimos juntos.

Gracias... Por hacer que cada minuto a su lado fuera inolvidable.

Solo espero que en estos momentos no estén llorando, porque me sentiré realmente mal. Tomen lo que les entrego, y por favor. No lo rechacen.
Los ama por toda la eternidad

-Frederick- "

Las lágrimas de Taekwoon cayeron en el grueso papel de la carta, y el papel se arrugo con desespero en su pecho. Estaba aferrado a ella. A cada palabra que Frederick había escrito. Podía sentir su presencia, podía escuchar la voz de Frederick narrándoles todos sus sentimientos.

Jaehwan se acerco a Taekwoon y lo abrazo con fuerza, le beso la frente y ambos comenzaron a llorar como dos pequeños. Los demás miembros estaban en shock en sus asientos, y también las lágrimas se hicieron presentes en sus rostros. Frederick sería un hombre inolvidable, y dolía el tener que aceptar su partida.

—Es-to es demasiado —Leo guardo la carta en el sobre y la beso.

—Daría lo que fuera porque Frederick estuviera con nosotros —Jaehwan tomo la mano de su novio y apretó con fuerza el agarre.

—Sé que esto es difícil jóvenes. Pero tengo algo más que informarles —los miembros se limpiaron las lagrimas de sus mejillas, y miraron con atención al abogado.

—¿Y ahora qué? No creo poder soportar algo mas —el cuerpo entero de Leo estaba temblando.

—Como lo dice Frederick en su carta. El tiene algo más para ustedes, y no quiere que lo rechacen —el abogado saco otra carpeta de su maletín —. Frederick ha dejado la mansión a tu nombre Jung Taekwoon —Leo no podía creer lo que escuchaba. Se toco el pecho con fuerza y tomo las llaves que el abogado le entregó.

—¿Esto es real? —Leo tomo asiento al no creer lo que escuchaba. Se había mareado de la impresión.

—Es toda una realidad joven Taekwoon. Aquí están los papeles, ya todo está en orden. Y también dejo una gran cantidad de dinero que será depositada en sus cuentas bancarias mañana mismo.

—Que nos haya dejado la mansión ya es demasiado. No queremos el dinero de Frederick —Leo negó.

—Por favor... Hagan que la última voluntad de mi hermano se cumpla —la mujer sonrió.

—En los documentos de la casa viene la cantidad de dinero que les dejo como herencia —Leo abrió la carpeta y tocio con fuerza. La cantidad escrita era alucinante.

—Bueno... Creo que es todo por hoy. Tenemos que viajar de regreso a los estados unidos. Disfruten de la mansión y que tengan un agradable día —el abogado y la mujer se despidieron de los chicos y salieron por la puerta.

—Woow... No sé qué pensar ni sentir —el líder se rasco la cabeza.

—¿Y ahora que haremos? —pregunto Hongbin.

—Por ahora... Tenemos que enmarcar en un cuadro la carta de Frederick. Quiero leerla cada vez que entremos a esta mansión —todos los miembros asintieron y se abrazaron.