Adiós

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Mi vida era martices de negro, sin colores. Camine de la misma manera que solia hacerlo cada finde hacia la barra. Pedi el primero de muchos tequilas, y me dispuse a bebermelo, con cautela. Esa noche me pondria de alcohol hasta la medula, como de costumbre. Nunca miraba a nadie, no me dejaba invitar por los chicos les alajaba con gruñidos y a las chicas que se me acercaban solian terminar en mi cama, luego de esa noche de pasion. Pero como el destino es loco, esa noche si gire. Gire porque un parlante chillaba de mala conexión y me queje llevandome la mano a los oidos. Mucha gente me imito y comenzaron los insultos al sonidista. Una mano tomo la mia, apreto con ternura cubriendo mis oidos. Busque la mirada del intruso. Si hubiera la mirada del cielo y el mar justo donde ambos se unen en ese eclipse de azules. Seria ese el color de sus ojos, sus cabellos dorados, mas joven que yo tal vez unos años. Una sonrisa amable, reluciente, dulce.

Gracias, estoy mejor – dije algo tartamudeando. Ella solto una pequeña risilla, la que me embobo. Y solo pude mirarle.

Me alegra- me dijo y su sonrisa se amplio. Esa noche diria que me lleve la rubia a mi casa, pero no. A duras penas me dio su numero.

Me gustaria invitarte a cenar- le dije por el telefono. Llevabamos una semana en comunicación permanente telefonica. Ella desde el otro lado de la linea sabia que sonreia.

Me parece genial Natsuki- dijo de esa manera que seguia a mis pedidos. Asi comenzo, la cena, el baile, las velas, la cama llena de rosas, el sexo. Solia fugarme a la madrugada escapando de la habitacion, pero esa noche con ella durmiendo de esa manera tan tierna. De ese abrazo sincero no pude. No pude safarme, ni escaparme, solo pude dormirme disfrutando de la compania de otra respiracion en la habitacion. De sentir ese pecho que se eleva y baja rosando mi espalda. De ese perfume dulce que cubre el lugar. De esa piel de procelana que me envuelve. De ese lugar bello que me hallaba entre sus brazos. Lo cierto es que por mas que muchas mujeres ocuparon esa cama, ella supo hacerlo de otra manera. Lo cierto es que esa noche no me marche, ni al madrugar cuando los rayos de sol comenzaban a salir. Ni pude hacerlo cuando me desperto con el desayuno. Simplemente me quede alli, como me habia quedado en las oscuras horas de la noche, antes meditando mis desgracias. Ahora admirando su belleza. Me quede. Ese desayuno me quede, me quede ese dia, y el siguiente. Y el que le siguio a ese. Me quede con ella y con esa calma que habia hallado en mi angel dorado.


*****

Las veces que he decido dejarle invaden mi mente, pero es un vao intento de algo que se que no sucedera. Todo cambio el eje de las circustancias. Ella llego, con ese traje que le lleva pegado al cuerpo. En un acto del destino al traerme mi café se trompezo, volcando el cafe en el escritorio. Una que otra gota callo sobre mi, por las leyes de newton. Y asi como dicen, accion y reaccion. Ella tomo unas servilletas y me ayudo docilmente a limpiar, con dulces palabras se disculpaba. Antes de la reunion con el parlamento me asesoro. Me dio consejos utiles que me sirvieron. Pennse unos momentos que se supone que sucedia. Al acabar la jornada me dirigi a mi auto y me quede dentro por unos momentos, asimilando todo. Era un cambio, Fujino ya no era igual era anegada a mis deseos. Servicial, era como mi mano derecha. Pero en realidad ella era la dueña. Era dificil quitar los rubis de mi mente, esa sonrisa dulce, ese rostro angelical que habia adquirido. La manera de decir mi nombre, con ese acento cantarin. Que aunque ha vivido casi toda su vida aquí jamas ha perdido. Sonrio pensando en Shizuru. Si Shizuru, ya no Fujino. Tengo la emancipacion de ella firmada, la observo en el maletin al lado de mi. Descanzo mi cabeza en el volante mientras dejo que mis hombros se eleven. Una larga inhalacion llena mis pulmones, lo dejo alli un momento y suspiro. Suspiro pensando que mis problemas se van por alli. Pero no es cierto aunque tenga la emancipacion, tenga la empresa a mi cargo, hay algo que no desaparece. No puedo dejar de pensar en ella, y tragicamente ya no se trata de mi venganza, de enojo, de furia, ni de resentimientos guardados, se trata de algo mas profundo que ello. No se trata de lo que Shizuru hizo, se trata de ella. De sus labios de su sonrisa, de su dulce voz, de la manera en que me mira, de la manera que le deseo, de la manera que deseo que el tiempo se parara para poder seguir a su lado. ¿Carajos que me sucede? ¿Shizuru que me estas haciendo?

Entraste como un rayo de luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora