Corría lo máximo que mi cuerpo me permitía. Era extraño ya que estaba en mi forma humana pero mantenía todos mis sentidos lobunos. Ni siquiera sabía de qué huía... hasta que miré hacia atrás y vi una gran manada de lobos persiguiéndome. ¿Por qué no me transformaba? ¡Era todo demasiado confuso!
Tropecé con un tronco y caí al suelo en un gemido de dolor. Me volteé viendo como todos esos lobos se me abalanzaban y cerré los ojos con fuera, sin embargo nunca me tocaron. Observé a aquel lobo marrón pelear contra la manada que me seguía. Se le notaba realmente furioso y un escalofrío recorrió mi espalda mientras veía como les clavaba los dientes en la vena del cuello uno a uno, matándoles en el acto. Finalmente se volteó hacia mí y me miró con sus grandes ojos azules; su cuerpo comenzó a cambiar, volviendo a su forma humana.
Estaba a punto del verle el rostro cuando me desperté.
Llevaba toda la semana enferma con fiebre. ¿Habría sido ese sueño causa del delirio?
La historia de la pequeña niña perdida y nunca encontrada se plasmó en mi cabeza de repente. ¿Podría ser...? No. Sacudí la cabeza con cansancio y me convencí de que decidiría qué hacer cuando no delirase.
Desperté agitada. Otra vez el mismo sueño. La única diferencia era que llevaba tres días sin delirios ni fiebre... Tomé la decisión y me levanté con cuidado de no despertar a Lucas; salté por la ventana siendo que aún era de noche y comencé a correr por el bosque. En lo que me interné en éste me transformé con la esperanza de encontrar aquel maldito lugar con el que soñé hace unas semanas. Aquel río...
Mi hermano.
Corrí durante horas; había salido el sol ya y yo seguía corriendo, agotada. Y continué corriendo por días.
Hasta que tuve que parar y tumbarme, agitada. Bajé las orejas en rendición ante el alfa que me miraba desde lejos; había llegado a una manada.
''¿Quién eres y de dónde vienes?''
''Gia. De la manada Luna de Cristal''
''Y dime, Gia, ¿qué estás haciendo aquí?'' gruñó.
''Busco a alguien''
''¿Quién?''
''Daniel. No sé nada más aparte de que es un lobo marrón claro y tiene ojos azules''
''Aquí no hay nadie así, lo siento''
''Entonces me iré de sus territorios. No cazaré ni daré problemas. Gracias'' agradecí levantándome y echando a correr lejos de ahí.
Llevaba tres días de búsqueda y no había encontrado nada que me sonara. Estaba asfixiada y hambrienta, sin embargo continué con mi búsqueda. Al quinto día caí rendida hasta que desperté por la noche sintiendo un extraño sentimiento en el pecho. Aún en mi forma de lobo me levanté y observé el lugar con la mirada, ciertamente confusa.
Una mano se posó sobre mis orejas acariciándolas y enseguida reconocí el olor de Cole por lo que no me moví para gruñir o atacar. Me transformé a humana nuevamente e ignorando el hecho de que estaba desnuda me lancé a sus brazos.
—Te extrañé —murmuró en mi cuello. Yo escondí mi nariz en el suyo y reí sin gracia.
—Perdón. Tenía que irme.
—Lucas está histérico —dijo entonces—Y tiene a media manada o más buscándote —rió.
—Oculté mi olor, no creo que me encuentren.
—Yo lo hice.
—Tú eres un vampiro, no cuentas —reí separándome de él. Su mirada recorrió todo mi cuerpo y se mordió el labio inferior, volviendo su mirada a mi rostro con gesto pícaro— ¡Deja de hacer eso! —chillé divertida.
—Perdón, Luna —hizo una burla respecto al nombre de la mate del alfa.
—Eres un tonto —sonreí de lado.
— ¿Qué estás haciendo tan lejos entonces?
—Busco a alguien —suspiré.
—En realidad ya lo sabía, me lo dijo aquel alfa tan majo unos kilómetros atrás cuando trató de comerme —dijo con un brillo de diversión en sus ojos haciéndome reír.
—Te aman —dije elevando las cejas varias veces.
Me senté en el suelo abrazándome a mí misma y Cole se colocó a mi lado.
—Te ayudaré a buscar.
—No, Cole. No quiero. Quiero hacerlo yo sola y tampoco creo que a la persona a la que busco le hiciera gracia verme acompañada de alguien —suspiré.
—Pero Gia —comenzó.
—No —interrumpí—Por favor, ve y dile a Lucas que dejen de buscarme. Que regresaré cuando encuentre a quien busco. Y que no se preocupe, que estoy bien y que sé cuidarme sola —sonreí triste. Asintió y se levantó, hice lo mismo y le abracé con fuerza— Pronto volveré.
Cole desapareció entre las sombras y yo me volví a transformar para no pasar tanto frío —gracias a mi pelaje—; cerré los ojos y, tras llorar un rato, me dormí.
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WOLVES
WerewolfGía es una mujer lobo sin manada que, perseguida por el peligro, termina en la manada de Lucas y descubre que él es su mate. Atemorizada, Gia decide ocultar su olor de él y pasar desapercibida como una simple loba más. ¿Logrará su cometido o será d...