Capitulo 1

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Capitulo 1

POV Shizuru

Camino lentamente por el pasillo. El frió arremete de manera brutal, acompañado de ventisca suave que mueve sutilmente el cinto del tapado que porto. Con pasos rápidos me encamino por el antiguo y andrajoso suelo marcado de manchas que causan el tiempo, que ni por más empeño de mis subordinadas, ha dejado un degrade de negro en ello. Fríos y secos bloques grises van quedando atrás debajo de mis pies, me traen a memoria lentamente recuerdos que no se encuentran entre los mejores que poseo en mis cortos 18 años. Camino paso firme a la oficina donde se encuentra nada menos que mi gran amiga Hakura, la dueña de dicho lugar, desde lo profundo de mi ser intento buscarle sentido a toda esta locura que estoy por empezar, un leve presentimiento de que me he de arrepentir me desea hacer volver mis pasos. Pero no.
No he de darles con el gusto de que me ganen esta partida, aunque sean todos y deje todo en esto he de mostrar que conmigo no se juega y que soy tan o mejor capacitada para la tarea. Papá te arrepentirás de tus palabras, soy Shizuru Fujino y conmigo no se juega, pensé alimentando mi ego, mientras una sonrisa altanera se dibujaba en mi rostro.
Minutos mas tarde Observo la fila delante de mí, es casi como si pareciera cuando los diseñadores se presentan sus obras para que las cheque cual es mejor para la revista. Y si es como si fueran zapatos, o ropa, o más bien parecen: perritos?. Si hasta para mi opinión esa comparación es brusca. Aunque entre mis atributos no se cuenta la decencia. Dejo mi lado compasivo y me enfoco en la tarea a realizar. Les explico la situación, ante mis ojos se encuentra de manera (se podrá decir ordenada?) 10 niños de diferentes edades, sucios, demacrados, flacos, desnutridos, uno que otro se nota enfermo, con miradas perdidas, aunque los más pequeños se muestran entusiastas; a su lado se encuentra Hakura, la dueña de ese lugar, y su esposa, Yukino. Ambas miran mis gestos, he visto a Hakura, más de una vez, soltar miradas gélidas que derretirían hasta el mismo Perito Moreno con estas criaturas. Si, criaturas me he convencido por ese termino. Me suena de cierto modo mas consolador.
De manera taciturna me paseo delante de ellos observándolos, el primero es un chico castaño oscuro con mirada baja, de ceño fruncido, brazos contraídos, puños apretados, obviamente no le agrado. Definitivamente: Next. Siguiente, niña rubia, pequeña, frágil, tose de manera sonora en ciclos inconstantes, al acercarme veo como su pecho sube y baja. Asma se formula la palabra en mi mente. Siguiente.
De los demás solo me queda decir que no eran mas que una mirada de lo mismo, la decadencia de diversidad de este lugar esta retirando mis esperanzas. Le indico a Hakura que hablemos en privado, pero en el mero intento de camino a su oficina.

PLAAAAAAAAAAAAS!

-kYAAAAAAAAAAAAAAA!- retumbo un ruido seco en la sala, todos los presentes corrimos al lugar del bullicio.

La imagen que encontramos fue de lo mas singular. Un trozo de madera que se aproximaba a un rectángulo, con marcas de un evidente ataque de termitas, madera que si no me equivoco pertenece al borde de la escalera, y lo que mas me llamo la atención, un cuerpo pequeño: todo disperso en la sala de estar.
Hakura y Yukino intercambian miradas alarmantes, luego de acercarse a la nueva criatura inerte en el pavimento intentan hacerle reaccionar. Como toda cosa donde hay niños, comienza el revuelo.
- Se quedan aquí- Señalo Hakura con voz firme y una mirada que no daba divagación, al séquito de menores. Seguí a las señoras por curiosidad mas que por interés, el silencio era sepulcral. Me situé cerca de Hakura cuando llegamos a la semejanza de una habitación. El bulto aun no reacciona. Parece ser un chico, aunque su cabello es muy largo. Posteriormente a que aspire alcohol, comienza a reaccionar. La respiración es agitada, por movimientos de la cabeza el fino velo que me proporcionaba el cabello se corrió ante mis ojos, encontrándome por fin con algo que llamo de mas la atención. Labios tenues coral, piel blanca, someto en mi juicio personal que el desmayo ayuda a la tonalidad. Notece que el posible proyecto de chico se acaba de esfumar es una chica de buen parecer. Ante el recobrar el sentido su expresión comenzó a cambiar, su ceño se frunció, se acomodo su cabello cubriendo nuevamente su rostro. Esta niña no es cualquier niña. ¿Sera por ello que Hakura me la ha ocultado?. Me la vas a pagar Hakura. Todos mis pensamientos quedaron apagados, literalmente perdieron su eje quedando congelados, unos orbes verde esmeraldas colmaron mi mente despertando mis deseos mas oscuros.
La escena siguiente fue la misma Yukino agradecerle al cielo el milagro. El vástago aun confundido y luego:
- ESTAS EN PROBLEMAS, ERES UNA DELINCUENTE! - Gritó a voz en cuello Hakura acompañado de su cara de entierro, la cría solo atino a abrir sus ojos ante el miedo por solo un segundo, para volver a su actitud ruda.
- ¡SABES CUANTO SALDRÁ EL ARREGLO DE LA ESCALERA, ESTOY HARTA DE TI!- dijo en ese tono de bocina de la rubia.
No soy consciente de que mas se hablo, pues solo fije mi atención en la cría. Repase la lista que había elaborado. Ella solo con su cara de fastidio miraba la pared, observe cada detalle. Buen parecer; labios interesantes, un cabello que aunque descuidado, bastante llamativo. No dejo en vano el hecho que ese no hablaba, no parecía propensa a ninguna enfermedad, enumerar internamente la lista de requisitos, y la compare con el renacuajo que tenia adelante.
- Shizuru de verdad lo lamento, que te hallamos dado un susto, pero es que - dijo excusandose Hakura. Tomó a la chiquilla del cuello dándole un brusco zarandeo - Y tu vas a ver!- advirtió mientras agitaba en el aire a dicho bulto.
- Basta! -Dije firme dejando a Haruka sorprendida, le indique que debiamos hablar con un simple movimiento de mi cabeza. Hakura accedió, sin soltar palabra, desde el mismo aire soltó el agarre de su mano dejando caer en un sordo sonido la cría.

Sala de juntas

- Shizuru en serio lamento este altercado, pero sabes como son los niños - Explicaba Hakura, siguiendo un latargo de excusas. La Pura verdad, no tengo la menor idea de como es un niño pero obviamente no es el momento, ni el lugar para pronunciar ese detalle.
- Quien es?- Solté, y clave mi mirada sobre ella - y por que no estaba en el salón?- Hakura comenzó a aflojar el cuello de su camisa.
- Este... Bubuzuke hay una explicación. Su nombre es Natsuki, aunque dudamos de ello - mi ceja se levanto apenas perceptiblemente. Hakura suspiro y comenzó a narrarme como había llegado acompañada de la policía hacia una semana. Nadie sabia nada de sus padres, ni que les había pasado. Nunca aparecieron. El historial que había de ella se veía vinculado del hecho de desapariciones de diferentes orfanatos donde estaba. No hablaba. El único hecho que la vincula o se cree saber es el hecho de que al ser encontrada años atrás, poseía un peluche de nombre Natsuki, de allí se supone que es el nombre de la niña.
Sin padres que reclamen, solo un estado que se hace cargo de manera de sacarla de un orfanato y meterla a otro. NO habla lo cual es muy conveniente. Y ademas, mola mucho, que decir soy mujer y tengo ojos, esta buenísima.
- Ya veo ... - digo analizando-
- Me la llevo - dije de golpe, Hakura me miro de manera que no supe descifrar

- Estem... mmmm Shizuru, la policía sigue investigando, me la han dado en custodia temporal, aparte se ha golpeado - me respondió Hakura.

- por ello no te costara pasármela. Mejor estará en mi casa, que en esta pocilga - dije

- Tiene traumas Shuizuru, no habla - dijo.

- No importa, no le veo el lado malo, a lo contrario - dije exhibiendo una de mis sonrisas.

- Shizuru - me miro seriamente- No se que te planeas con esto, pero esta chica ha sufrido. No necesita mas traumas - me dijo en tono serio. En ese momento me dio gracia, me contuve de reír ella me hablaba de compasión?.. que no la sacudía cual bolsa de papa.
- Dime cuanto Hakura, me interesa. Nada mas - dije, me levante saliendo de la institución. Obviamente 5 minutos mas tarde estaba en mi limosina, con esa ojiverde camino a casa.

Esto recién Comienza...

Entraste como un rayo de luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora