Vestida de gala le observe, con ese fino vestido negro con corte alto. La elegancia de sus pasos a través de sus tacones. La oscilación de su cadera al andar. Para que mentir, por dentro me volvía loca. Pero disimulaba, disimulaba por la presencia de los inversionistas norteamericanos en la mesa. Aunque no entendía mucho pero solo sabía que Shizuru de rato en rato me miraba con esa mirada rubí y sentía que no aguantaría las ganas de sentir sus labios. Ella lo sabía. Sabía que está guardando mis ansias por ello me sonreía coquetamente. La junta se acabó al estrechar sus manos, nuevamente Shizuru había logrado su objetivo. Había hecho más caudales a una fortuna que no acabaría de gastar en su vida. Me sonríe pícaramente mientras me guía hacia el lavado. El cuarto de baño es de igual dimensiones que toda mi sala pienso mientras le observo. Ella camina enfatizando su andar, coloca la traba a la puerta y se acerca de manera lenta casi agonizante pero envuelta en el frenesís de su deseo.
Señorita Fujino debo decirle que no entendí nada. Pero que es increíble. Felicitaciones- le digo con voz ronca. Ella sonríe ampliamente. Sus ojos se enfocan a los míos y me queda prendada en ellos.
Señorita Kuga-san las felicitaciones quiero que me las de otra manera- dice frente a mí. Coloca su peso sobre mí, apoderándose de mi cuello. Se encarga a la magistral tarea de besarlo y mordisquearlo. Una ola de placer se gestaba dentro de mí ante su tarea.
Shizuru- pedí acercándole a mi boca. Un beso pasional profundo sentía el contacto directo de su lengua alrededor de mi boca. Era una batalla blanca donde no había perdedores. Ella sonrió dejando toda ternura se encamino al cierre de mi pantalón. Lo quito poco a poco dejándome al martirio de Crono. Besa mis muslos, los muerde, se aferra desmenzuradamente de mi trasero apretándolo a su antojo mientras hunde su cabeza entre sus piernas. Se adentraba en el centro de placer arrancando gemidos de la joven Kuga quien sentía perder el control. Shizuru hábil le mantenía en punto contra el lavabo. Shizuru le llevo al punto de necesidad, Natsuki lo sabía Shizuru le haría caer allí mismo. Así tomo el mando. Cambio el rumbo de su rostro atrapándole en un beso desesperadamente pasional. Ella impactada seguí besándole haciéndole caer en mi juego. Le fue sutilmente rodando con amabilidad hasta dejarle recargada en el lavado. No debía parar debía llevarle al frenesís. Jugué con su cuello mientras iba subiendo sutilmente su vestido. Se lo quite ella expuesta me adentre entre el pequeño espacio entre sus pechos. Seguí en mi misión, primero seducirle. Ella misma se quitó el brassier. La forma más clara para saber que alguien te desea es el hecho que te ayude a desvestirle, dijo un psicólogo argentino, Rolón. que más decir ante el ñuñorco* no queda más remedio que hacer lo propio. Mordisqué sus pezones erectos juegue con ellos como si fueran la más nueva adquisición. Mi mano bajo su pantalenta sin que se diera aludida comenzó a colarse debajo de la escasa prenda. Ya la humedad podía sentirse, la mire. Perdida en el deseo separe un poco mi rostro de su pecho y le observe. Ella jadeante puso interrogante en su rostro. La respiración dificultosa hacia su pezón rosa mi cabello. Ella me observo con algo de enojo. Le sonreí levantando mi ceja. Su rostro fue un poema, la confusión reinaba su semblante. Le prenete con mi dedo en la hendidura entre sus piernas. Sin paso previo me adentre en ello. Su rostro mudo, buscando aire. Sin brusquedad, sin paso previo. Ella le falto las palabras, ni siquiera gemidos.
Respira mi amor – le susurro en su oído.
Vamos inténtalo yo te ayudo- le digo sin siquiera sacar mi índice dentro de su cuerpo.
Uno – inspiro sonoramente espero y expulso.
Dos – le ayudo a contar. La palidez del rostro de Shizuru va bajando hasta volver a su tono.
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Entraste como un rayo de luz
FanfictionShizuru por medio de una apuesta con su padre decide, por que no en vez de malcriar un perro, tendre un hij@, total que tan dificil puede ser... que consetida que fui, ojala hubiera sido menos arrogante, Natsuki perdon