Un compás de dos respiraciones calmadas llenan la habitación, afuera la lluvia recae sobre todo de manera copiosa inundando las veredas, llenando todo de agua, como un peque a Venecia, adentro dos personas acostadas en una cama, la primera de cabellos rubios mira con detenimiento el techo, la segunda una hermosa ojiverde se halla descansando. La rutina ya es de cierto modo mella para Allisa, se halla en el momento en que de verdad es el meno gustoso para ella. Un gruñido débil cubre la habitación, seguido de un movimiento en la cama, gradualmente palabras entrecortadas salen de la boca de la peliazul, su se o se frunce, su cuerpo se tiesa, las palabras comienzan a emerger legible-mente. "Saeko", "Duran", "mam ", "auto", "Mai", "risco", "accidente", lagrimas corren por sus mejillas, se aferra a la cama, Allisa con suavemente para no despertarla le abraza dándole confort, la pesadilla parece acabar, o al menos el cuerpo se queda tranquilo, y la ultima palabra es arrojada "Shizuru", Natsuki siempre la pronuncia al final, y solloza mas fuertemente con ese llanto que nace solo de un dolor grande. La rubia odia ese nombre, es el único que hace que la paz de Nat se acabe de manera abrupta y aunque intenta indagar quien es, los ojos azules de su acompañante se nublan, no tiene información de quien es, de que relación tiene con su novia, pero si sabe que sea quien sea la odia mas de lo podía llegar a imaginar. Relaja su cabeza sobre la de la peliazul y de ja que suelte su llanto en su pecho acurrucada como una nena, en sus brazos, como lo que es para Allí, su nena, su amor. Besa la mollera llena de pelos cobaltos, y susurra dulcemente a su oído, "Duerme Natsuki, te amo no dejare que nadie te haga da o". Y se deja caer en los brazos de Morfeo. En un débil susurro se escucha un "Allisa" y una sonrisa se dibuja en Natsuki.
En Fukka:
Hace un a o que te fuiste, que desapareciste de mi vida, ya ha pasado una o desde que el invierno se hizo eterno en mi, trajicamente creí que me moriría si no estabas a mi lado, pero me di cuenta que no que he aprendido a comer aunque no tenga hambre, a cubrir ese dolor con sonrisas falsas, a decirme a mi misma que volverá que simplemente algún día la hallare, que volverá, he aprendido a vivir sin ella. Creí que lo peor que podía pasar era morir de amor, por ello cerré mi corazón a Eso me digo pero cada vez que vuelvo a casa solo hallo ese vació, ahora mas que Mai debió ir a cuidar a su hermano Takumi, que se halla enfermo. La pobre se que también extra a a la rebelde de Nat pero que hacerle he dado vuelta hasta las piedras para encontrarle pero no consigo una mera pista de su paradero. Todo me es indiferente, todo me da igual, los títulos no abrazan, el dinero no tiene sentimientos, como dice un viejo proverbio el dinero puede pagar por sexo, pero no por amor, el dinero puede comprar una casa, pero no un hogar, esas son las frases que hacen mella en mi. Realmente mi madre tenia razón las personas mas pobres son aquellas que tienen solo dinero. En un acto de tontera tratando de remediarlo todo, o mas bien de masoquismo excesivo me fui a ese lugar tan horrendo donde comenzó todo, al inicio de esta locura, a ver a Hakura, lo cual es irónico porque no se encontraba, me retrase culpa del trafico, pero como dicen que no hay casualidades sino causalidades, llegue hecha una fiera por el estúpido estancamiento en la avenida, y al bajar del auto pise esa bella maravilla del perro, así en ese estado de aura alrededor de mi, encontré lo que menos me pensaba encontrar una melena azul meneándose en el viento, mi corazón se detuvo, quería correr gritar, enredaría en mis brazos y no soltarla mas, pero...
Una rubia de escultural figura, se hizo presente, dijo algo a mi adoración y se despidio de la ni a subieron a una limo y simplemente desapareció en medio de la carretera.
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Entraste como un rayo de luz
FanfictionShizuru por medio de una apuesta con su padre decide, por que no en vez de malcriar un perro, tendre un hij@, total que tan dificil puede ser... que consetida que fui, ojala hubiera sido menos arrogante, Natsuki perdon